Gabriel Olivares, uno de los directores más destacados en el panorama teatral español de los últimos años, se estrena en cine con 'El Debut'. El guion corre a cargo del mismo junto a Miguel Albaladejo y Jordi Farga.
Director del laboratorio de interpretación Teatro Lab, da el salto a la gran pantalla junto a los actores que la integran, presentándonos un largometraje documental, que en palabras de Olivares, es "imposible de clasificar" y que se podrá ver en la Cineteca de Madrid.
"Puedo tomar cualquier espacio vacío y desnudo. Un hombre camina por este espacio vacío mientras otro le observa, y esto es todo lo que se necesita para crear un espacio de ficción", con esta frase de Peter Brook, nos introduce en este experimento, y es que realmente no se necesita más. Un decorado desprovisto de cualquier objeto, más bien una sala de ensayos de suelo y paredes negras y un grupo de actores dispuestos a entregarse en cuerpo y alma mediante los métodos del Suzuki y Puntos de vista (desarrolladas por Anne Bogart), también en chandal negro y descalzos. Quizá podemos ver algún calcetín gris, pero nada más.
Gabriel Olivares nos lleva al corazón del Teatro Lab para enseñarnos todo el proceso de creación de una película con guión inacabado y los toros y la sexualidad de fondo. Aunque 'El Debut' es mucho más. Nos descubre a través de este documental ficcionado, por intentar catalogarlo de alguna forma, la pasión por contar historias, y cómo los actores pueden ser partícipes a la hora de poner los cimientos a la hora también de elaborar la dramaturgia. De cómo todos investigan y crean hacia el mismo lugar.
Dando libertad en ese proceso de creación en el que todos trabajan a una, podemos ver a RRaúl Peña y Jorge Monje, rodeados de Silvia de Pé, Cecilia Solaguren, Chupi Llorente, Mónica Vic, Eduard Alejandre, Mar del Hoyo, Efraín Rodríguez, Elena de Frutos, Paco Mora y Chemi Moreno, son capaces de transmitirnos con su presencia emociones mediante movimientos coreografiados y momentos en los que hasta parecen mimetizarse entre ellos.
El toro de transfondo
Un torero principiante que va a entrar al ruedo apadrinado por otro consagrado. Este podría ser el punto de partida de la parte de ficción que los actores trabajan. El espectador queda embelesado por los movimientos de los actores cuando se meten en el cuerpo del animal, o cuando se preparan para ser toreros. Sin nada, solo con sus cuerpos. Pero lo más interesante es el descubrimiento natural de la homosexualidad latente entre los dos "protagonistas", el amor con final trágico que se aproxima.
Hay escenas sexuales, que, aún con ropa, se hacen más creíbles y posiblemente excitantes, que en la mayoría de las películas. Todos los integrantes del grupo teatral, consiguen revolver al espectador. De hecho, uno de los problemas surge cuando salimos de esas cuatro paredes negras a unos decorados (muy simples también) y los vemos interactuar en el exterior. Sabemos que forma parte del proceso de creatividad, pero en esos momentos, 'El Debut', pierde la magia y la verdad que conseguía solamente con la presencia de los actores y su expresión corporal, que juega un papel fundamental.
Nota: 6/10
Lo mejor: El alma que pone todo el reparto. Su involucración e ilusión.
Lo peor: Que parezca estar dirigida para amantes del teatro, o interesados en el ámbito de la creación.
