El director Gonzalo Bendala continúa con su particular visión del cine de intriga después de su opera prima, la enrevesada 'Asesinos inocentes'. Esta vez, Bendala da una vuelta de tuerca más con 'Cuando los ángeles duermen', en la que Julián Villagrán se convierte en un honrado padre de familia que acaba convirtiéndose, sin querer, en un psicópata en busca de víctimas... y todo por dormirse al volante.
Germán trabaja en una gran empresa. Dedicado a su trabajo, el hombre lleva bastante tiempo descuidando a su esposa, Sandra, y a su hija, pasando la mayor parte de las horas en reuniones y otros compromisos laborales. Después de que su mujer le eche en cara que no va a estar en el cumpleaños de su hija, Germán decide coger el coche para llegar lo antes posible a casa. Sin embargo, está cansado y, pese a ser parado por la Guardia Civil, Germán continúa conduciendo. En un momento se queda dormido y se da cuenta de que hay una chica atropellada cerca suyo. Pronto ve a otra y decide explicarle lo sucedido. Sin embargo, ella lo confunde con un psicópata, provocando una extraña huida en la que él verá su mundo tambalearse.
Julián Villagrán, de padre de familia a improvisado villano
La verdad es que la premisa se antoja interesante. El honrado padre de familia convertido en una especie de lunático improvisado debido a un malentendido y a su irresponsabilidad al volante. Sin embargo, la trama se queda descolgada cuando Bendala propone acelerar la tensión, provocando que el hombre tenga una especie de descenso a los infiernos.
Sucede algo similar que con 'Asesinos inocentes', una trama que interesa pero que el director no sabe resolver. La gran diferencia es que en 'Cuando los ángeles duermen' está Julián Villagrán, cuya profesionalidad logra que el espectador mantenga el interés en lo que le suceda a su personaje. Villagrán vuelve a demostrar su afinidad por papeles más dramáticos, en los que se luce completamente.
Una trama que se mantiene gracias a su protagonista
Pero él es casi el único que mantiene el interés en la trama, ya que con respecto a Marián Álvarez, pese a tener experiencia en papeles muy extremos (véase 'La herida' o 'Morir'), el que esté constantemente tras una línea de teléfono provoca que, lo que podría haber sido otra actuación magistral, se convierta en una interpretación notable, pero que no resalta. Por otro lado está la debutante Ester Expósito, cuyo papel, de joven que huye de un auténtico villano de terror, no tenga empatía alguna. Puede que sea porque es su primer gran papel, pero lo más seguro es que sea por un guion que provoca que no se entienda del todo su huida hacia delante constante.
'Cuando los ángeles duermen' parte con una buena premisa y podría haber sido una verdadera crítica a ese plan de vida que se le inculca a todo el mundo, como también una evidencia de que el dinero y el trabajo no da toda la satisfacción en la vida. Solo vale la pena verla por Julián Villagrán, que está espléndido, lástima que el filme no esté a la altura de su plena dedicación.
Nota: 6
Lo mejor: Julián Villagrán, tanta dedicación se merece más que un aplauso.
Lo peor: Al final, la película divaga demasiado. Su final es demasiado abrupto.