Para su cuarto largometraje, el madrileño Pablo Maqueda opta por atreverse a llevar a la gran pantalla la obra 'Grooming', con la que Paco Bezerra exploró este fenómeno, en el que un adulto trata de engañar a un menor a través de Internet para ganarse su confianza y así obtener imágenes sexuales de su víctima, para después chantajearla u obligarle a mantener relaciones sexuales. El cineasta explora esta cruda realidad con 'La desconocida', mostrada en la Sección Oficial del 26 Festival de Málaga.
La obra de Bezerra ponía este tabú en primera línea, algo que mantiene su adaptación cinematográfica, que amplía el escenario inicial, un bosque, para convertir a la ciudad en la otra protagonista y ahondando más en la vida de los dos protagonistas, aparentes verdugo y víctima. Por un lado, el pedófilo, Leo, un varón de mediana edad que se hace pasar por un chaval de 16 años y que ha quedado con Carolina, una joven ingenua y de aspecto encantador.
La cinta va jugando con los personajes, dado que ninguno de los dos dice la verdad y el rol de víctima y verdugo comenzará a difuminarse en una serie de giros narrativos que mantienen expectante al público. A pesar de su temática, 'La desconocida' no es una propuesta de cine social, enmarcándose más bien en el thriller psicológico. Maqueda, quien firma el guion junto con Haizea G. Viana y el propio Paco Bezerra, ahonda en la psique de un personaje turbio, de esos a los que difícilmente se puede humanizar, al monstruo. Su manera de realizarlo recuerda al estilo del cine de Carlos Vermut.
De hecho, 'La desconocida' bien podría ser una ampliación de lo propuesto en la reciente 'Mantícora'. Ahora bien, su ejecución minimalista, heredada de sus orígenes teatrales, provocan que sus giros narrativos la emparenten con 'Hard Candy', especialmente en lo referente a la protagonista femenina, con Laia Manzanares ofreciendo uno de los papeles más extremos e hieráticos de su filmografía. A su lado, Manolo Solo, quien con su carisma le da una inesperada humanidad a su papel. Es interesante la reconfiguración del personaje, dado que en la versión teatral éste era encarnado por Antonio de la Torre, especializado en papeles que bien podrían ser las contrapartes masculinas de los que interpreta Isabelle Huppert.
Un juego del gato y del ratón que se termina volviendo en contra de su premisa
Solo le da mayor trasfondo si cabe. En medio de este duelo interpretativo, queda Eva Llorach como tercera en discordia, cuyo papel sólo era mencionado en la versión teatral. La actriz de 'Quién te cantará' ofrece esa nota disonante entre ese perverso juego del gato y el ratón que tienen Laia Manzanares y Manolo Solo.
Con referencias a las interpretaciones más oscuras de 'Alicia en el país de las maravillas', que toma especial significado dado los mitos que existen alrededor de la figura de Lewis Carroll; 'La desconocida' funciona bien al inicio, pero es el deseo de crear tal ambigüedad y de ahondar en la parte siniestra de la supuesta víctima, que la cinta se pierde en una serie de secuencias que provocan el efecto adverso al deseado.
El juego del gato y el ratón acaba cansando y deja de producirse esa sensación de estar ante un largometraje que siga el espíritu de otros cineastas como el mentado Carlos Vermut o de otros realizadores con ese toque retorcido como Claire Denis, Michael Haneke o Yorgos Lanthimos. 'La desconocida' es un intento de incomodar y sacar al público de su aburguesada zona de confort. El resultado deja un agridulce sabor de que la premisa daba para mucho más y que esa ambigüedad con la que tan bien juega al inicio, termina volviéndosele en contra.