Tras debutar con un largometraje de esos llamados feel-good con pedigrí, 'La mélodie', el francés de origen argelino Rachid Hami salta al que es su primera y ambiciosa producción, 'Una cuestión de honor'. Mostrada en la sección Horizontes del 79 Festival de Venecia, donde justó presentó su ópera prima cuatro años atrás, está basada en un caso real que le sucedió trágicamente a su hermano, el asunto Jallal Hami, el cual tuvo su resolución judicial en noviembre de 2020.
El 30 de octubre de 2012, Jallal Hami, cadete del Ejército Francés en la Escuela Militar de Saint-Cyr y considerado uno de los más "brillantes" de su promoción, murió accidentalmente en una de las novatadas que hacían los cadetes de segundo grado a los de primero. Considerado una 'tradición', el joven Hami terminó ahogándose en esta novatada y su cuerpo fue encontrado cerca de un banco. Institución fuertemente jerárquica, el Ejército se mostró reacio a una investigación tanto interna como externa.
A pesar de ello, siete militares, entre ellos un general (coronel en el momento del suceso), fueron procesados por homicidio ante el tribunal penal de Rennes. Ochos años duró el proceso judicial, debido a que "la institución de Saint-Cyr, conocida por su conservadurismo, incluso por sus valores retrógradas, no le gusta que la gente se inmiscuya en su vida interna", escribió Le Monde en su momento. Tres de los imputados fueron condenados por homicidio culposo y cuatro fueron absueltos.
Sin embargo, las penas de cárcel no llegaron ninguna al año, siendo excesivamente laxas. Tras anunciarse el veredicto, Rachid Hami calificó la decisión de los jueces de "traición" a su hermano, la Justicia y los valores de la República Francesa. Dos años después, el cineasta le rinde tributo con una película que, paradójicamente, no nace de las entrañas, sino de la necesidad catarsis del propio cineasta.
Una película de espíritu solemne y que huye cualquier revanchismo
Rodada con una sobriedad excepcional con la que sabe captar la introspección y la profundidad de sus protagonistas, Hami, quien firma el guion junto con Ollivier Pourriol, es capaz de llevar varias pistas su película. Con el asunto Jallal Hami, quien es renombrado como Aïssa Saïdi en el film, como eje vertebrador, el cineasta realiza una crítica a la corrupción del Ejército, de los estamentos del poder y a las costuras del sistema; también expone el racismo presente en la sociedad francesa y el difícil encaje de parte de la población de origen extranjero en los suburbios.
Además, explora la complejidad de sus protagonistas, a los que sabe mostrar, profundizando en sus contradicciones y sus acciones. Se muestra una interesante relación entre hermanos, quienes no podrían ser más opuestos, así como el cambio de parecer del hermano mayor, una bala perdida, cuando el pequeño fallece. Por otro lado, rompe prejuicios sobre esa parte de la población francesa de origen magrebí y religión musulmana respecto a sus creencias en los valores republicanos del país galo. Y lo hace con una familia que busca justicia y el restablecimiento del honor, pues busca que sea el joven cadete sea enterrado con honores, dado que su muerte se produjo en un acto militar, por más novatada que fuese.
Hami evita maniqueísmos y rinde un sentido homenaje a su hermano y también a los valores e ideales en los que éste creía, lo que requiere un ejercicio de asertividad increíble por parte del cineasta. Por ello, 'Una cuestión de honor' evita el tono de cine de denuncia para situarse en un tipo de cine de porte más clásico y mirada solemne. De ahí, que se esté ante la que puede ser producción más ambiciosa del cineasta. Apoyado por actores magníficos: Karim Leklou ya ha demostrado en varios proyectos ser un actor magnífico que debe aspirar a romper el arquetipo de secundario magistral y que con este protagónico lo demuestra. Un ejercicio cinematográfico sublime y un auténtico gesto de amor de un hermano.