Basado en la homónima novela de Jean-Christophe Rufin llega a nuestras salas un drama francés centrado en la Primera Guerra Mundial. 'El collar rojo', protagonizada por Fançois Cluzet, Nicolas Duvauchelle y Sophie Verbeek, se plantea en tono pacifista las consecuencias de un conflicto armado con una relación romántica de fondo.
A los actores los acompaña un can, que será punto pivotante de la trama a la hora de interconectar a los personajes y comprender sus acciones y pulsiones. Contada mediante confesiones, el espectador va rellenando los huecos a la par que el personaje de Cluzet, un juez llegado a un pequeño pueblo francés para darle justicia a un héroe de guerra que se encuentra encarcelado por un acto de rebeldía.
Adaptando el best-seller
Dirigida por Jean Becker ('Mis tardes con Margueritte'), quien escribe el guion de la cinta con Jean-Loup Dabadie y el propio escritor de la novela (el ya nombrado Jean-Christophe Rufin) un auténtico ente por sí mismo: médico (fundador de Médicos sin fronteras, antiguo presidente de Acción contra el hambre), escritor (sus novelas, entre ellas 'El Abisinio', cuentan con varios premios), miembro de la Academia Francesa desde 2008 y diplomático (embajador de Francia en Senegal y Gambia) ahora también puede ponerse el título de guionista.
Aunque el perro es esencial en la trama, la película no resulta empalagosa como otras en las que un can es importante para la esencia del film. Pero pese a eso tampoco resulta una película emocionante, sino que hay en todo momento una sensación de escenario y recreación que solo se abandona en contadas ocasiones (en especial la escena de una anciana ayudando al animal). Los personajes no son lo suficientemente carismáticos o interesantes, la historia de la guerra no engancha, así como la relación de amor (que resulta fácil y algo vacía). Ni si quiera su mensaje final (contado a través de una escena con información que se nos ha estado ocultando) es embaucador o potente, pese a su peso en el film.
Basado en hechos reales
Cuenta el escritor que la historia no está basada sólo en un hecho real, sino en dos. Es un hecho histórico que los perros poblaban las trincheras en la guerra, y que además de ser usados con diversas funciones bélicas también eran llevados como mascotas (se les permitía estar por su utilidad matando ratas y haciendo compañía a los soldados). El otro hecho es la confesión de un amigo suyo, cuyo abuelo volvió condecorado con la Legión de honor, aunque sentía que su perro se la merecía más que él.
Y aquí esta la cuestión del film, una historia pacifista que se plantea las guerras y la función de los soldados como peones y material desechable. El verdadero instinto de lealtad de los animales frente a las dudas humanas que nos hacen plantearnos todo más allá que un mero ser dócil que sigue órdenes.
Nota: 5
Lo mejor: Aunque tenga un personaje animal no es empalagosa.
Lo peor: Es difícil conectar con la historia y los personajes.