Dos años después de experimentar con el wéstern en 'Sordo', el realizador Alfonso Cortés-Cavanillas regresa a los largometrajes de ficción tras estar una temporada centrado en el documental. Lo hace entrando de lleno en el thriller psicológico con 'Ego', ganadora de los premios al mejor filme, mejor guion y mejor actriz en el Festival de Cine de Terror de Brooklyn, con la que explora un período tan cercano a la actualidad como fue el confinamiento que vivió la sociedad española en la primera ola de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020.
'Ego' crea un ambiente de tensión en un escenario aparentemente normal, una joven de 19 años que vive con su madre en el madrileño barrio de Argüelles y que mata las horas muertas ligando con chicas en una aplicación de citas tipo Tinder. Es ese mundo virtual con el que Cortés-Cavanillas, quien dirige un guion de Jorge Navarro de Lemus, explora las consecuencias de compartir toda una vida en la red y cómo un drama sobre el coronavirus termina derivando en una película de suspense.
En esa metamorfosis, Cortés-Cavanillas va creando una atmósfera que evoca a 'Perfect Blue', la obra maestra de Satoshi Kon, que en 1997 ya mostró los peligros de Internet relacionados con la suplantación de la identidad y la creación de alter egos virtuales como perturbadores Doppelgänger. En esa línea navega el filme, narrando el calvario de una joven que va descubriendo que otro sujeto no solo se está haciendo pasar por ella, sino que es tremendamente similar.
María Pedraza ofrece una de sus interpretaciones más logradas
Es aquí donde el cineasta hace un juego de espejos, en el que no queda claro, solo al inicio, qué forma parte de la realidad de la trama y qué es mero producto del delirio. En ese sentido, María Pedraza logra una de sus interpretaciones más conseguidas, pues sabe transmitir el constante y angustioso desconcierto que vive su personaje. A su lado, unos secundarios correctos, destacando Pol Monen como fiel amigo.
Ahora bien, a pesar de tener un clímax que mantiene la intriga hasta casi el final, Cortés-Cavanillas comienza a dar demasiadas explicaciones a lo que está pasando, hasta el punto de romper esa atmósfera de misterio, pues el público ya comienza a ver cuánto hay de real y cuánto de alucinación hay, pues el trasfondo es un trágico suceso familiar, que pone en relieve, por otro lado, la importancia de cuidar la salud mental. Un mensaje social que funciona pero que resta tensión al thriller.
Lo que provoca que 'Ego' sea un interesante filme de suspense que llega a un punto en el que no sabe cómo ofrecer un desenlace satisfactorio, a pesar de su buena y claustrofóbica ambientación y unas interpretaciones muy entregadas. Eso sí, toca varios temas que invitan a disfrutar, especialmente en su inicio, de un filme que sabe jugar sus cartas y demuestra que no hace falta salir de casa para vivir una experiencia terrorífica.
Nota: 6
Lo mejor: El clima de tensión del inicio y la interpretación de María Pedraza.
Lo peor: En su parte final, el filme termina dando demasiadas explicaciones, lo que hace que la constante sensación de intriga se pierda.