El género de espada y brujería ha estado siempre muy ligado al de la épica medieval, la cual se ha explotado hasta la saciedad desde la industria más mainstream de Hollywood hasta producciones cercanas a la serie B. Títulos como 'Excalibur', 'Willow' o 'Conan, el bárbaro (1982)' fueron parte indispensable del género en los años ochenta, el cual vivió una nueva era dorada gracias a Peter Jackson y su adaptación de 'El Señor de los Anillos' a comienzos del nuevo siglo.
Dentro de todo este compendio de epopeyas cinematográficas (cuyo origen suele remontarse a leyendas, relatos y cuentos), ha habido una fuente que también ha sido utilizada en repetidas ocasiones: los mitos artúricos. Y como tales, aportando las dosis necesarias de realismo medieval y mitología británica, han sido representado de forma que han sido adscritos al cine fantástico. Ahora, desde una autoría asociada al cine independiente, llega esta versión del romance épico 'Sir Gawain y el Caballero Verde'.
Después de haberle roto el alma a medio planeta con 'A Ghost Story', ese desolador retrato del duelo con tintes cósmicos, David Lowery escribe y dirige 'El caballero verde' bajo el paraguas de A24. Dicha compañía ha dejado ya clara en los últimos años su marca para con el fantástico, razón de más para que existiera cierta curiosidad ante una propuesta que venía a adaptar un relato artúrico desde la perspectiva de la fantasía.
Y Lowery no solo ha cumplido expectativas en cuanto a lo trascendente que podían llegar a ser sus imágenes. También lo ha hecho descubriéndose como excelso cineasta cuyo pulso narrativo se enfoca en los tiempos muertos y lo visual. Hablar de tiempos muertos es hacer hincapié en esa narración que Lowery construye cual poesía cinematográfica. La gesta del héroe, aquí encarnado en un Dev Patel convertido (seguramente, muy a su pesar) en objeto del deseo (para el objetivo de la cámara y las pulsiones de algunos de los personajes que le rodean), será la que mueve 'El Caballero Verde' a través de espacios que nos llevan más allá de Camelot.
Patel es Sir Gawain, sobrino del Rey Arturo (Sean Harris) y único en aceptar la propuesta del misterioso Caballero Verde (Ralph Ineson), quien tras ser decapitado por Gawain propone que pasado un año vuelvan a encontrarse. En ese magnífico prólogo, elementos como los del jinete sin cabeza y el honor son los que se hacen presentes para dar el escopetazo de salida a la gesta heroica propia de los relatos medievales.
Andrew Droz Palermo, director de fotografía de 'A Ghost Story' (también mano derecha de Adam Wingard en 'Tú eres el siguiente' y 'V/H/S'), consigue a través de los diferentes pasajes de la película, que cada uno de ellos transmita lo que Lowery pretende en su guion. Desde la pura fantasía mitológica con gigantes, hasta los coqueteos con un tenebroso horror gótico presente en la narrativa de Winifred (Erin Kellyman), el fantasma de la mujer decapitada. Incluso las apariciones de una habitual en los relatos artúricos como Morgana le Fay (Sarita Choudhury), tienen su propia entidad dentro de la epopeya de Lowery.
En esta, también hay lugar para tórridos romances (y cinturones impregnados de fluidos) en castillos en mitad de la nada, zorros parlantes y clanes de despiadados ladrones. Todos ellos representados cual arquetipos clásicos de la gesta medieval, donde doncellas (Alicia Vikander en su doble papel está maravillosa) y otros caballeros (la historia de Joel Edgerton pide a gritos un spin-off) juegan en un particular escenario de gran lirismo, con infinidad de planos dignos de enmarcar y un gusto sublime por la dignificación de una narrativa (la de la espada y la brujería) que muchos consideraban obsoleta.
A sus pies, Sir Lowery.
Nota: 9
Lo mejor: Su narrativa y aspecto visual casan de forma perfecta.
Lo peor: Que no haya llegado a cines.