Jennifer Aniston y Adam Sandler se reencuentran 8 años después de 'Sígueme el rollo' en esta comedia de Netflix que parodia el género de "asesinato misterioso", sin la gracia o el alma de otros títulos como 'Cluedo', 'Un cadáver a los postres', 'Sin pistas' o 'Misterioso asesinato en Manhattan', pero que ofrece un rato entretenido con una propuesta honesta y sin tapujos. La revisión de los tópicos del género nos guiña el ojo de manera cómplice (y algo obvia), mediante una sucesión de manidos clichés que hacen acto de presencia en esta comedia que se deja ver, en parte gracias a sus referencias y la sinceridad de su planteamiento.
Con 'Criminales en el mar', los fans del cine de investigación o "whodunnit" (termino anglosajón que engloba a este tipo de películas, centradas en la resolución de un homicidio con múltiples sospechosos) pasarán un rato ameno de la mano de la pareja protagonista, que sigue teniendo la misma química casi una década más tarde. Ambos personajes comparten una interpretación de "pez fuera del agua" y saben reírse de los complejos del otro, ninguno de ellos tiene la clase o el saber estar del resto de miembros del reparto, su visión de "turistas americanos" les deja en ridículo en más de una ocasión, lo que se agradece, porque ambos comparten el rol de "alivio cómico" de manera cómplice. Además, ver cómo la pareja comparte sus inseguridades y celos hace que este tándem resulte simpático y no se termine convirtiendo en un par de disparatados investigadores sin ninguna cualidad redimible.
Todos son sospechosos
El reparto de personajes secundarios ofrece un amplio vistazo a los sospechosos habituales del género: el hijo que podría heredar una fortuna, la prometida del muerto que piensa hacerse con la herencia, un "amigo" que sigue buscando venganza por una traición en el pasado y un protagonista (o pareja de protagonistas en este caso) fuera de lugar, que busca resolver el entuerto para demostrar su inocencia. A pesar de la simpleza de su trama y lo caricaturesco de sus personajes, esta comedia consigue llegar a buen puerto gracias a una infalible fórmula y una estructura repetida mil y una veces, que permite a cualquier película ser entretenida sin importar la calidad de su comedia, aunque todo resulte familiar, recordándonos que existen parodias mejores y con mucho más que aportar.
El guion, por desgracia, tampoco está inspirado y el diálogo es dolorosamente predecible (puedes adivinar qué van a decir los personajes antes de que abran la boca y los gags, aunque efectivos y graciosos a ratos, se ven venir a una legua de distancia). La escena del primer asesinato es especialmente graciosa y el gag del cuchillo es honestamente hilarante.
Aunque si hay algo que merezca un aparte, es el doblaje en castellano, que resulta realmente malo e incómodo, sacando a la audiencia del film, la pista de sonido de las voces dobladas no parece haber sido mezclada, lo que resulta en un acabado extraño que no termina de cuajar; muy recomendada la versión subtitulada, no solo por la calidad de las interpretaciones, sino por mantener la esencia de los chistes, que pueden sacarte una risa de vez en cuando.
Una resolución tramposa
Una película cuya trama se centra en la resolución de un crimen debe jugar con la audiencia durante la investigación del asesinato, hacer que los espectadores se involucren con la película, buscando pistas y tratando de averiguar quién es el culpable, algo que 'Criminales en el mar' consigue rematar de forma más o menos efectiva. Sin embargo, la resolución final deja mucho que desear. El libreto improvisa una pieza clave final que resulta esencial para descubrir al asesino, pero nunca comparte esta información con el espectador, por lo que nos aparta del juego, haciendo trampa.
A pesar de este final mal ejecutado, la película consigue distraer lo suficiente como para conseguir que se obvie su dudosa calidad y la audiencia no tiene otra respuesta que dejarse entretener ante la honestidad de un libreto sin pretensiones, que no se da aires y que termina siendo lo que parecía: una parodia entretenida.
Nota: 6
Lo mejor: El reencuentro de Aniston y Sandler, sus referencias a los tópicos y clichés del género y la honestidad de su propuesta: una parodia simplona.
Lo peor: El doblaje en castellano, que resulte totalmente predecible y que "haga trampa" para resolver el misterio.