La Operación Carne Picada (Operation Mincemeat) fue una de las más importantes y singulares del ejército Aliado durante la Segunda Guerra Mundial. Consistió en colocar un cadáver en las costas españolas y hacerlo pasar por oficial británico con documentos confidenciales de una supuesta invasión a Grecia. Cuando los nazis lo encontraran, mandarían refuerzos al país mediterráneo y esto despejaría el camino para el auténtico plan, invadir Sicilia. Esta inusual estratagema llega ahora a los cines de la mano de John Madden con su nueva película, 'El arma del engaño'.
Además del oscarizado director de 'Shakespeare in Love (Shakespeare enamorado)', la cinta cuenta con un extenso reparto de lujo. Colin Firth y Matthew Macfadyen lideran el elenco, en el que también se encuentran los rostros de Jason Isaacs, Kelly Macdonald, Penelope Wilton o Johnny Flynn. Además, en España también reconoceremos las caras de actores nacionales de la talla de Pedro Casablanc o el fallecido Óscar Zafra. Y es que Madden ha querido rodearse de una lista de intérpretes a la altura de la historia que quería contar.
Guerra sin disparos
La apuesta del cineasta, pese a lo atractivo de su premisa, era un tanto arriesgada. 'El arma del engaño' maneja una fantástica historia real recogida en decenas de libros y documentos oficiales. Pero a nivel cinematográfico, representar un thriller bélico sin mostrar el campo de batalla es complejo. El vaivén de oficinas y despachos de esta guerra invisible de espías corre el riesgo de hacer que la película se disperse. El veterano cineasta lo sabía, y para evitarlo lo fundamental era contar con un buen guion.
Y lo tiene. 'El arma del engaño' juega con la gran astucia de unos diálogos muy afilados y precisos puestos en boca de un reducido grupo de protagonistas que reflexionan sobre la guerra, sí, pero también sobre la naturaleza humana. De esta forma, el plan no es el único elemento importante de la trama, sino que comparte terreno con los melodramáticos problemas de unos héroes llenos de secretos e inseguridades.
La conjunción de ambos elementos, operación y protagonistas, resulta indispensable y todo un acierto, pues la película se mueve constantemente de uno a otro sin dejar que uno pierda o gane demasiado peso. Cada acción personal puede afectar al futuro de la estrategia y, con ello, al devenir de la guerra. Y cada pequeño avance obtenido en dicho plan se adscribe a las emociones y vivencias de Ewen Montagu y compañía. Con ello se logra un interés total por parte de la audiencia del primer minuto al último.
Densa pero entretenida
Pese a todo, la falta de escenas de acción y la consecución constante de diálogos llenos de carga dramática hacen de 'El arma del engaño' una película francamente densa. Como director de orquesta, Madden es capaz de introducir pequeñas escenas de alivio, como ciertos guiños a 007, para que el espectador se tome un respiro antes de volver a sumergirse en los enredos de la compleja historia. Pero la duración de la cinta, que sobrepasa las 2 horas, termina por dejar algo exhausto. Sin llegar a hacerse pesada, no puede decirse que sea un entretenimiento ligero.
Lo que sí tiene para compensarlo es un reparto totalmente entregado a la causa, tanto como los personajes a la misión encomendada. La construcción de todos ellos es magnífica para generar una rápida empatía, pero es que además, al tratarse de personas reales, los intérpretes se han volcado de lleno y con un profundo respeto. Especialmente acertado está Macfadyen como Charles Cholmondeley. Su expresividad contenida convierte al personaje en el más interesante de toda la función.
Bienvenidos a 1943
Cabe reseñar, por otro lado, el esfuerzo que se ha puesto en la producción del 'El arma del engaño'. La cinta se basa no solo en la propia historia real, sino en el libro 'El hombre que nunca existió' del escritor Ben Macintyre, experto en novelas de espionaje. De esta forma, el proceso de documentación que se ha llevado a cabo para la película es abrumador y muy valorable. Quizá existan thrillers bélicos mejores o más espectaculares, pero no se podrá poner en duda su veracidad, honestidad y rigor históricos.
A ello se le suma, para completar la fórmula, una muy cuidada ambientación del Londres de principios de los años 40. Es una ciudad sombría, lúgubre, brumosa e intrigante. El escenario ideal para que se desarrolle una película de este calibre. El papel de la ciudad, sus calles vacías y sus pubs llenos, es determinante. Y muy bien conseguido. Poco que reprochar en este aspecto.
En conclusión, 'El arma del engaño' es una notable película bélica que carece por completo de acción pero que se sostiene gracias a un brillante guion, una dirección muy convincente y un reparto sensacional. En ciertos momentos su densidad le puede, pero es capaz de reconducir la situación para que el resultado final sea sólido y convincente. Los fans del cine histórico y de espías la encontrarán fascinante.
Nota: 7
Lo mejor: La precisión quirúrgica del guion en cada escena y el buen hacer del reparto.
Lo peor: La trama puede hacerse demasiado espesa y perderse en sí misma por momentos.