Una de las películas más esperadas durante el 2015 llegó a las grandes pantallas el pasado 13 de febrero, hablamos por supuesto de 'Cincuenta sombras de Grey', la famosa adaptación cinematográfica del primer libro de la trilogía erótica de E.L. James, dirigida por Sam Taylor-Johnson.
Dakota Johnson y Jamie Dornan se ponen en la piel de Anastasia Steele y Christian Grey. Anastasia es una joven estudiante, a punto de graduarse, que por ayudar a una amiga accede a hacer una entrevista a uno de los empresarios con más éxito del panorama: Christian Grey. El primer encuentro entre los dos hacen que salten chispas y la atracción sea instantánea entre los dos.
La relación irá más allá y ambos empezarán a conocer la parte oculta que no quieren mostrar en público, el problema surgirá cuando Anastasia descubra que Christian, detrás de la fachada de frialdad y control, esconde un secreto que marcará un antes y un después en su relación, los gustos sexuales de Christian son un tanto peculiares, provocando que tenga que debatirse entre lo que siente y lo que es ella cree que es lo correcto.
Desde el anuncio de su adaptación, 'Cincuenta sombras de Grey' se ha convertido en un fenómeno viral, convirtiéndose en la película con mejor taquilla en el fin de semana del Día del Presidente en Estados Unidos, vendiendo más de 80 millones de dólares y la segunda película de Universal con mejor estreno internacional, superando los 150 millones de dólares.
El principal problema que tiene la película es la falta de sustancia, narrativamente hablando, el film se basa en una historia de amor poco convencional pero no hay unas bases o unos pilares férreos sino que se va cayendo según va transcurriendo la acción de la película, llegando en algunas partes a ser demasiado previsible y repetitiva. El romanticismo de la historia no se mantiene dado que el enfoque ha querido ser jugar con la ambigüedad de las escenas sexuales, pero se queda en el camino entre lo romántico y lo erótico, por lo que no termina de cuajar la historia en ninguna de las dos facetas. Es un 'quiero y no puedo' constante.
Las interpretaciones de sus dos protagonistas son bastante desiguales. Dakota Johnson consigue convencer al espectador con su Anastasia Steele, llevando a la perfección todo el torrente de sentimientos que van pasando por su cabeza durante su relación con el señor Grey. Inclusive, dice mucho más con la expresión corporal y el lenguaje no verbal que con los diálogos, nos da una Anastasia real, que se podría en cualquier sitio. Ha sacado todo el potencial que podía sacar de su personaje, ya que a diferencia de su actuación, la personalidad de Anastasia es muy básica y demasiado vista ya en muchos filmes de género romántico, por lo que provoca aburrimiento en vez de sorpresa.
Jamie Dornan, a diferencia de su compañera, no llega a transmitir en gran medida la personalidad de Christian Grey, se queda a medias entre un frío empresario y un loco enamorado, pero no hay ni un ápice de un hombre con gusto sexuales un tanto especial, falta esa motivación que tan famosa hizo a la novela, no muestra un Christian Grey capaz de convencer a una joven estudiante de convertirse en su sumisa, la obsesión por el control se puede ver pero no es tan clara, por lo que podría haber dado mucho más de sí. Sí que realiza a la perfección la primera parte de la personalidad de su personaje, como un empresario que parece desalmado, pero según va transcurriendo la película, no hay un reflejo de ese hombre con un pasado oscuro y secretos, además de casi ni aparecer los miedos que le descolocan por los sentimientos hacia Anastasia, solamente se da esa información al espectador con el diálogo, pero si la interpretación y la imagen no acompañan, poco sirve decirlo ya que no transmite nada.
Otro dato a destacar es que pese a la falta de sustancia, sí hay una coherencia en la historia, no realizándose de forma alocada y sin sentido, la dificultad de Anastasia en aceptar los gustos sexuales de Christian se hacen patentes en el film, un elemento positivo con respecto a la historia, aunque luego se verá empañada con la facilidad de aceptar las condiciones, pese a que no está a gusto con ellas. La evolución del personaje de Christian no es tan clara, pero si se ve una muestra de cambio, sobre todo por lo que explica con palabras, dado que a nivel expresivo no queda tan claro. La coherencia está ahí, pero lo que hace que la historia flaqueé es que es demasiado básica, sin profundización en ambas personalidades, sin ir más allá en sus sentimientos, por lo que tenemos en pantalla: estereotipos, por lo que caen durante todo el metraje en demasiados tópicos, quedando superficial en varias partes del film.
Una historia erótica convertida en una historia de amor, pero que al no ser así en su origen pierde fuerza, contiene los ingredientes para ser una película polémica pero de la forma que ha sido realizado es demasiado correcta. Apenas hay algún uso de los personajes secundarios, por lo que son prescindibles en la historia, el coqueteo con el mundo 'sadomasoquista' se menciona, pero luego solo es protagonista por la situación que provoca más que por el acto en sí, sí que deja alguna que otra escena pero totalmente suavizadas, buscando la complicidad de los fans a la vez que la aprobación del resto del público, por lo que al final no deja satisfecho a nadie. Como dice el refrán: 'mucho ruido y pocas nueces'.
La música de 'Cincuenta sombras de Grey': el engranaje perfecto
La banda sonora de la película encaja a la perfección a medida que va saliendo. No desentona en ningún momento y aporta dinamismo a la escena, por lo que inclusive, han salvado en alguna parte el film para no terminar de desinteresar al espectador. Las canciones como 'Haunted' de Beyoncé, o su nueva versión de 'Crazy in Love', dan la sensación de erotismo necesaria para crear ese ambiente de tensión sexual continua necesario para esta película.
En el film han participado una gran variedad de artistas, siendo uno de los alicientes de la película, además de poder comercializar con ello de forma bastante rentable. La mezcla entre los diferentes artistas hacen enriquecedora su banda sonora, contando con: Ellie Goulding, Sia, Skylar Grey, artistas actuales, pero no se han quedado ahí y también han hecho acto de presencia iconos de la música como The Rolling Stones y Frank Sinatra, por lo que el torrente de emociones, que falta en el film, si se puede sentir en su banda sonora. Una mezcla perfecta de artistas, además no únicamente hay que mencionar a la banda sonora en ese sentido, sino también a la propia musicalización de las escenas que ha ayudado, en gran parte, mantener el ritmo de la película. Un gran acierto.
Otro de los elementos que más interés provocaba, eran las escenas sexuales en la película, cómo ya se había anticipado, iban a ser mucho más suaves y habría menos que en el libro y así ha sido, pese a los desnudos, sobre todo los de Johnson, la química entre los dos actores está ahí pero no terminan de encajar a la perfección, no terminan de transmitir la pasión desmedida de la pareja. Lo que si es verdad, es que estas escenas han sido cuidadas de forma visual y realizadas de forma elegante, utilizando también los elementos claves como la corbata de Christian, las cuerdas, las esposas, por lo que mantienen un buen sentido estilístico, pese a que no tengan el peso vital en la historia.