Haga lo que haga, Guy Ritchie es uno de los cineastas actuales que mejor poder de convocatoria tiene, con permiso de Nolan, Tarantino, Anderson, Snyder o Coppola (hija). No obstante, es también uno de los más irregulares, dando una de cal (como 'RocknRolla' o la primera entrega de 'Sherlock Holmes'), pero también una de arena (como 'Operación U.N.C.L.E.' o el remake de 'Aladdin'). ¿Dónde estaría entonces 'Despierta la furia', su reencuentro con Jason Statham, una de sus primeras musas?
Tras haberse convertido en uno de los directores que ayudó a las salas españolas durante el estallido de la pandemia, pues la estupenda 'The Gentlemen: Los señores de la mafia' fue una de las películas que levantó la taquilla durante la reapertura de los cines tras el duro confinamiento de marzo; ahora regresa con un remake de 'Le convoyeur', thriller francés dirigido por Nicolas Boukhrief y protagonizado por Albert Dupontel y Jean Dujardin. Justo por ser una versión hollywoodiense de una cinta europea, surge la duda de hasta qué punto 'Despierta la furia' es una apuesta personal de Ritchie o es un proyecto por encargo.
Y es que 'Despierta la furia' tiene los ingredientes habituales del cine de Ritchie, especialmente en su primera parte, donde hilvana muy bien acción con un sublime humor negro. Acertada también la fragmentación de la narración jugando con los tiempos, contando la historia desde la mitad de lo sucedido. Por otro lado, está la acción y sus personajes. Ritchie sabe construir protagonistas con carisma, incluso con el papel de Jason Statham, hierático y gélido cual témpano, con el que el británico muestra su habilidad para interpretar al cliché de tipo duro. Por otro lado está Josh Hartnett, el cual vuelve del anonimato para ofrecer una aparición loable, en la que toca reivindicarle como un secundario roba-escenas.
Ritchie realiza una correcta película policíaca que destaca por sus personajes
Sin embargo, a pesar de que la acción y la tensión funcionan, la mezcla no termina de entrar de la misma forma que sí lo hizo la más que mentada 'The Gentlemen', provocando la sensación de que, en algunas secuencias, Ritchie va con el piloto automático. Y esto también se refleja en su guion, escrito a tres manos entre Ivan Atkinson, Marn Davies y el propio Ritchie. Sí, las piezas encajan, el público puede disfrutar de este thriller policíaco enrevesado. Sin embargo, a un realizador como Ritchie se le exige más.
De estar dirigida por Jaume Collet-Serra o el tándem Bilall Fallah-Adil El Arbi, podría estar hablándose de una cinta notable de acción. Sin embargo, para alguien como Ritchie, es una producción eficiente, de esas que aprueba, puesto que el filme no es malo, pero al que le falta ese toque propio del director de 'Snatch. Cerdos y diamantes', estando demasiado condicionado por su naturaleza de remake, pese que la cinta original francesa tenía un trasfondo más complejo, relacionado con la globalización, la precarización del sistema laboral, la corrupción y el espionaje industrial y la versión estadounidense parece una adaptación desnatada en la que prima solamente el deseo de venganza. Sí, toca por encima la situación marginal en la que quedan varios veteranos de guerra. Sin embargo, Ritchie no ahonda en esta cuestión, como si necesitase solo una excusa para solidificar su relato.
Y quizás ahí está la cuestión. Pese a divertir, a tener una narración desordenada que favorece que el público esté intrigado, 'Despierta la furia' no consigue trascender más allá. Afortunadamente, su tensa acción funciona como un reloj, logrando ser un eficaz divertimento que cautivará a los fans del género. O sea, dicho de otra forma, un proyecto por encargo que supera su usual nota media en estas producciones.
Nota: 6
Lo mejor: Ver a Jason Statham en su salsa, disfrutando con un personaje escrito para él.
Lo peor: Se echa en falta un mayor trasfondo y complejidad. Ritchie hubiera podido haber hecho suyo este remake.