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CRÍTICA

'Dogman': La ira interior de la drag queen tranquila

Crítica de 'Dogman', dirigida y escrita por Luc Besson. Protagonizada por Caleb Landry Jones. Con Jojo T. Gibbs, Christopher Denham y Grace Palma. Selección Oficial del 80 Festival de Venecia.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 3 de Agosto 2024 | 13:32
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Imagen de 'Dogman'
Imagen de 'Dogman' (Diamond Films)

Cuatro años han pasado desde que Luc Besson estrenase 'Anna', la cual se convirtió en otro sonoro fracaso comercial. En ese momento, el cineasta estaba envuelto en una serie de escándalos judiciales, al haber sido acusado de agresión sexual por parte de la actriz neerlandesa Sand van Roy. Ese mismo año, surgieron declaraciones en prensa de antiguas trabajadoras del realizador que describieron su actitud como "inapropiada".

Fotograma de 'Dogman'
Fotograma de 'Dogman' (Diamond Films)

Sin embargo, el caso terminó desestimado, hasta el punto de que llegó al Tribunal Supremo de Francia, donde también se declaró inocente a Besson. Tras años de perfil bajo, el cineasta, otrora uno de los símbolos de los blockbusters de factura gala mediante su compañía EuroCorp, volvió con 'Dogman'. Presentada en la Selección Oficial del 80 Festival de Venecia, donde compitió por el León de Oro, llega ahora a salas comerciales la que es su redención cinematográfica.

'Dogman' tiene alma de cine comercial con la mirada propia del director que estuvo detrás de título como 'Léon (El profesional)' o 'Nikita, dura de matar'. Eso sí, lo lleva a un nivel diferente, con la ruptura de géneros en una película que tiene esencia de thriller y drama con tintes de terror psicológico. Inspirada en un caso real de un joven que vivió malos tratos y que estuvo enjaulado con perros durante su niñez.

Fotograma de 'Dogman'
Fotograma de 'Dogman' (Diamond Films)

Besson sabe surfear la mezcla de géneros

La cinta es una sucesión de traumas, de malos tratos y una espiral de desprecio que el protagonista reconvierte en un relato empoderado que se despide de los estereotipos de género. El joven busca su venganza pero su máximo disfrute es cuando actúa de drag queen. El protagonista abraza lo que aparenta ser su debilidad y lo reconvierte en su principal fortaleza. A ritmo de Édith Piaf o Cher, vestido de Marilyn Monroe y con taconazos y peluca, el joven crea su escudo y se convierte en un peligroso cerebro criminal que es capaz de declamar a Shakespeare. A ello se suma que está en una silla de ruedas.

Fotograma de 'Dogman'
Fotograma de 'Dogman' (Diamond Films)

Una extraña combinación que bien podría ser una mezcla entre 'Joker' y 'Las aventuras de Priscilla, reina del desierto'. El resultado es un hipnótico thriller con el que Besson, quien también firma el guion, muestra ser capaz de salir de su zona de confort. Película de ambición comercial, pero más pequeña, que sabe cautivar y que tiene a los perros y a la interpretación de Caleb Landry Jones como sus principales virtudes.

'Dogman' es la redención del propio Besson y un curioso empoderamiento que va más allá de la purpurina, en una vertiente que comenzaron Sam H. Freeman y Ng Choon Ping con la magnífica 'Femme'. El realizador demuestra que, a sus 65 años, tiene margen para sorprender e innovar, como hizo Paul Schrader con su particular trilogía de la expiación.

7
Lo mejor: La sorprendente reinvención de Besson y en la manera en la que sorprende al mezclar géneros.
Lo peor: Su premisa daba para una historia más profunda, especialmente un protagonista como el que interpreta Caleb Landry Jones.