"Ay, quién fuera Marvel", estarán pensando algunos directivos en sus oficinas ahora mismo. Crearon un plan ambicioso comercialmente y atrevido narrativamente, y fueron a por todas, paso a paso. Y qué bien les ha salido. Actualmente, una película de esta factoría funciona como un reloj, y 'Capitán América: Civil War' lo demuestra una vez más.
Pero no es cualquier película de Marvel, es LA película. La que llevaban esperando muchos fans de los cómics una década, y la que parece que Kevin Feige (la cabeza calculadora) y compañía han estado preparando paso a paso desde hace años. La escisión de los Vengadores es la primera cinta de la llamada Fase 3, y su épica batalla entre superhéroes es una declaración de intenciones con mirada al futuro: el gran público ya conoce de sobra a esta gente, ya les ha visto alzarse, luchar y caer, y ahora nos toca sufrir. O "sufrir", porque ni en esta, que es, digámoslo ya, la película más compleja y conflictiva del estudio hasta la fecha, deja uno de reírse cada 5 minutos como máximo.
La primera duda que todos teníamos: ¿es la tercera entrega en solitario de Steve Rogers (Chris Evans) o más bien 'Vengadores 2.5'? La superpoblación de personajes invitaba a la precaución, porque ya hemos visto, tanto en Marvel ('La era de Ultrón' hacía aguas por todas partes) como en otros estudios que el género de superhéroes aspira cada vez a más, más grande, más ruidoso y más épico, y al final pasa eso que nuestras madres y abuelas han sabido captar siempre a la perfección: "quien mucho abarca, poco aprieta".
Pero esa duda está resuelta: esta es una película del Capitán América (quizá el mejor personaje del Universo Cinematográfico de Marvel, o el que mejores cintas en solitario tiene), y él es el gran protagonista. Después está Tony Stark (Robert Downey Jr.), seguido de un puñado de secundarios con más o menos peso, pero casi todos ellos cumpliendo un papel muy concreto en este puzzle. Y casi todo encaja a la perfección.
Digo Tony Stark, porque cuesta llamarle Iron Man en esta historia: es un relato que muestra la parte más personal y vulnerable de estos superhéroes. A pesar de estar llena de chistes, es la película más seria de Marvel, y a pesar de tener muchas escenas de acción, lo más importante ocurre cuando se paran a hablar y a preguntarse "oye, ¿estamos haciendo más mal que bien con nuestro trabajo?". Y es un debate interesante y que provoca preguntas.
El guion, escrito por el tándem formado por Christopher Markus y Stephen McFeely (que ya firmaban 'El primer vengador', 'El soldado de invierno', 'Thor: El mundo oscuro' y están trabajando en las dos partes de 'Vengadores: Infinity War'), se plantea darle el mismo peso a los argumentos de los dos bandos y construye un conflicto creíble, verosímil y que toca temas como la ética, el control gubernamental, el libre albedrío y la responsabilidad que este conlleva. Y el sentimiento de culpa, que es lo que mueve, en última instancia, a Stark y su bando. Downey Jr. se toma más en serio que nunca a Iron Man y le lleva a nuevos niveles de humanidad, algo que ya iba siendo necesario y lógico, después de su papel en 'La era de Ultrón'.
La segunda película que dirigió y escribió Joss Whedon para Marvel parece que fue concebida para conducir a este nuevo capítulo de la historia. Muchos detalles se le escaparán al público que no viera las entregas anteriores, o que no las recuerde bien, y por ello 'Civil War' es quizá la cinta más hermética de Marvel y la menos apta para espectadores casuales. Las dos tramas principales vienen directamente de lo que ha ocurrido antes (los Tratados de Sokovia y Bucky Barnes, Sebastian Stan), y no hay ningún tipo de explicación o recapitulación; son dos horas y media de película, y hay que ir al grano desde el primer minuto. Pero además, gran parte de la interacción entre los personajes está cimentada en películas anteriores, guiños cómicos, relaciones complejas. Eso sí, el fan de las películas de Marvel encontrará satisfacción en cada línea de diálogo.
La gran baza de los guiones de Marvel son las relaciones entre los personajes: la animadversión con cariño entre Tony y Steve, la química entre el Capi y Viuda Negra (Scarlett Johansson), su amistad con Falcon (Anthony Mackie) o su hermandad con Bucky... El hecho de que el Capitán América sea el que más conexiones tiene, y más química con otros actores, dice mucho del personaje y del buen trabajo de Evans.
A esa lista hay que añadir la historia "amorosa" entre Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) y Visión (Paul Bettany). Además, la trama de Wanda es una de las más interesantes y mejor construidas de la película, y la intensa interpretación de Olsen ayuda. Su culpa, su proceso de aceptación de sí misma y su defensa de la libertad conmueven y son una de las pocas subtramas que el guion se permite explotar. Deja una de las mejores frases de la película: "No puedo controlar el miedo de los demás, solo el mío propio".
Marvel tiene dos talones de Aquiles, eso sí. Uno de ellos es el ya mencionado muchas veces problema con los villanos (solo Loki ha estado a la altura de sus enemigos), y el otro son las relaciones románticas. Nadie quiere recordar aquel idilio entre Viuda Negra y Hulk (ni siquiera Whedon), y aquí vuelven a caer en el error de gastar tiempo en una pareja sin química ni interés: la que forman Capitán América y Sharon Carter, la Agente 13 (Emily VanCamp). Sobrina de Peggy, no puede estar a la altura de su tía ni como personaje ni como interés romántico de Steve, al que le sentaba mucho mejor ser un romántico fiel y nostálgico con el amor de su vida perdido en el pasado. Da para tres escenas prescindibles que no aguan la fiesta, pero nadie las echaría de menos si no estuvieran.
El trabajo de los hermanos Joe y Anthony Russo es impecable, y Marvel lo sabe. Dirigieron una de las mejores películas de todo el estudio, 'El soldado de invierno', y son los encargados de orquestar el próximo evento que reunirá a los Vengadores, dividido en dos películas. Sus escenas de acción cumplen con creces (aunque los momentos más impactantes ya los hemos visto en los tráilers, muy mal), y en ocasiones, sobre todo en cuanto a interacción entre los personajes, tienen poco que envidiarle a Whedon.
Con los dientes largos
Como comienzo de la Fase 3, 'Capitán América: Civil War' se asegura de presentar a un par de personajes que protagonizarán sus propias películas los próximos años. Uno de ellos es Black Panther, que interpreta un Chadwick Boseman con acento inventado, y que protagoniza algunos de los mejores momentos de acción. Su traje y sus habilidades son muy jugosos, y su trama, una de las principales de la película, hace que nos enganchemos al personaje. Sale de la nada, pero nos deja con ganas de ver su propia película, y de conocer en profundidad su misterioso país, Wakanda.
Me dejo lo mejor para el final. Todos teníamos los ojos puestos en él, y cuando aparece recuerdas por qué nos gusta tanto. Spider-Man es el superhéroe más famoso de Marvel, el más querido y el que podía dar lugar a más problemas. Es la tercera encarnación en el cine, en relativamente poco tiempo, y era muy importante hacerlo bien.
Y qué bien lo han hecho. Tom Holland tiene eso, el punto medio imposible entre niño pardillo y héroe gracioso que todos los niños pardillos queríamos ser. Su carisma y su química con Robert Downey Jr. son increíbles. Tiene dos secuencias, y son lo mejor de la película. Sus frases y sus interacciones con los demás personajes son divertidísimas, su papel en la acción imprescindible. Es mucho más que el alivio cómico que es Ant-Man (Paul Rudd), sin despreciarlo en absoluto. Es una declaración de intenciones y un golpe en la mesa: 'Spider-Man Homecoming' puede ser la mejor película del Hombre Araña, Tom Holland puede ser el mejor Peter Parker y necesitamos que llegue ya julio de 2017.
Nota: 8/10
Lo mejor: Spider-Man, Peter Parker y Tom Holland
Lo peor: Agente 13
