Abril de 2008. David (Sergio Mur) y Jon (Raúl Arévalo) se pasan por una gasolinera para hacer el último recado del día. Mientras espera en el coche, Jon presencia cómo un atracador motorizado dispara a su amigo, que quedará en estado vegetativo en una cama de hospital. Una década después, Nico (Hugo Arbués), un niño de 10 años, encuentra una nota que dice que si va a esa gasolinera en el día de su cumpleaños, morirá.
Esta es la premisa de 'El aviso', con la que Daniel Calparsoro repite en el género del thriller después de haberle salido bien la jugada en 2016 con 'Cien años de perdón', un puzzle con fondo político que recaudó 6,6 millones de euros en nuestro país. También repite con él Raúl Arévalo, que aquí comparte cartel con el niño y dos actrices que deberían estar en la cresta de la ola: Belén Cuesta ('La llamada') y Aura Garrido ('El Ministerio del Tiempo'). Comparten cartel, sobre todo, porque metraje poco: Nico y su madre, Lucía (Garrido), viven en 2018, y la acción de Jon y Andrea (Cuesta), que es la novia de David, transcurre diez años antes.
Esta narración en paralelo, que nos lleva constantemente delante y detrás, no es nada nuevo, pero es que en 'El aviso' nada lo es. Hay un protagonista obsesionado con resolver un misterio, los asesinatos que se producen en el mismo lugar cada X años, introduciéndonos en un acertijo matemático cuya resolución llegará en el tercer acto. Él está enamorado de la novia de su amigo. Tiene problemas para distinguir la realidad de su imaginación, debido a un trastorno mental. El niño sufre bullying. La madre soltera no tiene tiempo ni paciencia para hacer caso de los dramas de su hijo, y sí muchas ganas de enseñarle una lección.
Todo son ingredientes para una tragedia anunciada que el protagonista querrá evitar, y lo cierto es que para el público dispuesto a sentarse frente a una película de género sin más ambiciones ni aspiraciones, esta receta será suficiente. Eso sí, que 'El aviso' pueda pasar por entretenimiento insípido pero indoloro no quiere decir que sea una buena película.
Calparsoro, que asegura haber españolizado un thriller norteamericano, grana la historia de guiños a problemas sociales que conocemos bien. La ETA, los malos tratos, el bullying; pero todos ellos sirven para dar una pincelada de color que no aporta nada al conjunto y que más bien te dejan con ganas de algo más profundo.
El guion está basado en la primera novela de Paul Pen (un autor, aunque cueste creerlo por el nombre, español), y en un principio fue pensado para rodarse en Estados Unidos. Lo firman Jorge Guerricaechevarría, el colaborador fijo de Álex de la Iglesia, y Patxi Amezcua ('Séptimo'). En algún momento de todo este proceso, la pretensión de hacer española una historia estadounidense fracasó estrepitosamente. Estamos precisamente en un país en el que hemos hecho nuestros géneros que vienen de Hollywood: Juan Antonio Bayona con 'El orfanato', Paco Plaza con 'Verónica', el propio De la Iglesia lo lleva haciendo décadas. En realidad, lo único que españoliza 'El aviso' es el thriller de baratillo. Que, por otra parte, tiene su público.
Un reparto desaprovechado
Pero hay algo que duele más en esta película: que ni siquiera tres talentos demostrados como Raúl Arévalo, Belén Cuesta y Aura Garrido puedan defender sus propuestas.
El primero es el que peor parado sale, entre el piloto automático y la interpretación estridente. Conforme Jon se abandona a la obsesión y la locura, Arévalo se abandona al terreno de las muecas y los gritos, algo que tiene su clímax en una escena de alucinación tan efectista como prescindible, pero lo más imperdonable: ridícula. Esa es la línea que no debería cruzar ninguna propuesta de este tipo, que tan en serio se toma a sí misma; a Calparsoro se le caen los naipes de un castillo que no tiene soporte en los personajes, cuyas decisiones son arbitrarias y enfocadas a hacer avanzar la trama hacia donde quiere el autor.
En el caso de Cuesta, la actriz sevillana no tiene herramientas para que la disfrutemos en un papel dramático: su única función es hacer que el personaje de Raúl Arévalo hable con alguien.
La más joven de ellos es quizá la que mayor papeleta tiene. Aura Garrido defiende como puede un papel, el de madre precoz y víctima de malos tratos, que no le pega nada. Quizá por estar en terreno inexplorado, la madrileña se atreve a otorgarle un acento marcado a su personaje, un deje como del sur del país que a sus seguidores descolocará más que nada, pero que denota por su parte una intención, quizá más de lo que tiene la película en general.
'El aviso' es de nuevo una película española apoyada por Netflix, y que por lo poco que apuesta encontrará en el catálogo de esta plataforma su lugar más idóneo: al alcance de un botón, frente al sofá, para ponerle ruido de fondo a la siesta tonta de un domingo.
Nota: 4
Lo mejor: Alguna idea, como la estructura paralela, o el juego matemático
Lo peor: El resultado es mucho peor de lo que debería haber conseguido un director experimentado que solo quería hacer un thriller entretenido