En un momento en el que la fantasía y la ciencia ficción gozan de plena salud dentro de la industria cinematográfica (así lo demuestran las cifras obtenidas por 'Vengadores: Endgame' o las múltiples adaptaciones de películas Disney al life-action que nos esperan en los próximos meses), C. Martín Ferrera apuesta por adentrarse en el género con una película de bajo presupuesto adaptando la novela de Marc Pastor: 'El año de la plaga'.
Protagonizada por Iván Massagué, Ana Serradilla y Miriam Giovanelli, la cinta nos introduce en la vida de Víctor, un asistente social para personas de la tercera edad que está atravesando una dolorosa ruptura, por lo que sus compañeros de trabajo le organizan una cita a ciegas. En medio de un intento por recuperar su estabilidad emocional, sin embargo, el mundo parece irse a pique: una pandemia está afectando a dos tercios del planeta y una oleada de suicidios entre la población anciana empiezan a preocuparle.
El hecho de tratarse de una película de bajo presupuesto provoca que nos encontremos ante una historia donde la utilización de efectos especiales es prácticamente nula. Una decisión acertada y auto-consciente que la convierte casi en una cinta de Serie B donde prevalece la importancia de los personajes y las relaciones que se establecen entre ellos por encima de los elementos fantásticos, que sin embargo no quedan en ningún momento trasladados a un segundo plano.
El tándem interpretativo formado por Massagué, Serradilla y Giovanelli es sin lugar a dudas uno de los grandes atractivos de la película: sus diálogos, expresiones y gestos trabajan siempre a favor de la narrativa, aportando naturalidad y verdad incluso en los momentos donde el guion deja mucho que desear.
Mención aparte se merece el trabajo realizado por Silvia Abril, Brays Efe y Canco Rodríguez, encargados de aportar los tintes de comedia en medio del apocalipsis que se aproxima. Junto a estos, las referencias a la cultura popular (tanto explícitas como implícitas) y el uso de un lenguaje actual y coherente con los personajes hacen que mantengas la atención durante toda la cinta.
La otra cara de la moneda
Ángeles Hernández, Miguel Ibáñez Monroy, David Matamoros y el propio autor, Marc Pastor, son los encargados de firmar el guion trasladando 'El año de la plaga' a la gran pantalla y, pese a los aciertos mencionados, la película fracasa en la ciencia ficción al no dar respuesta a ninguna de las incógnitas que se plantean durante el filme.
En un intento por alejarse de los ambientes habituales que rodean a este tipo de historias y ante la imposibilidad de resolver ninguna de las preguntas de manera digna por una cuestión monetaria, la película termina de la misma forma en la que empezó: a la mitad, con la sensación de una historia de origen por narrar y un final que construir.
De esta forma, Martín Ferrera triunfa en entregar a los espectadores una historia donde sus protagonistas dan una clase magistral de buena interpretación, consiguiendo centrar su atención en las relaciones que se conforman alrededor de los mismos, pero fracasa en presentar una historia fantástica creíble y bien construida.
Nota: 6
Lo mejor: La interpretación del reparto y el atrevimiento a contar una historia de ciencia ficción low-cost sin necesidad de usar grandes efectos especiales.
Lo peor: Todas las incógnitas sin resolver que se van planteando a lo largo de la cinta.
