Casi una década después de dirigir 'Hacia rutas salvajes', el actor Sean Penn vuelve a la palestra para dar a conocer su nueva obra: 'Diré tu nombre'. En esta cinta, el estadounidense ofrece un retrato de las penurias sufridas por aquellos supervivientes que se encuentran en medio de guerras civiles africanas. Una dura reflexión que presentó en la sección oficial del Festival de Cannes durante su 69ª edición.
Este drama bélico nos cuenta la historia de Wren Petersen (Charlize Theron), una doctora que asume el legado de su padre y se sitúa al frente de una organización de cooperación internacional. Su visión sobre la resolución de los conflictos cambia cuando conoce a Miguel León (Javier Bardem), un doctor que se encuentra salvando heridos en Monrovia. Es entonces cuando la directiva decide unirse a él y ofrecer ayuda a víctimas en Sierra Leona.
Desde el punto de visual, 'Diré tu nombre' es una cinta intachable, enérgica y cautivadora. Utiliza el sentido poético de Terrence Malick y un tono de brutalidad presente en cintas como 'Lore' de Cate Shortland para introducirnos en la aterradora tragedia experimentada en los campos de refugiados. De este modo, los cuerpos mutilados, la sangre y el sudor de los protagonistas circulan ante nuestros ojos sin piedad aunque dentro de un encuadre muy potente y deslumbrante en cuanto a su composición.
Nos encontramos ante una película que utiliza esta estrategia estética con muy buenas intenciones. El abismo de 'Diré tu nombre' consigue quemar nuestra mirada y aproximarnos a un horror tan doloroso como lejano. Empatizamos con todas y cada una de las víctimas de una masacre que se vuelve eterna. Y Sean Penn se posiciona del lado de los que sufren con el objetivo de recordar lo insuficiente que resulta la ayuda del mundo occidental ante este tipo de matanzas. Un conglomerado de sensaciones que se disparan gracias a una recreación de la barbarie más que conseguida.
Eso sí, más de un espectador se mosqueará una vez desarrollada la historia de amor principal. Es entonces cuando el mensaje humanitario y la denuncia social comienzan a tambalearse. El dúo protagonista formado por Wren y Miguel y su atormentada relación se introducen en un universo lo suficientemente relevante y trágico ya de por sí. Y es entonces cuando las piezas no terminan de encajar. Esto se debe a que llegado el momento, el cineasta prioriza el sufrimiento inherente a la pareja sobre la atrocidad humana que parecía haberse propuesto desarrollar. Una decisión que termina alejándonos como espectadores del debate sobre la intervención de las ONGs, el poder real de las campañas gubernamentales o sobre el sentido de salvar a alguien destinado al infierno, por ejemplo.
Adèle nos falla
También es importante señalar que nos hayamos ante una cinta que consigue despegar gracias el rostro afligido de Charlize Theron. Ella y su sentida interpretación casan muy bien con un Javier Bardem en el papel de médico-héroe. Ambos intérpretes se muestran convincentes encarnando a sus personajes. No obstante, no sucede lo mismo con Adèle Exarchopoulos en la piel de la prima Ellen. La actriz protagonista de 'La vida de Adèle' se muestra torpe frente a la cámara y su breve participación resulta fallida alejándonos de ese clima de credibilidad alcanzado con el resto del elenco.
Nota: 6
Lo mejor: Theron y Bardem sacando adelante el film.
Lo peor: Más de un momento-telefilm y un par de moralejas masticadas hasta la saciedad. La película necesitaba menos corazón y más reflexión dentro del universo planteado.
