Si hay un refrán popular que se cumple es que "la realidad supera con creces a la ficción". En el año 1961, un taxista desempleado de 60 años, Kempton Bunton, robó de la National Gallery el cuadro 'Retrato del duque de Wellington', pintado entre 1812 y 1814 por el célebre artista español Francisco de Goya, una obra que acababa de llegar a la pinacoteca británica y que fue ampliamente publicitada, lo que provocó que el golpe fuese mucho más inesperado, dadas las medidas de seguridad del museo. Un hecho que había quedado enterrado en la memoria colectiva hasta ahora, pues Roger Michell, para su última película, trajo esta historia a la gran pantalla con 'El duque', filme que fue presentado en la Selección Oficial, fuera de concurso, del 77 Festival de Venecia.
Tal fue la surrealista situación del robo, la policía británica siempre dudó de la autoría de Bunton -años después, se creyó que quien hurtó el retrato fue su hijo Jackie-. No obstante, tal fue la manera simple y burda de la sustracción ilegal de la obra de arte, que hubiera sido impensable que crear una historia de ficción de esta naturaleza, lo que ahonda en esa sensación de que la realidad supera con creces a la imaginación de cualquier guionista. Para su largometraje, Michell busca ahondar en los motivos de la familia Bunton se robar el lienzo y los cuales no estaban relacionados con el tráfico de arte, la estafa o el fraude, lo que hace que el filme se acerque más al cine social que a los thrillers de acción sobre atracos.
Y es aquí donde Michell, quien dirigió un guion firmado por Richard Bean y Clive Coleman, opta por convertir al supuesto ladrón protagonista en un antihéroe de lo más mundano. Los motivos del robo no son otros que la mera disidencia política, un movimiento inicial de los muchos que surgieron en la década de los 60. Gracias a este acto, Bunton, durante el juicio, tuvo una auténtica tribuna para pedir que los jubilados dejen de contribuir en impuestos a la televisión pública, algo que se logró en 1999, 38 años después del robo, aunque, desde 2020, solamente no contribuyen los pensionistas de menores rentas.
Notable comedia con dos protagonistas extraordinarios
Y es gracias a convertir a Bunton un estrafalario antihéroe, lo que convierte a 'El duque', en uno de los mejores trabajos de Michell de los últimos que realizó en el cine y que, tristemente, se ha convertido también una agridulce carta de despedida, pues la cinta destaca también por una mirada social que lo acerca a comedias sociales como 'Full Monty'. Y eso lo consiguen sus actores protagonistas. Jim Broadbent vuelve a hacer una clase magistral de interpretación, con un papel que doma y que lleva a su terreno, ofreciendo una vis cómica natural y espontáneo, provocando la conexión inmediata con el público. Su contraparte es Helen Mirren, magnífica siempre, que, en la cinta, sirve de contrapeso del carácter arrollador de su marido.
Con actores secundarios de lujo, destacando especialmente Fionn Whitehead como el hijo menor del matrimonio Bunton y de Matthew Goode como el abogado defensor del ladrón oficial del retrato; 'El duque' es una notable y amable comedia que busca demostrar que ese cine de clase media y mirada europea busca su lugar en la actual industria cinematográfica a través de propuestas entrañables y divertidas.
'El duque' ya está disponible en Movistar Plus+.
Nota: 7
Lo mejor: Ver a Jim Broadbent con un personaje tremendamente carismático. Su mensaje social.
Lo peor: Que su estreno en España haya sido directo a plataformas y no a cines.