El documental deportivo ha logrado erigirse como un subgénero que ha conseguido conectar con sus seguidores. No obstante, hay ciertos títulos que traspasan las líneas, narrando historias que pueden cautivar al público más profano, como fue el caso de Gabe Polsky, que contó la historia del equipo de hockey sobre hielo soviético liderado por Slava Fetisov en 'Red Army', o los retratos del cineasta Asif Kapadia que hizo del icónico piloto brasileño Ayrton Senna o del futbolista argentino Diego Maradona.
Quizás con ambiciones más didácticas que cinematográficas, en esa línea se mueve Juan Rodríguez-Briso con su primer documental, 'Eighteam', coproducción entre España y Zambia que pudo verse en la sección Doc Corner del Marché del Festival de Cannes de 2015, convirtiéndose en la primera producción zambiana en pisar la Croisette, y que pasó por la sección Documental de la Seminci de Valladolid de 2014.
Rodríguez-Briso hace una crónica de la selección de fútbol de Zambia. De cómo el deporte rey consiguió unir a un país con diferentes etnias y raíces, que se dejaron a un lado para compartir un sentimiento colectivo de orgullo y pasión que hizo soñar a toda una ciudadanía. Fue su sorprendente victoria frente a Italia en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988 en la Primera fase lo que llamó la atención del público internacional. Una selección que prometía ser la gran estrella de la década de los años 90.
Una historia de una pasión que ha unido a un país diverso
Sin embargo, en abril de 1993, una tragedia asola a Zambia, al morir toda su selección en un accidente aéreo en Gabón. Rodríguez-Briso sabe transmitir esa pasión del inicio y la combina con el dolor y la tristeza que provocó la pérdida de 18 jóvenes que pusieron al país africano en primera línea. Para ello, el documentalista cuenta con un curtido grupo de expertos, varios de ellos testigos y protagonistas de esta crónica deportiva. El director opta por enlazar este sueño interrumpido con la Tragedia de Superga de 1949, en la que fallecieron los 18 jugadores del Torino Football Club, considerado uno de los mejores de la Italia de la época y que era base de la selección del país transalpino.
Como la realidad supera a la ficción, Rodríguez-Briso también narra el camino por el desierto de la selección zambiana tras la pérdida de su Dream Team, un recorrido que culmina con la victoria del equipo de la Copa Africana de Naciones, que el país logró en febrero de 2012, 18 años después del accidente de avión, y con un victoria contra Costa de Marfil en la tanda de penaltis, a la que llegaron haber empatado y de tener 18 penales. Hay incide el documentalista, de ahí el título de la película, que hace referencia a ese mágico número 18.
Y en esa historia de auge, caída y ascenso, Rodríguez-Briso consigue transmitir esa pasión con la que el país africano ha vivido el fútbol. El director acierta con el tono, al utilizar la clásica estructura del documental de declaraciones para combinarlo con secuencias de archivo que trasladan al público a 1988, a 1993, a 2012. Puede que no tenga la ambición de 'Democracia em preto e branco', con la que Pedro Asbeg mostraba el impulso del fútbol en Brasil como un eco del pueblo, pero 'Eighteam' cuenta con la suficiente pasión para conquistar, incluso a los más profanos, gracias al ánimo que fue más allá del deporte, al ser el orgullo de toda una sociedad.
Nota: 7
Lo mejor: La pasión que se transmite sobre la selección de Zambia y su breve duración.
Lo peor: No tiene esa ambición cinematográfica de 'Red Army' o 'Democracia em preto e branco', algo que le hubiera llevado a otro nivel.