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CRÍTICA

'Custodia compartida': El miedo detrás de la puerta

Xavier Legrand dirige y escribe 'Custodia compartida', protagonizada por Denis Ménochet, Leá Drucker y Thomas Gioria. León de Plata a la mejor dirección en el 74º Festival de Venecia.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 20 de Abril 2018 | 12:07
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Está claro que denuncia social y cine pueden ser una buena combinación, que se lo pregunten si no a los Hermanos Dardenne, el francés Xaviert Legrand, más habituado a estar delante de las cámaras, debuta por todo lo grande como realizador con 'Custodia compartida', León de Plata a la mejor dirección en el 74º Festival de Venecia, donde también logró el premio a la mejor ópera prima. Tras su paso por el prestigioso certamen italiano, triunfó en el 65º Festival de San Sebastián con el premio del público al mejor filme europeo. No es de extrañar, ya que el filme es muy claro en su mensaje, que denuncia claramente la violencia machista.

Custodia compartida

Tras divorciarse de Antoine, Miriam Besson solicita la custodia exclusiva de su hijo Julien, ya que su otra hija, Joséphine, está a punto de cumplir la mayoría de edad. Ante la juez de menores, la mujer declara que quiere quedarse con la patria potestad de su hijo debido a que exmarido es un hombre muy violento. La mujer revela en el juzgado que se vio obligada a huir de casa con sus hijos. Sin embargo, Antoine defiende su caso comentando que su exesposa ha puesto en contra a sus hijos solo por cuestiones personales. La juez le da la razón a Antoine y ordena la custodia compartida del pequeño Julien, algo que trastornará la tranquilidad de Miriam.

La violencia y el terror en casa

Aparentemente, Xavier Legrand, que también escribe el guion, inicia el filme como si de un drama judicial se tratase, exponiendo las causas por la justicia concede la custodia compartida, beneficiando a un padre acusado de malos tratos, aunque sin prueba alguna. Lo que empieza siendo un drama social, aunque el director alegue en haberse inspirado en 'Kramer contra Kramer', la película tiene más de los Hermanos Dardenne de lo que Legran admite, va yendo poco a poco al terreno del cine de terror.

Custodia compartida

Y es que, realmente, lo que Legrand inicia como un drama judicial, acaba convirtiéndose en un filme de denuncia social sobre los malos tratos y la violencia machista, evidenciando los agujeros que tiene el sistema judicial, que es incapaz de detectar a maltratadores pese a tener varios indicios. También aprovecha para hacer una crítica a la propia sociedad, al mostrar que aún sigue estando en la mentalidad francesa la idea de que se trata de un problema en el ámbito privado.

Una realidad espeluznante a la que se debe mirar de frent

Aunque y eso es lo más aterrador, es cómo el filme se transforma en un película que, efectivamente, acaba recordando a 'El resplandor' de Kubrick. Aunque a Legrand no le hace falta encerrar a sus personajes en un hotel con fenómenos paranormales para crear un estado de tensión y claustrofobia, le basta con mostrar el acoso y la manipulación de un hombre que cree que su exmujer y sus hijos le pertenecen, que son de su propiedad. Aunque el retrato es muy claro, lo que realza al filme es que crea un discurso nada maniqueo, ya que el perfil del maltratador es muy humano, no se le muestra como si fuera un monstruo. Eso sí, tampoco Legrand muestra condescendencia con el sujeto.

Custodia compartida

Legrand lleva al público al padecimiento rutinario de una mujer víctima de malos tratos y también al sufrimiento diario de sus hijos, víctimas también. Sin cargar las tintas, sin crear alegatos melodramáticos, mostrando situaciones muy reales sobre lo que es vivir bajo una situación semejante. Asfixiante y agobiante, pero completamente necesaria, 'Custodia compartida' es, gracias a su mensaje de denuncia social como también a una increíble habilidad cinematográfica para crear un auténtico thriller de terror, uno de los mejores largometrajes de este año. Un choque frontal hacia una realidad a la que se debe mirar de frente.

Nota: 9

Lo mejor: El clímax al que se llega en su escena final.

Lo peor: Alguna escena abre tramas que, después, no se vuelven a mencionar.