1999 me pilló con 11 añitos. Como público objetivo que era, caí de lleno en los universos de 'Pokémon' y 'Digimon', y como buen millennial con bastante síndrome de Peter Pan nunca los he llegado a abandonar. 'Pokémon' ha sido algo más fácil de seguir gracias a los videojuegos. Pero tengo que admitir que a los monstruos digitales les había perdido bastante la pista. A pesar de ello, es pensar en el sacrificio de Wizardmon o el clímax de la primera temporada del anime y se me vuelve a poner la piel de gallina. 'Digimon Adventure', o simplemente 'Digimon' como se conocía aquí, era una serie de animación para niños, sí, pero no trataba a los niños por tontos. La intensa aventura de Tai y los demás en el mundo digital me acabó dejando marcado. Siempre ha estado ahí. Y alguna vez he vuelto a ella porque esa primera temporada consiguió algo realmente especial. Ese sentimiento se ha mantenido en 'Digimon Adventure: Last Evolution Kizuna', la película que, esta vez sí, es el desenlace que merecía de la historia que comenzó en un campamento de verano hace ya muchos años.
La película tiene lugar años después de 'Digimon Adventure Tri', el revival de la historia de los Niños Elegidos originales que empezó su emisión en Japón en 2015 (tampoco es necesario haberlo visto para pillar la historia de la película más allá de la aparición de Omegamon). Tai, Matt, Sora, Izzy, Mimi y Joe ya no son unos niños. Todos se encuentran cursando estudios superiores o ya tienen un trabajo. Sus Digimon siguen a su lado, en el mundo real, que es el escenario principal de toda la trama. Una serie de sucesos extraños, cómo no, les pone en alerta: los niños elegidos del mundo están cayendo en coma, y sus Digimon están desapareciendo.
'Digimon Adventure: Last Evolution Kizuna' decide centrar el protagonismo en los dos líderes de los Niños Elegidos: Tai y Matt. Aunque veremos a todos en mayor o menor medida, Tomohisa Taguchi ha querido no hacerla excesivamente coral para profundizar en el momento vital en el que se encuentran ellos dos. Ambos están a punto de terminar la universidad y no tienen nada claro su futuro más allá de eso. Mientras que Izzy y Mimi han optado por la vía emprendedora, con gran éxito, y Joe y Sora por estudios mucho más concretos, los hermanos mayores de T.K. y Kari están bastante perdidos. Por eso, cuando la amenaza surge son los primeros en responder. Prefieren enfrentarse a peligrosos monstruos digitales mucho antes que a sus propias decisiones, y aquí surge el verdadero leit motiv de esta película: hacerse mayor.
Aunque ya vimos un epílogo en 'Digimon 02' en el que se nos presentaba a los Niños Elegidos de las dos primeras generaciones yendo al Mundo Digital con sus hijos y sus Digimon, esta película descarta este camino y presenta una terrible realidad: cuando los Niños Elegidos dejan de ser niños, su vínculo con los Digimon se rompe. Aún peor: ese final está representado como una cuenta atrás, y si los Digimon pelean esa cuenta atrás empezará a consumirse más rápido. Tai y Matt se enfrentan a un enorme dilema: alargar la despedida o salvar la situación una vez más. El guion de Akiyoshi Hongo y Akatsuki Yamatoya, que trabajaron en la primera temporada de la serie, se apoya todo el tiempo en el paso a la madurez, en las decisiones que marcarán nuestra vida a largo plazo y en los sacrificios que tenemos que hacer como adultos. Y lo hace dándonos donde más duele: en la nostalgia.
Recordar el pasado mirando al futuro
Esta película está creada casi única y exclusivamente para todos aquellos que vimos en su día el anime en televisión siendo niños y ahora probablemente tenemos hasta alguna cana. Un neófito en el Mundo Digital se iba a encontrar absolutamente perdido porque no hay ninguna introducción o presentación de personajes o lore. Es como si hubieran encontrado un último capítulo no emitido y lo hubieran rescatado veinte años después de la emisión de la serie. Se nota que es nuevo por una animación más estilizada que es una gozada ver en pantalla grande, unos escenarios de un altísimo nivel de detalle y ciertas animaciones visualmente espectaculares. Pero es 'Digimon' en estado puro, y no deja de recordárnoslo. 'Brave Heart' suena en la Digievolución (que tiene la misma animación que antaño). También escuchamos 'Butterfly' en los créditos iniciales y el Bolero de Ravel, como en el anime. En España se podrá disfrutar con gran parte de los actores que prestaron sus voces a humanos y monstruos en el anime (el pase de prensa fue en versión original, por lo que no puedo valorar cómo podía haber afectado eso a mi corazoncito). Tai todavía guarda sus gafas y su viejo Digivice. Los ataques, los caretos de Tai, el silbato, la armónica... todo nos lleva a sentirnos de nuevo como si fuéramos pequeños. Y luego nos recuerdan que tenemos que crecer. Que no podemos postergar lo inevitable y que tenemos que aprender a dejar el pasado atrás. Pero cuando la película nos empiece a dar puñaladas en el corazón ya habremos pagado la entrada.
Lo cierto es que este, por duro que sea, es el final que merecen las historias de Tai y los demás. Es una película madura que nos hace recordar lo mucho que molaba el anime, nos deja disfrutar una última vez de "la parte divertida" y luego nos invita a asumir lo que hay. Tai y Matt vivirán ese mismo camino, por lo que la conexión con ellos es enorme e inevitable. Y lo que es la aventura tiene la escala de evento cinematográfico que esperábamos, no solo en lo visual o en la música, también en complejidad y nivel de desafío. Si al principio el enemigo parece simplón o predecible (esto en realidad nunca deja de serlo) es porque se reserva para el clímax, que es angustioso y tan oscuro como lo llegó a ser algunas veces la serie. 'Last Evolution Kizuna' no es un capítulo largo, es un momento de catarsis que llevamos veinte años esperando.
Aunque esta catarsis también tiene algunos puntos negativos. Sobre todo a raíz de centrarse tanto en dos personajes. Aunque Kari y T.K. sí se dejan ver más, y por suerte también sus Digimon, el resto de Niños Elegidos tienen una aparición absolutamente secundaria, que llega a niveles indignantes en los casos de Mimi y Sora. Esta última tuvo un cortometraje en el que se explicó el porqué de su notoria ausencia, gajes del transmedia. La segunda generación también hace su aparición y forman parte activa de la trama, pero también de una manera bastante suplementaria. Pero es una alegría que no se hayan olvidado de ellos, que al fin y al cabo forman tanta parte de esta historia original de 'Digimon'. Esta poca presencia de tantos protagonistas es lo que más separa a esta película de la sensación del anime, de ese "uno para todos". Hasta en eso nos recuerdan que puede que haya amistades de la infancia que hayamos dejado atrás. Tampoco ciertas explicaciones están especialmente bien desarrolladas, pero eso es lo de menos porque la carga emotiva funciona estupendamente y consigue dejar con un nudo en la garganta, despertar sentimientos de hace veinte años y utilizarlos a nivel narrativo para causar una reacción que lleva dos décadas cogiendo fuerza.
Me sigue resultando súper paradójico que una película que claramente va dirigida a venderme añoranza quiera decirme tan alto y tan claro que madure. Pero quizás por eso es el mejor final que puedo pedir a la historia de 'Digimon Adventure'. No es el mayor "crowd pleaser", ni el más feliz, pero sí es el que tenía que ser. Como en la vida, llega un momento en el que no podemos postergar el paso del tiempo. Aunque sea una auténtica mierda y den más ganas de llegar a casa, poner el anime otra vez y volver a sentirme un niño de 11 años. En realidad 'Digimon' ni siquiera ha dejado que ese fin de ciclo dure mucho, ya que el año pasado empezó a emitir el reboot del anime con los Niños Elegidos originales, con ánimo de captar nuevas generaciones, pero ahí estamos los que estábamos hace muchos años también. No se puede escapar de la nostalgia, es demasiado tentadora, demasiado confortable. Pero es maravilloso que al menos 'Digimon Adventure: Last Evolution Kizuna' siga poniendo a prueba a protagonistas y espectadores con temas que no se suelen asociar (erróneamente) con películas del estilo. Si tú, como yo, creciste con Agumon y los demás, no te arrepentirás de pagar la entrada. Quizás no es el inocente viaje al pasado que esperabas, pero créeme: es uno mucho más gratificante.
'Digimon Adventure: Last Evolution Kizuna' se estrena en cines el 31 de marzo.
Nota: 8
Lo mejor: Este es el final que merecían Tai y los demás. Un viaje emocional, maduro y difícil. La escala es de película, de evento.
Lo peor: Que no todos los Niños Elegidos tengan el mismo protagonismo. Es una película hecha única y exclusivamente para los que vimos el anime hace veinte años, con una capacidad de entrada casi nula para nuevos espectadores.