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CRÍTICA

'El corredor del laberinto: La cura mortal' es un digno cierre de saga que encantará a los fans

La tercera entrega de 'El corredor del laberinto' logra superar a su antecesora con una historia cargada de acción a pesar de lo interminable de algunas escenas.

Por Berta F. Del Castillo Más 25 de Enero 2018 | 14:00
Creadora de contenido digital y periodista especializada en cine y series. Fan de 'Star Wars'.

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En un mundo en el que las sagas distópicas para adolescentes ya no reinan en la taquilla, un mundo que ya casi no recuerda aquellos días en los que Jennifer Lawrence se ofreciese voluntaria como tributo en 'Los Juegos del Hambre', encontrar una cinta de este estilo que realmente cuaje no es tan sencillo. Así, después del tremendo fiasco de 'La serie Divergente', que se quedó sin desenlace en el cine y parece que no termina de concluir su aventura en la pequeña pantalla, el vacío de películas de este estilo que encontramos en la cartelera no suele llenarse, hasta ahora. Y es que este viernes 26 de enero llega a España el desenlace de 'El corredor del laberinto', película que se ha retrasado más de lo debido como consecuencia del tremendo accidente que tuvo su estrella, Dylan O'Brien mientras rodaba una de las exigentes escenas de acción.

Y es que una de las características más llamativas de esta cinta es la tremenda ambición de las mencionadas escenas, complicadas secuencias de riesgo que inyectan adrenalina a una aventura más que acostumbrada a dar esa sensación únicamente a la carrera. No os preocupéis, las carreras siguen estando como un recordatorio permanente del nombre de la saga que estamos viendo, pero ahora la coreografía está más presente en los enfrentamientos y pasan más cosas en lo que corremos de un lado para otro.

 Dylan O'Brien en 'El Corredor del laberinto: La cura mortal

Wes Ball repite como director para dar un cierre más que digno a esta saga y proporcionar alguna que otra respuesta, pero sin pasarse. Eso sí, es llamativo el cambio frente a la segunda entrega en la que la información brillaba completamente por su ausencia, porque en este caso hay un par de escenas con discurso explicativo que vendrán genial para aquellos espectadores que no recuerden las primeras películas o directamente no las hayan visto. Es llamativo porque entre las múltiples pretensiones de la cinta encontramos la de convertirse en un exitoso blockbuster más allá de los fans, tarea nada sencilla para una franquicia de estas características, pero no imposible. Y sino que se lo digan a 'Fast & Furious'.

Y hablando de esta saga adrenalítica, 'El corredor del laberinto: La cura mortal' tiene algo en común con algunas de las escenas de las exitosas cintas protagonizadas por Vin Diesel: su apertura. Esta nueva cinta abre con una escena de acción a toda velocidad que plantea un ritmo trepidante que lamentablemente se pierde después. Los planos larguísimos de esos que subrayan aspiraciones, no tienen mucho que hacer en una propuesta de estas características por lo que se suceden sin descanso hasta alcanzar cotas absurdas. Sobre todo a medida que nos acercamos a un desenlace que pretende ser emotivo más a través de la insistencia que se esconde detrás de esas escenas alargadísimas que por el propio sentimiento de la situación. Aún así, este mal que aqueja a numerosas cintas de entretenimiento hoy en día probablemente no estorbe lo más mínimo a los fans.

Esas 2 horas y 22 minutos de idas y venidas dejarán bastante satisfechos a los que han recorrido todo el camino cinematográfico y probablemente también a los que vienen de las novelas de James Dashner, a pesar de los numerosos cambios.

 Kaya Scodelario y Aidan Gillen en 'El corredor del laberinto: La cura mortal

Un elenco que funciona y un buen villano

Las cosas como son, Dylan O'Brien defiende su papel a capa y espada y encima sabe sacar partido del talento de compañeros como Thomas Brodie-Sangster. Además sostiene junto a Kaya Scodelario esa química entre Thomas y Teresa imprescindible para la película y no se convierte en un molesto elemento que no permite avanzar la historia. Pero lo mejor sin duda es Aidan Gillen, actor que da vida a un villano bastante más consistente de lo que hemos estado viendo en recientes blockbusters (ahí está el cuadro de 'Liga de la Justicia'). Sí, su motivación es básica pero la defiende con una interpretación solida que convierte a su personaje en alguien a quien verdaderamente temer. Rosa Salazar también hace un trabajo tan vistoso como para aupar en muchas ocasiones a O'Brien y Patricia Clarkson sigue poniendo un toque de contenido gusto.

Lo malo es que todos los esfuerzos de la mayoría de ellos terminan desluciendo ante un metraje que necesita tijera desesperadamente. Tijera y quizá un sentido del ritmo un poquito más fino, a pesar del cual hay escenas que funcionan bastante bien gracias a ese aire ingenioso e imposible que pretende dejar una sensación de estar viendo algo espectacular. En definitiva 'El corredor del laberinto: La cura mortal' es un aspirante a taquillazo bastante resultón que lo da todo por ofrecer el espectáculo y la emoción que buscan los fans, algo imprescindible en este tipo de películas. Además entretiene bastante más que su predecesora 'El corredor del laberinto: Las pruebas', aunque no se acerque a lo que viésemos en la primera entrega.

Nota: 6

Lo mejor: Que es mucho más entretenida que la segunda entrega.

Lo peor: Que la duración y el dudoso ritmo se cargue algunas escenas con mucho potencial.