En 2025, al menos en España, llegaba a los cines 'Presence', un experimento formal en el que Steven Soderbergh, con un presupuesto de tan solo dos millones de dólares, exploraba los conceptos del punto de vista y la narración cinematográfica en una historia construida desde la mirada de un fantasma errante. Poco tiempo después, el nombre de Soderbergh regresa a la cartelera con 'Confidencial (Black Bag)', un thriller de espías con el que retoma el formalismo académico del género y con la que David Koepp, su guionista, ofrece una mirada refrescante y actualizada del mundo de los servicios secretos.

'Confidencial (Black Bag)' es un ejemplo idóneo para una buena clase de guion cinematográfico, puesto que se funda con un conflicto colosal. Su narración se centra en el matrimonio de George (Michael Fassbender) y Kathryn (Cate Blanchett), dos agentes de inteligencia del MI6 profundamente enamorados que estarían dispuestos a sobrepasar cualquier límite para salvarse el uno al otro. Dentro del servicio se sospecha de la presencia de un infiltrado en una operación en la que la vida de decenas de miles de personas está en juego. George empieza a creer que Kathryn, tras una serie de comportamientos extraños, está involucrada en un delito de traición nacional, enfrentándose así al peor de los dilemas: debe elegir entre su matrimonio o la seguridad de su país.
Siento gran predilección por aquellas historias en las que sus personajes, exploradores o profesionales de la muerte, ven sus objetivos demolidos por el inesperado flechazo del amor. 'Le petit soldat' de Jean-Luc Godard, 'Contraté un asesino a sueldo' de Aki Kaurismäki o 'Brat (Brother)' de Alekséi Balabánov son ejemplos en los que el rigor de la mortalidad se ve desafiado por la dolorosa intensidad del deseo. 'Confidencial (Black Bag)' entra en esta categoría, incluso con más fuerza, debido a que su protagonista, George, es una persona fría, observadora y sincera (Michael Fassbender es digno de elogio por su tratamiento aséptico y elegante del personaje), el clásico espía inglés al que nada se le escapa y nadie le engaña, pero que aquí, por razones afectivas, ve temblar su pulso.
De igual forma, Kathryn, interpretada por una insuperable Cate Blanchett, se desprende de su postura sibilina en el momento en el que su matrimonio se mezcla con el impostado juego de espías. Dicho dilema, que fuerza a desenmascarar a unos arquetipos muy marcados, dota de gran profundidad a su historia y subraya la incertidumbre con la que la película desarrolla su particular pugna dialéctica en la que todos sus agentes aparentan ser lo que no son.

Efectivamente, 'Confidencial (Black Bag)' es un thriller de espías donde la acción es inexistente. La enjundia de su entramado no está en las explosiones, infiltraciones y asesinatos imperceptibles, sino en el diálogo, el engaño y la suposición. Soderbergh se desentiende de la tendencia de 'Operación U.N.C.L.E.' y 'Kingsman: Servicio Secreto', y apuesta por la palabra y la contradicción, logrando crear una atmósfera de alta presión donde se pone a prueba al espectador y su intuición.
La película es inteligente, divertida y seductora, sin temor a las tomas largas ni a las conversaciones "indiferentes", en especial en el primer acto. Queda claro que lo importante es la psicología de cada personaje, reflejada en sus gestos, silencios y miradas. Asimismo, abundan los pequeños detalles y las figuras retóricas, haciendo de este conjunto un cóctel generador de estímulos que empuja al revisionado.
Placer visual
Steven Soderbergh parte del lenguaje más clásico del thriller. Ahora es manierismo, antes era el estándar. Si 'Confidencial (Black Bag)' sobrevive a la inacción es, precisamente, por su ingeniosa y placentera puesta en escena. Todo empieza con un plano secuencia: George camina por las sombrías calles londinenses bajo el destello de las farolas. El agente entra en una discoteca y atraviesa el lugar esquivando a la multitud. Pasa desapercibido a pesar de su inapropiado código de vestimenta. Está buscando a Philip Meacham (Gustaf Skarsgård), un compañero con demasiados problemas personales. George lo encuentra en un reservado en compañía femenina. Ambos cruzan miradas; parece que no se conocen. Disimulan su salida, George algo retrasado para no llamar al atención. De nuevo en aquellas calles heredadas de la época georgiana, George descubre que su mujer está entre los posibles traidores a la patria.
Cuando se revela la verdad, la libertad con la que la cámara nos presentaba el controlado mundo de George es estrangulada por una estructuración de planos inquietante, desequilibrada y con abundantes saltos de eje. En este sentido, ayuda la peculiar iluminación dorada que resalta los rostros en el hogar de George y Kathryn, que resulta poco natural y hogareña, algo significativo si se tiene en cuenta que "el enemigo está en casa".

El dominio de Soderbergh del lenguaje cinematográfico es innegable y sale incólume al asegurar el ritmo a través del montaje y la expresión de la imagen. Juega bien sus cartas y le basta con utilizar artilugios que se creían desfasados para impulsar la tensión en conversaciones de sobremesa sin necesidad de explosiones ni persecuciones. Verdaderamente, son pocos los directores con esta capacidad. En realidad, Soderbergh no tiene nada que demostrar a estas alturas, mas es cierto que hacía tiempo que no confeccionaba una obra tan notable y relevante. Es más, aunque es demasiado pronto para asegurar nada, no descartaría que 'Confidencial (Black Bag)' entrase en las listas de lo mejor del año cuando toque despedirse de 2025.
'Confidencial (Black Bag)' se estrena en cines el 16 de abril.