El director François Girard, tras varios años apartado de la gran pantalla, nos presenta 'El coro', donde vuelve a quedar patente su fijación por la buena música como en 'El violín rojo', esta vez con la clásica fórmula del niño al que la vida no le ha tratado demasiado bien, pero que tiene un gran talento escondido. Nuestro protagonista, Stet (Garrett Wareing), tiene once años y vive con su madre que es una adicta a la bebida, pero poco a poco los acontecimientos harán que su vida cambie de una manera drástica.
La directora del colegio en el que estudia el muchacho (Debra Winger), ve en él algo más que rebeldía y frustración y aprecia la buena voz que tiene para cantar, por lo que en un acto de solidaridad para con él, con el fin de que su futuro vaya a mejor, consigue que la mejor escuela musical de Nueva Jersey se interese por él. Aunque sin la "ayuda" de su padre biológico (Josh Lucas), que tiene su propia familia y decide contribuir para que la historia permanezca en el anonimato, no habría sido posible.
Magistral director de coro
Otra de las tramas que está presente en el relato de la historia es la difícil relación del director de la American Boychoir School (Dustin Hoffman) y Stet, por los problemas del joven para adaptarse con el entorno de sus compañeros y comprender que ése es realmente su sitio. Pero la angelical voz del pequeño eclipsará sus actos, y hará que el director le haga reflexionar y se interese para que cambie el chip de una vez por todas. Un papel que le viene al pelo a un magistral Hoffman que vuelve a sorprender y a dar muestras de una muy buena interpretación.
Otra de las interpretaciones que a priori sorprende es Wooly el personaje que encarna Kevin McHale, guiño a 'Glee' la serie musical por excelencia donde se dio a conocer, que junto con Kathy Bates como una soberbia directora de escuela, como ya nos tiene acostumbrados, serán un gran apoyo para que la carrera del muchacho no se termine por frustrar. Pero no lo tendrán nada fácil, porque tendrá que intentar hacer sombra a la actual estrella de la clase, Devon, quien está bajo la protección del profesor Drake (Eddie Izzard).
La actuación compensa a la dirección
Es indudable que Girard planifica muy bien los números musicales, pero en esta ocasión el mayor mérito lo tienen los niños, porque las escenas en sí tienen una puesta en escena demasiado simple que con la materia prima de buena actuación por parte del elenco de actores con la que contaba, da que pensar que podría haberse sacado mucho más. Mención aparte debe tener la banda sonora que cuenta con una muy buena selección plagada de composiciones clásicas que harán poner los pelos de punta en más de una ocasión.
En conclusión, 'El coro' aunque es previsible desde el primer minuto y cuenta con estereotipos de personajes muy repetidos, consigue emocionarnos con las increíbles voces de los pequeños cantantes y sumergirnos en la dramática historia del pequeño Stet y su superación. Funciona y conecta con el espectador y en su conjunto, convierte a la película en una brillante dosis de sensibilidad que hace que te conmuevas desde tu asiento.
