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CRÍTICA

'El hijo': Cuando ya no hay sitio para más superhéroes

James Gunn produce esta versión macabra y gore del mito de súperman.

Por Luisa Nicolás 24 de Mayo 2019 | 11:01

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Los Superhéroes y las superhéroinas dominan la taquilla y han colonizado los cines. Entre Marvel y DC, no ha habido un solo año en toda la década que no haya incluido el estreno de alguna película, además de series, en la que extraterrestres o millonarios salven el mundo con sus poderes (el poder del dinero también cuenta). Leer comics, admirar a personajes con capa o pasarte horas teorizando sobre el pasado y futuro de un mapache que habla ya no es cosa de nerds, han llegado al mainstream y lo han hecho con tanta fuerza que ya se corre el riesgo de saturar el panorama audiovisual. En medio de este agotamiento monotemático llega 'El Hijo', una combinación de cine de superhéroes, ciencia ficción y terror que pretende ser un cambio de aires en las populares historias del bien contra el mal.

Esta reinterpretación siniestra de la figura de Clark Kent, se basa en la mitología de 'Superman' para preguntarse qué habría pasado si el héroe de Krypton hubiese usado sus poderes para dominar el mundo. Elizabeth Banks y David Denman son el matrimonio Breyer, una pareja con problemas para concebir (plano de libros sobre fertilidad incluido, por si no te queda claro) a los que les cae del cielo una nave espacial con un bebé. Deciden entonces criar al niño como si fuese suyo y 10 años después, el pequeño Brandon Breyer comienza a desarrollar sus poderes, entre los que se incluyen volar, super fuerza y disparar rayos láser por los ojos. Una maquiavélica mirada a la pubertad llevada al extremo.

Elisabeth Banks en 'El hijo'

Está claro que no todo el cine está destinado a tener una lectura que vaya más allá de la superficialidad de su hipótesis, ni tiene porqué estarlo. Después de una breve introducción, 'El hijo' no pasa demasiado tiempo creando un contexto o deconstruyendo a sus personajes, si no que se vale de un ritmo narrativo, no frenético, pero sí vivaz, para probar sus propios límites e ir incrementando las dosis de tensión, jump scares y asesinatos, a medida que Brandon va descubriendo sus poderes y se convierte en el tipo de villano que últimamente escasea en la ficción: un villano sin ningún tipo de justificación ni redención, con el único objetivo de dominar el mundo. La película se toma sorprendentemente en serio a sí misma y su compromiso con el género de terror, sobre todo teniendo en cuenta su premisa y algunos de los nombres involucrados, como el de Banks, una actriz que siempre ha dado lo mejor de sí misma trabajando en comedia.

Mezcla de géneros

Tras las cámaras se encuentra un casi novato David Yarovesky ('The Hive'), siendo también el primer largometraje de sus guionistas, Mark y Brian Gunn. Por eso, el nombre más destacado en la promoción de la película es el de su productor, James Gunn, director y escritor de la saga 'Guardianes de la Galaxia', la irreverente 'Súper' y la futura 'The Suicide Squad', un cineasta indiscutíblemente involucrado en el cine de superhéroes con un característico sentido del humor y el espectáculo, que aporta siempre algo refrescante a cada uno de sus proyectos. Sin embargo, la idea detrás de 'El hijo' no es revolucionar el género, sino que todo lo que vas a ver en ella, cada giro de guión, cada guiño; ya lo has visto antes, bien dentro de la narrativa del Hombre de Acero o en otros niños aterradores como el Damien de 'La profecía'. Su peculiaridad reside en narrar una historia de la cultura popular, emblema del sueño americano y el valor de la justicia, desde una atmósfera de tensión y violencia gráfica, que funciona como entretenimiento de terror, pero que renuncia a explorar más allá en el conflicto y la responsabilidad del personaje o sus poderes.

'El hijo'

En el fondo, tanto el guion de los Gunn como la dirección de Yarovesky tienen la única pretensión de aterrorizar, aprovechándose del concepto del héroe y Superman del imaginario popular para prescindir de desarrollar a sus personajes o crear y explorar su propia mitología. Brandon pasa de ser un niño completamente normal, algo tímido, a un asesino y acosador con rayos equis en los ojos en el transcurso de una noche. Aunque su raíz esté en reexaminar en cine de superhéroes, 'El hijo' se deja seducir por la idiosincrasia del género de terror y es cuando mejor se lo pasa, la película y el público.

El resultado es una cinta de terror que se acerca a veces a la caricatura, como con esa madre excesivamente abnegada o la máscara DIY que no resulta tan icónica como pretende, aunque tampoco es graciosa per se; a veces a una especie de gore familiar, con escenas de violencia gráfica bastante desagradables (la secuencia de la esquirla en el ojo ni siquiera es la más explícita), pero que no abundan a lo largo de sus escasos y acertados 90 minutos de duración. Además, pese a su bajo presupuesto, 'El hijo' goza de un excelente nivel de producción que no descuida la calidad de sus efectos especiales, imprescindible para que la audiencia entre en su juego macabro y mantener las cuotas de ciencia ficción versus terror.

En definitiva, 'El hijo' es exactamente lo que pretende, pero no lo que podría haber sido con una premisa tan interesante. Como cine de terror, aunque predecible, funciona, entretiene, engancha y te obliga a apartar la vista de la pantalla en más de una ocasión; como cine de superhéroes, es un respiro entre las epopeyas de Marvel y DC, donde siempre hay lugar para la sorpresa después de convencerte de que la historia, ya te la sabes.

Nota: 6

Lo mejor: Su atmósfera de tensión y las escenas más salvajes.

Lo peor: Pierde la oportunidad de profundizar en el mito de Superman, o de profundizar en algo en general.