Afamado guionista y dramaturgo, el estadounidense John Patrick Shanley es toda una eminencia en Broadway. Ganador del Oscar por la maravillosa 'Hechizo de luna' en 1987, su carrera como cineasta es más breve, siendo la adaptación de su propia pieza teatral 'La duda' -ganadora de un Pulitzer- su último trabajo como realizador y también el más aplaudido. 12 años después del filme candidato a 5 Premios Oscar, Shanley vuelve a la dirección llevando a la gran pantalla otra obra suya, 'Una canción irlandesa'.
La obra, titulada 'Outside Mullinger', logró cierta aceptación de la crítica teatral. Ahora bien, parece que ese encanto rural que había en las tablas se ha perdido en su paso a la gran pantalla, pues 'Una canción irlandesa' no hay por donde cogerla. Se supone que debe ser una tierna comedia romántica ambientada en las bellas y verdes Midland irlandesas y narrar una historia de amor digna de Wes Anderson. Sin embargo, la cinta resulta absurda desde su momento de presentación, cuando nombra las peculiaridades de los progenitores de los protagonistas -como si de una escena descartada de 'Amélie' se tratase-.
Diálogos incoherentes, carentes de sentido, banales, que logran elevar a los telefilmes románticas alemanes de sobremesa, haciendo que cualquier adaptación de las novelas de Rosamunde Pilcher o Inga Lindström sea recordada con más cariño y hasta merezcan más la pena que pasen por cines. Su pareja protagonista no tiene química, dando la impresión de que están perdidos en conversaciones sinsentido sobre singularidades en un pueblo donde todos se conocen y extrañas filiaciones a himenópteros y cisnes.
Diálogos sinsentido para una historia de amor fallida
Y lo peor es que su pareja protagonista debería resultar explosiva, pues son Emily Blunt y Jamie Dornan. La primera cuenta con experiencia en películas románticas con pedigrí (véase 'Mi verano de amor', 'La reina Victoria' o 'La pesca de salmón en Yemen') y el segundo ha sido todo un símbolo del erotismo en la saga 'Cincuenta sombras'. Dos estrellas que no se encuentran y queda la pregunta de si su falta de química puede deberse a una mala dirección.
Tampoco brillan los secundarios, Christopher Walken va con el piloto automático puesto; Jon Hamm sigue sin quitarse el aura de Don Draper -es más, parece que haga lo que haga, el fantasma de 'Mad Men' seguirá presente- y Dearbhla Molloy, la única que aparecía en la obra original, está tremendamente desaprovechada.
De nada sirve tener un escenario tan mágico y majestuoso como las Midlands irlandesas si la historia carece de sentido. Shanley fracasa en su regreso a la gran pantalla, con un relato que no tiene ni pies ni cabeza. Accidentalmente, parece emular más al último Godard que a sus propios precedentes en el género (¿dónde está el brillo del guion de 'Hechizo de luna'?). Un fiasco tremendamente decepcionante, cuya máxima fortuna es que será un proyecto olvidado en las carreras de sus protagonistas.
Nota: 3
Lo mejor: Las Midlands irlandesas, bellísimas, un auténtico deleite visual.
Lo peor: Su historia es absurda, sus diálogos son ridículos, sus actores no funcionan... la lista es larga.