Después de años y años de rumores y cuelgues y descuelgues, llega la secuela de la icónica 'Dos tontos muy tontos', con los mismos directores y reparto protagonista: un volver a los comienzos. Y así está planteado el filme, que no deja de ser un homenaje a la original (siendo mucho más disfrutable por los aficionados a la primera entrega) que con mejor o peor gusto consigue sacar alguna que otra risa si se mira la película como lo que es: la historia de dos amigos con más de tarados que de idiotas en una historia que aún siendo simple ellos mismos se encargan de complicarla cada vez más. Eso sí, uno de los mayores atractivos del metraje es ver a Jim Carrey y a Jeff Daniels retomar unos papeles que dejaron atrás hace 20 años, siendo a su vez, todo un ejercicio de nostalgia para los que disfrutaron (o no) de la original.
El argumento del filme nos llevará en la búsqueda de la hija desconocida de Harry (Daniels), con el objetivo de que le done un riñón ya que comparten el mismo grupo sanguíneo. La historia pues, tiene el mismo concepto que otros cientos: los protagonistas tendrán que cruzar los Estados Unidos como bien puedan, en búsqueda de una persona que se encuentra en la otra punta, ni más ni menos. Este viaje será un mero pretexto para que vuelva a ocurrir de todo menos lo más lógico en el trayecto, que a su vez tiene mucho que ver con la historia de la primera parte, llegando uno a preguntarse si se trata de un homenaje, o más bien, de simple vagancia narrativa.
El punto fuerte de la cinta es volver a ver a su pareja protagonista después de 20 años de carrera desde su primera parte: con un Jim Carrey ganador de dos Globos de Oro por 'Man on the Moon' y 'El show de Truman' y un Jeff Daniels con un Emmy a Mejor Actor de una Serie Dramática por 'The Newsroom'. Lejos de sus carreras posteriores a la primera parte, en 'Dos tontos todavía más tontos' vuelven a sus roles con una complicidad admirable, lo cual hace que dentro de lo acertado o desacertado de las situaciones que les va proponiendo la historia, uno llegue a ver a simplemente a dos amigos de mucho pasándoselo bien en pantalla, porque simplemente, es eso.
Nos encontramos con una comedia irrealista y absurda, en su mayoría plagada por humor físico y efectista, siendo toda ella una situación hilarante tras otra, sin mucho más que contar en ello. No hay que buscar en ella mucho más que mera diversión distendida y "tonta", ya que el filme no tiene mucha más lectura que la que evidencia en pantalla. En el caso de querer ver más en ella que lo que ofrece, nos topamos con un muro de simpleza y resoluciones básicas, donde lo que ocurre no es relevante para la historia del cine ni pretende serlo.
En todo el viaje que nos propone la historia nos encontraremos con altibajos cómicos, donde algunos puntos de guión sí que son algo más elaborados y graciosos, y otros simplemente patéticos y fuera de contexto, y entre estas dos vertientes veremos más o menos que nos quiere contar la trama, que pese a que tiene algún que otro giro interesante, no llega a sorprender verdaderamente en ningún punto y simplemente es un continuo deja vú de lo que hemos estado viendo en el cine de comedia desde que existe. Una lástima que el riesgo narrativo en esta cinta sea casi nulo, y nos encontremos ante una obra que repite viejos gags e incluso situaciones de la original, continuando mi duda de si es homenaje o vagancia. En algunos se nota el homenaje, pero otras múltiples veces es solo dejadez.
Un trayecto ya conocido
Eso sí, el largometraje ofrece situaciones bastante variadas e incluso insospechadas, que si bien no sorprenden, sí que dan dinamismo a la trama y hace que el ritmo general se mantenga bastante bien, con algún bajón cuando se nos intenta contar algo que, primero ni es muy relevante, y en segundo tampoco interesa. Por momentos sí consigue que el espectador se diga a sus adentros que ahora mismo, después de lo visto, puede pasar cualquier cosa, y ahí reside el encanto de sus personajes e historia: que el un acto tan simple como cruzar un pasillo, cuando son los personajes lo que los hacen esperamos que pueda pasar cualquier calamidad.
En definitiva, 'Dos tontos todavía más tontos' es en primer lugar un homenaje a los fans de la original, que no ha buscado riesgo alguno en contar su historia y donde lo que prima es lo absurdo e irreal. No tiene la frescura de la primera entrega, y esa es una de sus mayores pegas, pero no deja de ser una comedia tal cual donde lo interesante es ver la química de sus actores protagonistas en pantalla, sus meteduras de pata, y todo el halo de diversión distendida que ofrece. Es una película para ver de buen humor, y no buscando que nos eleve el que ya tenemos, puesto que busca una mirada cómplice y no crítica, porque siendo honestos: no es nada que no hayamos visto antes.