Para seguir avanzado, a veces hay que retroceder. Mirar atrás y recordar a los pioneros que allanaron el camino para que, hoy en día, podamos seguir andando sobre él, en busca de nuevas rutas para llegar cada vez más allá. Hacia ese lugar que, no hace tanto, no se nos permitía alcanzar. Y en este necesario ejercicio de memoria colectiva, el cine desempeña una función indispensable, convirtiendo en protagonistas a aquellas personas que cambiaron el mundo y hoy en día no son tan conocidos fuera de sus fronteras, o entre las nuevas generaciones.
Es el caso de Saúl Armendáriz, luchador gay de El Paso (Texas) conocido popularmente como Cassandro. Con el sobrenombre de "el Liberace de la lucha libre", Armendáriz emergió desde sus orígenes humildes como todo un icono en México, saltando a la fama como luchador exótico, ese tipo de contrincante que se vestía de mujer o adoptaba un personaje homosexual o afeminado, ejerciendo como antagonista paródico. El ascenso de Cassandro, uno de los primeros luchadores abiertamente gay de este deporte/espectáculo (y muy significativamente, sin máscara), fue clave para el desarrollo cultural de ese tipo de personaje, reaccionando contra las normas de la masculinidad y la homofobia para reescribirlo como figura triunfante.
Roger Ross Williams dirige este biopic a medio camino entre el cine deportivo y el melodrama indie, mostrándonos el proceso emocional de Saúl hasta convertirse en Cassandro. Un hombre criado en un entorno tradicional que trata por todos los medios de cumplir su sueño y llegar a lo más alto de la lucha libre mexicana, un fenómeno masivo que alcanzó su apogeo global durante los años 80 y 90. Williams construye con él un agridulce relato de superación y transgresión que funciona tanto como estudio de un icono público de puertas adentro, como reflexión sobre la percepción de la comunidad queer en Latinoamérica y en el mundo del espectáculo.
La película, que obtuvo una cálida acogida a su paso por el Festival de Sundance este año, utiliza los tópicos del cine biográfico y deportivo, pero no cae en demasiados vicios hollywoodienses, avanzando con un aire decididamente íntimo y personal, a base de sinceridad y sin caer en el sentimentalismo barato, como ocurre a menudo con este tipo de cintas. Por supuesto, son las interpretaciones las que mantienen la película con los pies en la tierra, incluso cuando el protagonista está haciendo una pirueta por los aires; un reparto excelente que entrega toda el alma a una historia que pedía ser contada.
Después de afianzarse como uno de los actores más versátiles y admirados de México, Gael García Bernal firma aquí la que podría ser la mejor interpretación de su carrera. Aunque una nominación al Oscar está difícil, sobre todo porque es muy probable que la película no entre en el radar de la Academia, desde luego hace méritos para que se le tenga en cuenta. Pero con nominación o no, lo importante aquí es que en actor de 'Y tu mamá también' y 'Diarios de motocicleta' realiza un trabajo para la posteridad. Con un personaje como Cassandro, sería fácil caer en la caricatura ofensiva con su amaneramiento, pero García Bernal se aproxima a él con el mayor de los respetos, dotándolo de una humanidad que traspasa la pantalla para construir a alguien muy real. Es un caso triunfal de fusión entre actor y personaje que confirma en cada escena por qué el papel era para él.
A pesar de su espíritu inspirador, 'Cassandro' transmite la mayor parte del tiempo una profunda sensación de melancolía y soledad. La historia de Saúl se construye sobre ese poso de tristeza que representan sus relaciones. Por un lado, las que tiene con los hombres, condicionadas por la sociedad homófoba y su valiente decisión de vivir tal y como es abiertamente en ella: el también luchador Gerardo (Raúl Castillo, 'Looking'), que prefiere mantener su orientación sexual en secreto, y Felipe (el cantante Bad Bunny), un muchacho con novia que flirtea con Cassandro, pero no se atreve a dar el paso cuando llega el momento.
Y por otro, las relaciones familiares que ponen las bases, para bien y para mal, de lo que será nuestra vida y cómo nos desenvolvemos en ella. En 'Cassandro' se verán reflejadas muchas personas queer que han vivido una experiencia similar después de salir del armario con sus familias.
Distanciado de su padre, que no acepta su sexualidad, Saúl se apoya en su madre, Yocasta, fuerte emocional que, pese a su debilidad física, le da su cobijo y refugio. Si García Bernal está excelente, Perla de la Rosa es la verdadera sorpresa de la película, la que completa el trabajo del protagonista y eleva al personaje y su lucha. La relación madre-hijo es el corazón de esta historia, un precioso homenaje a todas esas madres que se quedan a tu lado cuando el mundo te da la espalda o te llama "maricón" a la cara. Más allá de su ambición personal y profesional, Saúl aspira al éxito por ella, para devolverle lo mucho que le ha dado, incluso sin tener nada. Y así, en cierto modo, 'Cassandro' no es solo un tributo al luchador, sino también a su madre, una pionera en sí misma.
Volar en el ring y hacia el futuro
Aunque 'Cassandro' es una película de momentos pequeños salpicados de ternura, ya sean esas noches frente al televisor con su madre, la bonita y cómplice amistad que Saúl entabla con su entrenadora (también fantástica Roberta Colindrez) o ese comentado beso con Bad Bunny, Williams no descuida el factor espectáculo en una película donde los combates también son protagonistas.
Con una muy acertada ambientación que nos traslada a finales de los 80 en estética y espíritu, el director orquesta escenas de lucha muy potentes, prescindiendo gran parte del tiempo de música para subrayar los sonidos del ring, los gritos del público (a menudo bromas e insultos homófobos) o la respiración de Cassandro. Una decisión artística que añade realismo a la puesta en escena y que funciona especialmente gracias al absoluto compromiso de García Bernal, quien se entrega también físicamente al personaje, convirtiéndose en un luchador de los pies a la cabeza. Gael vuela, literal y figuradamente, para poner a Cassandro en el lugar que le corresponde en la cultura popular, y a sí mismo en lo más alto de las interpretaciones de este 2023.
Aunque en la sociedad se están dando terroríficos pasos atrás, afortunadamente, el ámbito del entretenimiento vive actualmente una auténtica eclosión de historias queer desde las que seguimos resistiendo. 'Cassandro' es una de ellas, y su valor es recordarnos la labor de visibilidad de una de esas personas que, hace décadas, no pudieron esperar a que el futuro les llegase para poder ser ellos mismos y decidieron llegar ellos a él; que se preguntaron "y si en vez de perder como siempre, ¿el exótico ganara?". Eso es 'Cassandro', el triunfo de la diferencia en medio de una lucha que, 35 años después, se sigue librando.
'Cassandro' ya está disponible en Prime Video.