Esta vez, el atraco no es el clímax de la película sino su punto de partida. Con esta vuelta de tuerca a lo que cabría esperar de un thriller, 'Fatum' hace justicia a la palabra latina que le da título cuyo significado es la personificación del destino. Un dramático y azaroso giro durante este incidente en una casa de apuestas de Coruña confronta a un amplio número de personajes con la disyuntiva que se avanza en el tráiler: salvar una vida a cambio de vengar una muerte. Aunque apueste de esta manera por una pequeña historia de grandes preguntas y personajes, esta vibrante cinta consigue también ofrecer desde el viernes 28 de abril en todos los cines un thriller de acción tan entretenido como realista que cambia los disparos por emociones.
Una pequeña intensidad
Para plasmar esta forzada reacción a los caprichos del destino, la historia parte de una complicada decisión moral con dos claras opciones. La película es así de sencilla (que no simple): todo el conflicto se basa en una única decisión como 'The Box' o la reciente 'Llaman a la puerta'. Al igual que en aquellas, este planteamiento puede frustrar las expectativas de quien espere un thriller de acción constante o grandes giros shyamalianos en el desarrollo. Aunque el contenido no sorprenda, todo su envoltorio le permite explorar inteligentemente temas como la culpa, el perdón o la locura (buena y mala) del amor de un padre/madre hacia su hijo.
El guion no tiene mucha escala a nivel argumental, pero sí muchísima intensidad. Esa sencilla trama da muchas vueltas con muchas repercusiones en el resto de personajes sin perder en ningún momento el realismo. Estos efectos dramáticos la pueden acercar un poco al acabado de un telefilm, pero no se deja llevar por el dramatismo. Por ejemplo, no alargan el atraco o al personaje de Arón Piper más de lo que pueden dar. Así no peca de querer ser un thriller hollywoodiense que le habría llevado a ser muy tonto, a la vez que tampoco se pasa de intensidad con simbolismo que no pegue. Todo lo que pretende ser lo es en su mejor manera, ya sea contenida o explícita.
Los grandes ecos
Una de las lecturas más conseguidas del film es la de la crudeza que implica ser un héroe en la vida real, como remarcan algunos recursos de dirección (ese precioso plano final, la manera épica de rodar la presentación del protagonista como si disparar fuera su superpoder). Precisamente como hacía Shyamalan en 'El Protegido', Juan Galiñanes se aferra al más puro realismo para estos conflictos de salvar o quitar vidas. En el fugaz metraje, hay muchas escenas con los nervios a flor de piel por persecuciones o conflictos imposibles. Al tratarse de un héroe, es fácil dar por hecho que se apostará por la espectacularidad para resolver cada enrevesado dilema y darle más tensión. Pero no, siempre ocurre lo que tiene sentido con la realidad y con la trama. Así es como 'Fatum' sobresale en el difícil reto de ser tan emocionante como realista al 100% en ambos aspectos; es decir, un entretenimiento inteligente sin remordimientos.
De haberse hecho en Hollywood, esta trama se habría polarizado muy fácilmente entre el policía bueno (Álex García) y el villano marginal (Luis Tosar). Sin embargo, aquí desde el principio tenemos la perspectiva personal de ambos con un inteligentísimo nexo de unión: el miedo a perder un hijo y la culpa de ser un mal padre. El guionista y director también define muy parcial y profundamente lo que implica ser padre o madre y cómo de retador es combinar esa vida personal con la profesional. Este conflicto domina la película con unos aires tan épicos como rutinarios: aunque se cuente un drama muy enrevesado, al final se trata de una historia del día a día muy empatizable, es un día más de trabajo de todas estas personas.
Bien manejada coralidad
Esta mezcla de honestidad e inteligencia parte del director del film Juan Galiñanes y su co-guionista Alberto Marini. Su amplia experiencia como montador y director de 2º unidad en películas como 'Quién a hierro mata' y series como 'El Desorden que dejas' o 'Hierro' le han dado ese pulso en la dirección y claridad de ideas en el guion. La película es muy entretenida y llena de tensión cada uno de sus fugaces 90 minutos, muy sabiamente ajustados para aprovechar ese planteamiento frenético de contar la acción en tan solo 12 horas. No sabemos si era para compensar un bajo presupuesto, pero lo cierto es que la falta de fuegos artificiales se compensa con una vibrante dirección de miradas, planos contraplanos intensísimos, espionajes y sospechas... En la depuración, 'Fatum' encuentra su poder, y ni quiere ser más reflexiva de lo que debe ni dar acción por rellenar.
El otro gran talento de Galiñanes es la magnífica dirección de actores. Por un lado, es generoso, al darle a todos su tiempo y su historia de la manera más teatral posible con tan pocos minutos globales. Por otro lado, comparte una misma tónica a todo el reparto para que cada uno la use luciéndose en su propia vulnerabilidad de estar roto y lleno de dudas teniendo que aparentar firmeza. En esencia, 'Fatum' es un thriller de personajes donde todo encaja a la vez que ningún actor se queda en un rol fijo (salvo Piper): todos tienen enormes grises, todos pasan de buenos a malos constantemente.
El mayor foco se lo lleva Álex García con un viaje emocional durísimo en el que cada escena es más dura que la anterior. Y en todas consigue superarse cuando parecía que no podía estar más entregado. El descenso a los infiernos de Luis Tosar y Luisa Mayol es aún más fascinante al comprobar la generosidad que tienen en persona siendo, además, pareja en la vida real. Incluso con muy pocos minutos, en los casos de Elena Anaya y Arón Piper saben dar a intuir interesantes dramas de sus trasfondos; ya sea con una llamada o un comentario sobre su pasado. Hablando en aquel lenguaje hollywoodiense, contar con esa historia y magistral interpretación de Elena Anaya sería el equivalente a encontrarte en una película de Marvel a un actor famoso muy reputado, al nivel de Anthony Hopkins o Michael Keaton.
Con tantos interesantísimos temas y una sobresaliente plasmación de ellos en cada apartado técnico, 'Fatum' es un espectacular noir contemporáneo rodado en Coruña. Dándole la vuelta a la estructura de sus thrillers más cercanos, aquí la acción es el desencadenante del conflicto emocional y no su resolución o consecución. Esto no solo no la hace más lenta, sino que eleva al máximo el entretenimiento. Pero no es vacío, no es entretener por entretener o actuar por actuar: cada personaje, cada plano y cada frase llevan a la emoción máxima de este conflicto a vida y muerte disponible para vivir en todos los cines a partir del viernes 28 de abril.