A simple vista, la historia de Nico Walker era carne de biopic. El exsoldado escribió sus propias memorias, 'Cherry', en las que describía su experiencia en la Guerra de Irak y cómo sufrió un terrible trastorno de estrés postraumático no detectado, que le llevó a convertirse en un adicto al opio y cómo esa drogadicción le llevó a atracar bancos, terminando en prisión. Su premisa apuntaba a una cinta de corte social, con una dura crítica al sistema, sobre cómo trata a aquellos que han dado la vida por su país, así como también una muestra más de la desigualdad de la sociedad estadounidense.
Con todos esos ingredientes, ¿cómo es posible no acertar? Tras convertirse en los directores clave del Universo Cinematográfico de Marvel, los hermanos Russo se pasan al cine independiente con una historia completamente opuesta a blockbusters como 'Vengadores: Endgame'. Ese completo cambio de registro podría haber salido bien, pero no ha sido así. Es más, produce la sensación de que los Russo se han puesto serios para demostrar que son capaces de dirigir propuestas muy diferentes a las historias de superhéroes o a las comedias fáciles que rodaron antes de entrar en Marvel Studios.
Sin embargo, los Russo, que dirigen un guion de Jessica Goldberg y Angela Russo-Otstot basado en el libro de Walker, cometen un gran error: utilizar la fórmula de Marvel para un drama independiente. Para empezar, 'Cherry' tiene una duración excesiva, recreándose demasiado en la formación militar del protagonista y en su descenso a los infiernos, que termina siendo reiterativo. Es más, al enfocarse tanto en las escenas de entrenamiento militar y en cómo termina siendo un adicto a las drogas, los Russo olvidan esa mirada crítica, en cómo la guerra provocó terribles consecuencias psicológicas y que, sin ayuda, aquellos soldados que luchaban y creían en su país pueden convertirse en carne de la drogodependencia.
Un drama que no está a la altura de la interpretación de Tom Holland
Al olvidar su parte social y recrearse en las secuencias de acción, en los atracos, se pierde cualquier atisbo de empatía hacia un personaje errático, cuyos actos acaban careciendo de lógica narrativa, pues nadie se explica que un drogadicto que apenas puede sostenerse en pie pueda convertirse en un peligroso atracador y este no sea rápidamente detenido por la policía, especialmente por una forma de actuar tremendamente descuidada. Al no explicar bien esos detalles, la cinta termina flojeando.
Tampoco ayuda la actuación de Tom Holland, que no es que sea mala, pero sí demasiado entregada para una historia que se pierde en sus propios tormentos. El actor británico busca demostrar que puede ser más que Peter Parker en 'Spider-Man' y en el UCM. Ya lo hizo el año pasado con 'El diablo a todas horas'. Efectivamente, Holland tiene mucho talento y en 'Cherry' está camaleónico. Sin embargo, él solo no puede levantar una historia que se alarga y que, en el fondo, no termina de salir de su punto de partida.
'Cherry' bebe de lo peor de 'El francotirador' y 'Beautiful Boy', acaba siendo igual de dispersa que otra cinta fallida de temática similar, 'Mine'. Los Russo han querido hacer un 'Jarhead' sobre Irak y el resultado es que, sí, con la acción y los efectos visuales aciertan de pleno, pero carecen de visión dramática, lo que hace que su primera intentona fuera de su zona de confort sea decepcionante.
Nota: 4
Lo mejor: Tom Holland, el actor es camaleónico y sabe defender personajes extremos, ahora solo le falta protagonizar un proyecto a su altura.
Lo peor: Su falta de mirada dramática y social, que acaban provocando tedio en el público debido a una duración excesiva.