Que una película vaya a promocionarse a un festival y solo dejen verla en un único pase no suele ser buena señal. Y mucho menos en plena pandemia del coronavirus con aforos tan reducidos en las salas. Esto es lo que pensé de 'El año de la furia' cuando se presentó el pasado 2020 en una pequeña gala en la Seminci, donde ante la reducción de localidades apenas unas pocas personas pudimos acceder a ver este thriller ambientado en los comienzos de la dictadura uruguaya a principios de los años 70. Pero nada más lejos de la realidad.
'El año de la furia' resultó ser toda una sorpresa. Una producción cuidada al milímetro que nos adentra en el horror de un régimen dictatorial desde diversas perspectivas, personajes e historias. Una película con cierto enfoque didáctico sobre la historia de un país que no ha sido tratada tan regularmente en el cine, lo que le confiere un punto novedoso frente a la infinidad de películas de temática similar procedentes de Latinoamérica.
Su trama nos sitúa en 1972, justo en los albores de la dictadura en Uruguay. Se nos presenta a Diego (Alberto Ammann) y Leonardo (Joaquín Furriel), dos guionistas de un programa de televisión que ven cómo las presiones y la censura pretenden acabar con su mordaz sátira política sobre los cargos militares que empiezan a ocupar altas posiciones en el país. También conocemos a Rojas (Daniel Grao), un oficial militar que ante la llegada de la dictadura se empieza a ver superado, sobre todo cuando tiene que llevar a cabo torturas a las que se opone.
Ambas son las tramas principales sobre las que se vertebra 'El año de la furia', donde se da juego a hablar del papel de los medios de comunicación, de la libertad de expresión, la censura, el poder militar o las secuelas personales de sus implicados. Pero además, la película apuesta por sacar múltiples subtramas que llevan a analizar el contexto de la dictadura uruguaya con mayor profundidad, sobre todo en lo que respecta a la introspección de los personajes y sus ambientes. Sí que es cierto que a ratos se pierde al tratar de abordar demasiado, que algunas tramas chirrían y que por momentos resulta algo manipuladora. Pero nada extremadamente grave que llegue desmerecer la película.
Muy destacable la labor tras las cámaras de Rafa Russo, cineasta que tras dirigir varios cortometrajes, la película 'Amor en defensa propia' y trabajar en guiones como el de la comedia '¿Qué te juegas?', aborda su segundo largometraje como director con 'El año de la furia'. Hasta el momento sus trabajos se habían enfocado hacia el terreno de la comedia, pero su abordaje del thriller en esta historia con componente histórico es excelente, sobre todo en el manejo de la tensión y el ritmo, puesto que consigue que su visionado sea una experiencia intensa y trepidante.
No me olvido de su admirable apartado artístico, que acierta de lleno en la representación del Uruguay de los 70 y del turbulento ambiente. Tampoco de su reparto. Y es que aparte de unas soberbias interpretaciones por parte de su elenco protagonista encabezado por Alberto Ammann, Joaquín Furriel y Daniel Grao, cuenta con un amplio plantel de secundarios cuyo trabajo es sobresaliente, en especial Sara Sálamo y Martina Gusman. También vemos por allí a Maribel Verdú, pero su presencia es bastante reducida, pareciendo su inclusión un mero trámite para justificar la coproducción entre España y Uruguay y poder tener un buen reclamo comercial para vender la película al público español. Aunque aún con su breve tiempo en pantalla, si algo nunca falla es su carisma y buena presencia en pantalla.
Nunca está de más recordar el pasado
Pero de todas las virtudes de 'El año de la furia' creo que me quedo con su marcado carácter didáctico. Su énfasis en dar a conocer de la manera más detallada posible lo ocurrido en Uruguay en los comienzos de su dictadura militar, de enseñar cómo de la noche a la mañana todo puede dar un vuelco, de mostrar el papel que juegan los medios de comunicación en la sociedad o la dureza de la represión, parece dialogar directamente con la actualidad y ese resurgir de los discursos de extrema derecha que cada día parecen más instaurados a nuestro alrededor. Y es que nunca está de más tener en mente de dónde venimos para no repetir los errores del pasado. Y este mensaje está más que presente en esta notable y certera película que es 'El año de la furia'.
Nota: 8
Lo Mejor: Su riqueza narrativa, su ritmo, tensión, dirección y trabajo actoral
Lo peor: A veces se pierde al querer abarcar más de lo necesario.
