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CRÍTICA

'Casa en llamas': Unos días de asueto en familia

Crítica de 'Casa en llamas', dirigida por Dani de la Orden y escrita por Eduardo Sola. Protagonizada por Emma Vilasarau, Enric Auquer, María Rodríguez Soto, Macarena García y Alberto San Juan.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 28 de Junio 2024 | 17:05
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Imagen de 'Casa en llamas'
Imagen de 'Casa en llamas' (Vercine)

Dos años han pasado desde que Dani de la Orden hiciera doblete con '42 segundos' y 'El test'. Cineasta sumamente versátil, dado que ha sabido desenvolverse con soltura tanto en la comedia puramente comercial como en el drama intimista, ejemplo de ello es la saga 'Barcelona', el realizador trae una de sus propuestas más atípicas con 'Casa en llamas'. Una rara avis en la producción cinematográfica española, dado que combina comedia de salón con un trasfondo dramático que la convierten en una de las propuestas más sólidas del catalán.

Imagen de 'Casa en llamas'
Imagen de 'Casa en llamas' (Vercine)

'Casa en llamas' tiene a una familia de la alta burguesía barcelonesa como protagonista. Montse se reúne con sus dos hijos, David y Júlia. El primero es un aspirante a artista bohemio que le va a presentar a su nueva novia, Marta. La segunda lleva ya tiempo casada, tiene dos hijas y está bastante harta de su pusilánime marido (de hecho, ha iniciado una aventura con un sexy veinteañero italiano). El motivo del reencuentro es que la matriarca de la familia quiere vender su antigua casa de verano.

El guion de Eduardo Sola ya deja intuir cómo va a ir la historia. Desde el momento en el que el personaje encarnado por Emma Vilasarau sube al apartamento de su madre para saludarla, puede verse a una mujer que, ante todo, busca reencontrarse con el cariño de sus hijos. Poco a poco, se va viendo que la matriarca del clan dio su vida para ser una buena progenitora y esposa, provocando que se quedase vacía cuando sus hijos alzaron el vuelo para formar sus propias vidas.

Imagen de 'Casa en llamas'
Imagen de 'Casa en llamas' (Vercine)

A ello se suma que la venta de la casa reabre viejas heridas y provoca que también reaparezca el exmarido de Montse, interpretado por Alberto San Juan. De la Orden sabe llevar hacia la comedia costumbrista esa atmósfera dramática que la propuesta tiene al inicio. Es más, convierte esa casa de verano en un escenario propios de las comedias de salón, con momento dignos de 'Un dios salvaje' o 'El nombre'.

Una comedia de salón con trasfondo dramático

Ese espíritu se siente gracias al retrato de una familia disfuncional clásica. El guion sabe plasmar esa sensación de abandono, de cómo las leyes no escritas de lo que debe hacer cada miembro de la familia deben reformularse, de cómo un simple 'te quiero' o 'cómo estás' puede evitar situaciones extremas y, sobre todo, de cómo el amor y el cariño mal gestionados hacer tener sentido a ese emblemático refrán popular: "quien siembra vientos, recoge tempestades".

Imagen de 'Casa en llamas'
Imagen de 'Casa en llamas' (Vercine)

'Casa en llamas' es una interesante mezcla de cine comercial y de autor. Su trasfondo y escenario bien podrían ser los de 'Cinco lobitos' o 'Los niños salvajes'. Pero De la Orden le da ese toque humorístico que bien podría haber estado en películas anteriores suyas como 'Mamá o papá' o 'Hasta que la boda nos separe'. En cierta forma, recuerda a esas producciones feel-good con sello francés que tan bien produce el país vecino y que deja buenos resultados en la taquilla española, al ser una propuesta que bien podría estar cerca de 'Pequeñas mentiras sin importancia' o 'Barbacoa de amigos'.

Eso convierte a 'Casa en llamas' en una de esas propuestas ideales para estas fechas, para disfrutar del aire del verano en la gran pantalla y recordar que la producción española es capaz de crear esas producciones que están en el punto de medio de lo comercial y lo autoral. Dani de la Orden vuelve a demostrar una versatilidad envidiable.

7
Lo mejor: Ese punto de equilibrio entre lo comercial y autoral.
Lo peor: Hay momento en los que da unos giros que no quedan del todo claro sobre las intenciones que tiene el guion con ellos.