Un maestro de interpretación me dijo en una ocasión: "Pese a lo contrario que muchos puedan pensar, la comedia es uno de los géneros más difíciles de afinar, pues al contrario del drama, donde lo que hace llorar a la gente suele ser común (la muerte de alguien por ejemplo), en la comedia es imposible saber que hará reír a todo público". Esto lo considero un acierto, sobre todo porque es más fácil (en cine) hacer llorar a alguien que hacerle reír, y esta risa es totalmente subjetiva de cada individuo.
Cuando veo 'Dale duro', no me cuesta imaginar a que tipo de público se quiere dirigir con sus bromas evidentemente ofensivas, que en mi caso producen vergüenza ajena por momentos, y solo afina en la interacción de sus protagonistas.
Su sinopsis reza: Cuando un gestor millonario llamado James es sentenciado por fraude y condenado a la cárcel de San Quentin, el juez le concede un mes para poner sus asuntos en regla. Desesperado, contrata al hombre que lava su coche, Darnell para que le prepare a vivir entre rejas. Aunque la verdad, Darnell es tan solo el propietario de un pequeño negocio y ni tan siquiera alguna vez ha recibido una multa de aparcamiento. Juntos, harán lo posible para que James se convierte en un "tipo duro".
La cinta basa su gracia en los estereotipos de sus personajes, que claramente, van de la mano de su condición económica que hemos visto mil veces: el blanco rico y el negro pobre, y con ello como premisa, el contraste de ver como el primero pide ayuda al segundo. Sin imaginación ninguna en este punto, lo curioso en un principio del filme hasta que se agota la fórmula, es ver como el personaje de Will Ferrell se adentra en el mundo del personaje de Kevin Hart, lo que conlleva un raudal de bromas raciales de dudosa gracia, siendo lo más "irrisorio" (por decirlo de una manera), el modo en que éstas idas de tono llegan a la boca de sus actores.
Su planteamiento de días que van dando marcha atrás tampoco ayuda a la imaginación del filme, que parece haber cogido una plantilla de "peli de comedia americana al uso" haberse construido desde ahí. No es solo que resulte ser un contante "esto ya lo he visto", sino que al poco de empezarla es inevitable que no venga a la cabeza 'El Gran Stan, el matón de la prisión', cinta de Rob Schneider que versaba un argumento realmente similar, lo cual no da mucha cancha a 'Dale duro' en cuanto a originalidad.
La cinta rebosa clichés por todos los lados, lo cual llega a ser algo violento al ofrecer unos personajes secundarios realmente planos con los que resulta casi imposible simpatizar. Esto también es debido a que las sub tramas del filme no llegan a ningún sitio, y desde mi punto de vista se apuestan todas las cartas al argumento principal, el cual no es tampoco lo suficientemente revelador o trabajado como para no caer en unas caídas de ritmo que hacen que se desconecte de la trama.
El filme cuenta con todos los elementos de su tráiler como puntos fuertes, y si ya se ha visto el dicho tráiler, poco más hay que rescatar de su metraje más que ir juntando estos puntos "cómicos" uno tras otro con algo de relleno de por medio, y claro está, estarán todos los elementos básicos en este tipo de comedias: desde explosiones hasta bustos desnudos de mujeres, pasando por peleas y elementos de videoclip.
Será la química
Lo más interesante del filme es descubrir la buena química que logran crear en escena Ferrell y Hart, ya que parece que ambos actores se han entendido a la perfección, y lejos de ver una lucha de egos, ambos están jugando en escena para crear alguna secuencia con cierta comedia, cuando se huye de los estereotipos para crear algo más gracioso partiendo de la propia chispa que tienen ambos juntos.
Lástima que un final precipitado y poco satisfactorio no termine de dar por lo menos la guinda al filme, ya que al finalizarla no tardo mucho en olvidar qué fue lo que me hizo gracia, y si encontré algo así, con el tiempo siento que no sabría definir a qué película perteneció.
