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CRÍTICA

'La casa de verano': La mirada afilada a la alta burguesía

Crítica de 'La casa de verano', dirigida, coescrita y protagonizada por Valeria Bruni Tedeschi. Con Pierre Arditi, Riccardo Scamarccio, Valeria Golino, Noémie Lvovsky, Yolande Moreau y Laurent Stocker.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 16 de Agosto 2019 | 12:50
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La visión que tiene Valeria Bruni Tedeschi como directora es tan personal como fascinante. Después de la magnífica 'Un castillo en Italia', en la que la actriz y directora expuso cómo su familia tuvo que vender dicha lujosa mansión en el país transalpino, llega ahora 'La casa de verano', mostrada en la Selección Oficial del 75º Festival de Venecia y en la que hace una crítica afilada a la clase alta a la que ella pertenece, con un retrato cínico y muy acertado.

La casa de verano

Anna está sacando adelante su próxima película, mientras escribe el guion, la cineasta pasa por un duro momento sentimental, al estar separándose de Luca, el hombre con el que lleva mucho tiempo y con el que tiene una hija en común, Celia. Para despejarse, aprovecha las vacaciones de verano que las pasa en familia en una lujosa mansión que tiene en la Costa Azul, alejada de la ciudad y en la que parece que el tiempo se ha detenido. Sin embargo, pasar unos días en esa hermosa casa serán cualquier cosa menos tranquilos, más cuando en dentro de la familia hay reproches, críticas veladas y problemas económicos, todo cubierto por una fina capa de hipocresía.

El otro rostro de la clase alta

Bruni Tedeschi siempre ha hablado de su vida cuando ha firmado una película. No le da reparos, puesto que acierta en la manera en la que ella y su familia quedan expuestas ante el público, al ofrecer siempre una versión ficcionalizada, en la que hay una base de verdad, con una trama en la que la ficción se disfraza de realidad. Ya lo hizo en la nombrada 'Un castillo en Italia', como también en sus dos anteriores largometrajes, 'Es más fácil para un camello...' y 'Actrices'. En el caso de 'La casa de verano', la actriz y directora da un paso más allá, al mostrar su película más extrema, como también la que menos relación tiene con su vida.

La directora simula la película detrás de la película, lo que ha pasado para sacar adelante su próximo proyecto. Para ella, Bruni Tedeschi cuenta entre el reparto con Noémie Lvovsky, recordada por el público español por 'Las invisibles' y 'Rosalie Blum', que cofirma el guion, como sucede dentro de la cinta (aunque en la escritura del libreto de 'La casa de verano' ambas contaron con la colaboración de Agnès de Sacy y Caroline Deruas).

La casa de verano

El resultado es su película más ácida con su propia clase. Bruni Tedeschi es nieta del empresario Virginio Bruni Tedeschi, propietario de la segunda fábrica más importante de neumáticos en Italia, hija del reconocido compositor de ópera Alberto Bruni Tedeschi y de la pianista y concertista Marisa Borini, hermana mayor de la cantante y exprimera dama de Francia, Carla Bruni, y cuyo hermano, Virginio, murió en 2006 por complicaciones relacionadas con el sida. Como bien puede observarse, ha estado rodeada de lujos y comodidades, pero no exenta de situaciones difíciles.

Con lo cual, la directora sabe de lo que habla y de la mirada que tiene la opinión pública sobre su familia y clase. Por ello, su crítica resulta afilada y mordaz, al no tener reparos en retratar a sus personajes como arrogantes, banales, superficiales, llenos de complejos y completamente desconectados de la realidad. Sin duda, muy interesante la dualidad que forma entre los propietarios de la casa y los trabajadores que habitan en la mansión.

Un nuevo éxito de Valeria Bruni Tedeschi

De ahí que su retrato familiar sea esperpéntico, con momentos de reproches, lamentos y risas falsas. En medio, la cineasta expone la fragilidad emocional, especialmente de las mujeres de la familia, como bien queda de forma evidente en una de esas comidas en la terraza, con estampas idílicas pero con un trasfondo lleno de rencores y heridas abiertas. La directora, que vuelve a protagonizar una de sus películas, combina su propia visión crítica hacia su clase con un estilo que recuerda al de François Ozon en '5x2 (Cinco veces dos)' con la mirada afilada de Paolo Sorrentino (hay momentos que evocan a 'La juventud') y cierto guiño a Bruno Dumont, al aparecer Brandon Lavieville (que debutó en 'La alta sociedad', en la que Bruni Tedeschi participaba).

La casa de verano

Pero la esencia es pura de la cineasta, en la que puede ser su película más redonda. En la que la ficción sabe entremezclarse con esa base de verdad, al aparecer en la pantalla la propia hija de la directora y actriz, Oumy Bruni Garrel, y Marisa Borini, su progenitora. Por otro lado, están el resto de personajes, en la cinta más coral de la realizadora, con un reparto excepcional, con Pierre Arditi, Yolande Moreau, Riccardo Scamarcio, Valeria Golino y Laurent Stocker y Bruno Raffaellli, ambos miembros de la Comédie Française.

'La casa de verano' es una auténtica delicia ácida y amarga, de esas que se disfruta con ojo crítico. Un drama que se disfraza de sátira y una comedia que aparenta ser una ligera película para el estío. Un largometraje ambicioso, con el que Valeria Bruni Tedeschi muestra el delirio de la clase alta.

Nota: 8

Lo mejor: Las escenas de comedia, que esconden mucho drama detrás.

Lo peor: El retrato que expone la cineasta no invita a empatizar con los personajes.