Sin duda, aplauso a las distribuidoras por seguir apostando por cine de diversas partes del mundo. Hace tan solo una semana llegó 'Siempre juntos (Benzinho)', una maravilla brasileña que reivindicaba el papel de la madre. Ahora, con un enfoque radicalmente distinto llega 'Como nuestros padres', una cinta que explora el papel y la situación de la mujer treintañera actual en el Brasil más cosmopolita.
Clarice ha organizado una comida familiar a la que van José Carlos, su hijo mayor, con su esposa Alessandra, y Rosa, su hija pequeña, con su marido, Dado, y sus hijas. Como sucede siempre al final de la comida, el ambiente se vuelve cargante, los reproches familiares empiezan a surgir. Tras una tormenta, que les obliga a trasladar la comida de la terraza al comedor, Clarice, enfadada con su hija, le revela que ella no es hija de su padre, Homero, sino de una aventura que tuvo de joven en Cuba durante una convención sociológica. Rosa, cuya vida está llena de caos, verá su identidad resquebrajarse, viéndose obligada a reconstruir su propia personalidad como mujer.
Tras la tempestad familiar
Ya el inicio de la cinta da una idea de cómo va a desarrollarse el filme. Aparentemente la realidad es tranquila, hasta la llegada de la temible tempestad. Sin duda, una metáfora de lo que le sucede posteriormente a la protagonista de la película, Rosa. La cineasta Laís Bodanzky, en su cuarto largometraje, decide hacer una reflexión sobre la mujer joven adulta del Brasil actual. Lo hace desde una perspectiva de una familia de clase media alta, lo que provoca que se aleje de esa realidad que se ve plasmada en la ya citada 'Siempre juntos (Benzinho)', como también de otras cintas de carácter más social como 'El profesor de violín'.
Teniendo en cuenta esa perspectiva, Bodanzky acierta con una protagonista compleja. La propia Rosa confiesa, en una escena, a su marido que está cansada de mostrar que puede con todo. Una frase que puede resumir el proceso de su liberalización. El alegato feminista está presente durante toda la película, algunas veces de forma demasiado acentuada. Sin embargo, Bodanzky se aleja de panfletos e imágenes maniqueas para mostrar a una protagonista imperfecta y humana. Tampoco la directora, que firma el guion junto con Luis Bolognesi, es condescendiente con Rosa ni con la clase social a la que pertenece, mostrando un retrato del cinismo y la hipocresía en la que vive, tanto a nivel conyugal como profesional.
Complejo retrato femenino. Maria Ribeiro está magnífica
Quizás el símil con 'Casa de muñecas' de Ibsen no sea del todo acertado, pero el trasfondo es muy claro, utilizando la liberalización de Nora como metáfora de las decisiones que tomará Rosa. Por otro lado, es interesante su planteamiento sobre la fidelidad y las relaciones de pareja, mostrando a una protagonista infiel, que lo es porque piensa que su esposo le está siendo desleal. También está la crítica al sistema familiar, mostrando una cara nada amable del hombre, con maridos ausentes, preocupados más por salvar al mundo que por atender sus responsabilidades familiares, padres irresponsables, hombres de buen corazón e intenciones pero emocionalmente inútiles, dejando situaciones muy reales con las que, tristemente, el público se podrá ver reflejado.
Aunque Bodanzky abarca muchos temas, es imposible no aplaudir a una protagonista tan compleja como humana, que es estupendamente interpretada por Maria Ribeiro. Sus escenas de discusión con su madre son magníficas, hubieran dado para una película en sí. Con un claro enfoque feminista, Bodanzky hace un alegato a la honestidad con uno mismo, dejando en evidencia las imposiciones sociales e invitando a no tener miedo a vivir, incluso a equivocarse. Una Nora que ya salió de casa y ahora se encuentra con su propia vida. 'Como nuestros padres' muestra, por un lado, como es imposible no reproducir, en ciertos momentos, la herencia educacional de los padres, como también invita a aceptar esa herencia para deconstruirla y hacerla propia. Sin duda, una reflexión más que interesante.
Nota: 7
Lo mejor: Las escenas de Maria Ribeiro con Clarisse Abujamra. Interesantes discusiones entre madre e hija.
Lo peor: Su mensaje se dispersa en algunos momentos y la realidad burguesa que muestra no provoca mucha empatía con los personajes en ciertas situaciones.