Las comedias erótica-festivas que buscan romper los tabúes de las relaciones sentimentales están de moda en el cine español. Tras el éxito de la estupenda 'Kiki, el amor se hace', han llegado varios títulos que narran distintas formas de amar como 'Como la espuma', 'Paella Today', 'Amor en polvo' o 'Poliamor para principiantes'. De hecho, el año que viene, llegará a los cines 'El juego de las llaves', un título que aspira a ser un blockbuster y que también explora las relaciones contemporáneas. En medio de esta tendencia, se estrena ahora 'Donde caben dos', una gran apuesta coral de Paco Caballero, el cual es su segundo largometraje tras 'Perdiendo el este'.
La particularidad que tiene 'Donde caben dos' es que está plagada de estrellas de la industria, más de una quincena de nombres y rostros muy conocidos por el público. Su narración coral lo justifica, pues son entre cinco y seis las historias que conforman este relato, cuyo nexo de unión es un local de intercambio de parejas -aunque una de sus tramas es paralela, no obstante, tiene al local como inspiración-.
Y sí, 'Donde caben dos' comienza de manera simpática, muestra sus cartas al inicio, al mostrar los deleites del eros y que dejarse llevar por ello, por la inmediatez de los placeres carnales, es una manera de romper con los clásicos conceptos del amor romántico y las parejas con proyectos a largo plazo. Para ello, justo aprovecha las diversas tramas que tiene, para exponer desde diferentes perspectivas sus tesis.
Es ahí donde la cinta comienza a naufragar. Tras los fuegos de artificio de su planteamiento inicial, la película presenta demasiadas tramas, es excesivamente coral. Sí, tanto 'Kiki, el amor se hace' como, por ejemplo, 'Shortbus' contaban con varias subtramas y tenían como columna vertebral la premisa de ver el sexo de manera diferente a la convencional. Sin embargo, Caballero, el cual firma el guion junto con Daniel González, Eric Navarro y Eduard Solà, comete el error de introducir demasiadas y, encima, tremendamente similares.
Al contar demasiadas historias, la cinta se ve obligada a extender su duración, lo que hace que el frenesí de la excitación vaya perdiéndose. Por otro lado, tampoco logra ahondar en cada trama, siendo todas demasiado superficiales y poco elaboradas. De hecho, solamente llaman la atención dos de ellas, la que sucede en paralelo con Ernesto Alterio, Pilar Castro, Luis Callejo y María Morales y la liderada por Raúl Arévalo y Verónica Echegui.
Demasiadas historias para disfrutar del frenesí sexual
Por otro lado, 'Donde caben dos' se hace trampas a sí misma. Lo que comienza como una apuesta por la ruptura de tabúes acaba derivando en una comedia romántica al uso, en la que se plasma un sentimiento idealizado de la pasión en su máxima expresión. Eso sin olvidar que el largometraje -con una innecesaria narración en off- aunque expresa que no debe juzgarse a nadie por su manera de amar (y de copular, todo sea dicho), también deja un mensaje lo suficientemente explícito para censurar y mirar de forma despectiva a todo aquel espectador que no comparta su visión de lo que es el amor y el sexo.
'Donde caben dos' acaba cometiendo los mismos errores que casi todas las propuestas de este estilo, su cobertura simpática y buenrollista tiene de trasfondo una clásica -y mucho más convencional de lo que se piensa- mirada hacia el amor, no queriendo ahondar en otros aspectos de las relaciones como lo que significa el intercambio de parejas y cómo influye este en lo cotidiano. Una propuesta que hubiera podido ofrecer algo diferente de verdad.
Nota: 5
Lo mejor: Su toque refrescante del inicio.
Lo peor: Una vez marchadas las burbujas de esa chispa refrescante, es una comedia romántica mucho más convencional de lo que aparenta. Su mirada del amor busca más imponerse que ser una alternativa.