La danza, una de las expresiones artísticas más antiguas de la historia, es uno de los elementos más atractivos a la hora de realizar un documental. Títulos muy aplaudidos como 'Dancer', 'Dancing Beethoven' o, sobre todo, 'Pina', dan buena fe de ello. La danza contemporánea es la que más llama para plasmar en la gran pantalla, pues sus innovadoras técnicas permiten filmar largometrajes de una espléndida belleza. Puede que no sea el principal aliciente de la rusa Alla Kovgan, pero es lo que logra en su fabuloso tributo, 'Cunningham', con el que rinde homenaje a Merce Cunningham, bailarín estadounidense y considerado una de las grandes figuras de vanguardia de la danza contemporánea.
Y nadie mejor que Cunningham, quien convertía cualquier paso o movimiento en una expresión artística. El documental tiene el enorme desafío de estar a la altura de una las figuras más esenciales del baile vanguardista, coreógrafo de más de 200 espectáculos y que trabajó con artistas como Robert Rauschenberg, Andy Warhol o Frank Stella. El resultado es fascinante, pues mete de lleno al público en la pasión de Cunningham, quien mostró que la danza, más que postrarse ante la música, lo hacía a la imagen, pues es una expresión que debe transmitir sus sensaciones a través de sus movimientos y lenguaje no verbal, convirtiendo a la música en un acompañamiento que realza lo que el baile transmite.
Kovgan se centra en tres episodios de la larga vida y obra de Cunningham, entre 1944 y 1972, desde su primer concierto como solista en Nueva York en 1944 a su cénit como coreógrafo visionario y figura imprescindible de la danza contemporánea. La documentalista, que firma su primer largometraje a solas, utiliza varias imágenes de archivo que permite conocer más a fondo la manera de ver el baile de Cunningham. Lo intercala con entrevistas, entre las que hay varias de archivo.
Un fascinante homenaje a la vida y obra de una de las grandes figuras de la danza contemporánea
Pero lo que realza al filme son sus secuencias con las coreos del artista estadounidense, en las que miembros actuales de su compañía, la Merce Cunningham Dance Company, muestran el poderoso legado que dejó el bailarín, fallecido en 2009. Kovgan acierta al traer esa parte visual, con una fantástica fotografía y una cuidada selección de lugares para interpretar los bailes. Esta parte es la que realza un filme que consigue salirse de lo canónico para conquistar al público con sus gráciles movimientos artísticos.
Pero la directora no solo rinde homenaje a Cunningham, también lo hace al compositor John Cage, pareja sentimental y artística del bailarín hasta su muerte, en 1992. El tándem profesional y personal realizó espléndidas obras, a las que Kovgan también honra. Así pues, 'Cunningham' es una pieza artística deslumbrante, una experiencia cinematográfica repleta de colores y movimientos con los que es imposible no deleitarse. Una muestra más de lo que el cine es capaz de transmitir, disfrutando del poder de la danza.
Nota: 8
Lo mejor: Permite conocer la vida y obra de Cunningham al público profano. Las escenas de danza de la compañía actual.
Lo peor: Prefiere no ahondar en la parte más personal del bailarín, yendo solamente por encima y destacando, especialmente, su relación con Cage, cuando Cunningham fue mucho más.
