En el año 1998, Robert Bilott comenzó una investigación y posterior juicio que aún continúa a día de hoy contra una de las empresas más importantes de Estados Unidos. Su lucha, al más puro estilo David contra Goliath, es la que ahora recoge Todd Haynes ('Carol') en 'Aguas oscuras', una cinta en la que pone su dirección al servicio de una historia que merece ser contada y recordada.
Bilott, un abogado medioambiental interpretado en este caso por Mark Ruffalo y que trabajaba en la defensa de las grandes compañías del país, recibió una llamada de Wilbur Tenant, un granjero de Virginia, que acabaría desembocando en más de 20 años de juicios y batallas legales continuas. Tenant denunciaba entonces que todo su ganado estaba enfermando y muriendo a causa de vertidos tóxicos que aseguraba provenían de una de las mayores corporaciones del país, DuPont, y afirmaba a su vez que nadie quería escuchar su historia. A partir de este testimonio, y tras su unión con Bilott, se destapó mucho más de lo que el propio Tenant creía en un principio.
'Aguas oscuras' es una película de denuncia en el espectro más sutil del género. Haynes nos muestra la necesidad de luchar contra la injusticia desde la perspectiva de aquel que antes no solo no se enfrentaba a ello, sino que ni siquiera era consciente de que estaba ahí, de quiénes eran. Pero también nos muestra las consecuencias que tienen esas acciones para aquellos que dan un paso al frente ante el gran gigante, a todos los niveles.
Más que una historia, una sociedad
El director consigue a partir de este relato realizar un retrato de una sociedad completamente marcada por las dualidades. Los de arriba y los de abajo, la ciudad contra el campo, el sueño americano y la realidad que se esconde detrás. La dirección de Haynes se centra en el realismo y la sutileza, dejando a un lado cualquier intento de esteticismo para reflejar la crudeza de un paisaje y una época muy marcadas. Los afectados viven en un entorno completamente dependiente de la multinacional, que se encuentra por encima de cualquier otra cosa.
Mark Ruffalo es el encargado de dar vida al abogado en una faceta investigadora que ya hemos visto antes y que recuerda mucho a papeles como el que pudimos ver en la oscarizada 'Spotlight'. Con una interpretación correcta pero desdibujada en los aspectos de la vida más personal del abogado, está acompañado por Anne Hathaway como una esposa modelo que poco aporta a la historia más allá de un mayor contexto en la vida del protagonista fuera de los juzgados.
Entre el reparto se encuentran aún más nombres de primer nivel, como un Bill Camp ('Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)', '12 años de esclavitud') sensacional en su interpretación de Wilbur Tenant y que constituye uno de los mejores aspectos de la cinta, Tim Robbins ('Mystic River', 'Cadena perpetua') en el papel de Tom Terp, jefe del bufete de abogados de Bilott, o Victor Garber ('Argo', 'Titanic') como personaje ficticio, que representa en la cinta al presidente de la multinacional y todo aquello contra lo que el protagonista lucha incansable.
En el lado más negativo, pese al buen inicio de la cinta y sus interpretaciones, la segunda mitad de la película peca de una falta de ritmo que acaba por generar una sensación de cansancio. Los juicios y casos acaban alargándose hasta nuestros días, y lo mismo parece ocurrir con la película cuanto más se acerca a su desenlace, alejándose del gran resultado al que podría haber llegado.
Nota: 7
Lo mejor: La interpretación de Bill Camp y el reflejo social que consigue.
Lo peor: La falta de ritmo, especialmente en la segunda parte, y unos personajes en ocasiones demasiado planos.