La cocina está de moda. Para comprobarlo solo hay que ver como en televisión proliferan espacios de lo más variopintos donde los fogones están muy presentes. Para suplir esa predisposición del público por los productos gourmet llega a nuestros cines '#Chef', lo nuevo del experto en blockbusters Jon Favreau, que en esta ocasión deja a un lado los grandes presupuestos para rodar un título personal que él mismo se ha encargado de producir, dirigir, escribir y protagonizar.
'#Chef' utiliza la figura de un reputado trabajador en su campo, en este caso un jefe de cocina, que una vez pierde su empleo descubre las satisfacciones más primarias de la vida y se reencuentra con su apartada familia. Nada que no hayamos visto antes en el cine, y que Favreau, como buen chico aplicado, calca a la perfección en su nuevo trabajo, sirviendo un plato decente pero al que le falta un poco más de elaboración y condimento.
Pese al título, la película parece sentirse más cómoda en las escenas de camaradería que en las cuidadas escenas en las que los alimentos se comienzan a transformar en platos de alta categoría. Favreu demuestra un gran manejo y mimo en la planificación de la elaboración de las exquisiteces, algo esencial en este tipo de películas, pero la sensación es más que están de relleno y para hacer honor al título que como apoyo a la narración principal.
De la presentación de los personajes y los superficiales problemas que afectan al chef Carl Casper, pasamos a una especie de road movie donde se encuentra lo mejor y lo peor de la película. Favreau se las arregla para que nunca decaiga el interés hacia lo que se está contando, pero no llega a profundizar en el tema de fondo que intenta abordar: las difíciles relaciones paterno-filiales. De esta manera, '#Chef' se convierte en un drama con toques costumbristas que se deja ver, pero que pronto cae en el olvido sin mayor pena ni gloria.
Aunque su relación con Percy, un solvente Emjay Anthony, sea un tanto superficial, no quiere decir que con el devenir de la carretera y las pintorescas situaciones que vivirán en las ciudades que visitan, se acabe cogiendo algo de cariño a los personajes. Especialmente, por pequeñas pinceladas de humor que aligeran el peso dramático y dan algo de vida al asunto, personificadas sobre todo en el personaje interpretado por John Leguizamo.
'#Chef', al igual que 'Ratatouille', también deja constancia de la tensa relación existente entre el mundo gastronómico y el de la crítica (en este punto se explica el tan comentado "tuitero" título en español), la presión que se vive en un entorno de trabajo tan exigente y las consecuencias derivadas de ella. Sin embargo, Favreau se decanta por pasar de puntillas y no ahondar demasiado en ninguna de ellas, para que el resultado final sea lo más amable posible. Claro síntoma de este buenrollismo imperante es esa BSO formada por canciones con toques latinos reconocibles por la gran mayoría del público.
Acertados secundarios
En el plano interpretativo, Favreau está tan discreto y pasable como en su labor detrás de las cámaras. Aunque haya querido adornar el reparto tirando de agenda y consiguiendo las apariciones de gente como Robert Downey Jr., Scarlett Johansson o Dustin Hoffman, son Sofia Vergara, Bobby Cannavale y los antes citados Anthony y Leguizamo los que dan algo de vidilla a la trama.
En definitiva, Favreau es sabedor de los ingredientes necesarios para llevar a cabo su receta, pero ya se sabe que la suma de las partes no tiene por qué tener el resultado esperado. Para todos aquellos que esperen de la película un manjar de alto postín, advertir que es más un ligero plato combinado.