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CRÍTICA

'Demonios tus ojos': La perversión del cineasta

Pedro Aguilera dirige 'Demonios tus ojos', protagonizada por Julio Perillán, Ivana Baquero, Lucía Guerrero y Nicolás Coronado. Mostrada en el Festival de Cine Español e Hispanoamericano de Málaga.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 12 de Mayo 2017 | 10:28
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Ya lo dijo Ovidio: "A una inteligencia pervertida, cualquier cosa la corrompe". El cineasta español Pedro Aguilera se ha prodigado poco en la realización. Eso sí, cuando lo ha hecho no ha dejado indiferente a nadie. Tras las hipnóticas 'La influencia' y 'Naufragio', llega 'Demonios tus ojos', mostrada en el Festival de Málaga y protagonizada por Ivana Baquero, Julio Perillán y Nicolás Coronado.

Demonios tus ojos

Oliver es un director de cine que roza los 40 años. Vive afincado en Los Ángeles y visita su España natal de tanto en tanto y más por compromisos por sus amistades que por otra cosa. Una noche, mientras se dedica a ver pornografía, cree ver en uno de los vídeos a su hermana pequeña, Aurora, manteniendo relaciones sexuales. Hipnotizado y perplejo ante esa visión, decide regresar a Madrid y retomar el contacto con su hermana pequeña, con la que apenas ya mantenía relación. Sin embargo, le será imposible quitarse de la mente esas imágenes lascivas, lo que derivará una obsesiva búsqueda de respuestas que desembocará en un peligroso y perturbador juego.

La mirada del director llevada al límite

Ya en 'La influencia', Aguilera mostró su particular visión de autor al mostrar con cierta frialdad la dramática situación de una madre con depresión, con un piso embargado y varios hijos a los que alimentar. Su utilización de largos planos secuencias y diálogos parcos ya era toda una declaración de intenciones. Esa distancia se torna perturbadora con 'Demonios tus ojos', en la que el cineasta muestra su particular visión de lo extremo que puede llegar un cineasta.

Demonios tus ojos

Porque es el enfoque, la mirada, la perspectiva, todo gira en torno a la particular visión de su protagonista, interpretado por un inmenso Julio Perillán que se convierte en un particular guía de un viaje a la pérdida de la pureza, la inocencia. Oliver, tras ver a su hermana pequeña teniendo relaciones sexuales, es incapaz ya de volver a mirarla con los mismos ojos, la erotiza. De esa manera, manipulará la propia realidad a favor su mirada, al fin y al cabo, ¿un realizador no manipula lo que rueda para mostrar al público su visión del arte?

Una magnífica Ivana Baquero

Es ahí cuando entra otra pregunta. Con 'Demonios tus ojos', Aguilera trae una historia polémica, un incesto y una obsesión sexual y es ahí cuando surge la cuestión, cuál es el límite moral de un director. Desde ahí, Aguilera lleva al espectador por la perversa mirada de su protagonista con enfoque de cámara en primera persona, con enfoques fractales que provocarán en el espectador la extraña sensación de estar observando ilícitamente a alguien.

Demonios tus ojos

Y ese alguien el que envuelve a la película con un halo de misterio, inocencia y sensualidad. Ivana Baquero está espléndida, lejos queda aquella frágil y pura niña de 'El laberinto del fauno'. De hecho, Baquero vuelve a demostrar su habilidad para personajes perturbadores, hipnóticos e inspiradores para mentes complejas porque, salvando mucho las distancias, Aurora recuerda mucho a Joana, la protagonista de 'Hielo', aquella película en la que Baquero se metía entre los ideas de un creativo y novel guionista. Sin duda, una de las actrices cuya carrera habrá que seguir muy de cerca.

Incómoda y perturbadora, 'Demonios tus ojos' es una de las mejores películas del año. Desprende cine de autor en cada uno de sus fotogramas voyeurs. Eso hace de ella uno de los mejores exponentes del cine independiente español actual. Eso sí, hay que estar advertido, puesto que es tanta la incomodidad en su visionado, que no está hecha para todo tipo de público.

Nota: 8

Lo mejor: Julio Perillán e Ivana Baquero.

Lo peor: No está hecha para todo el pública, su protagonista causará el rechazo de cierto sector más moralista.