'El desentierro' es el primer largometraje del director Nacho Ruiperez, quien se atreve (y sale ganando) al poner en escena una historia de cine negro moderno. Mediante un flashback y apoyándose en otros tantos saltos en el tiempo, somos testigos de un relato tan local como internacional: la corrupción y sus caras en un pueblo de España.
Protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Jordi Rebellón, Michel Noher y Jan Cornet, la película cuenta con otros tantos secundarios interesantes (Francesc Garrido, Raúl Prieto, Nesrin Cavadzade, Jelena Jovanova y con la colaboración de Ana Torrent). Todos sus personajes están interconectados de alguna manera en esta historia familiar llena de secretos cubiertos de polvo y tierra por los años y cuyo desencadenante es el propio entierro de uno de ellos. Esto lleva a que Jordi (el personaje de Noher) vuelva de Argentina para investigar la desaparición de su padre (Sbaraglia) hace más de una década con la ayuda de su primo (Cornet), hijo del alcalde del pueblo que ha muerto en raras circunstancias (Rebellón). Desgraciadamente hay intereses oscuros de por medio que impediran esta búsqueda.
'El desentierro' no sólo tiene unas localizaciones de aire costumbrista que dan mucho juego a este thriller de nuestra tierra, sino que su ritmo, su fotografía, su humor (la escena de Garrido con un móvil que es un auténtico regalo) y sus interpretaciones suman en gran medida a la construcción de su enredado guion (que si bien se desenreda con facilidad conforme va siendo contado, deja algún que otro cabo que el espectador quizá no sepa juntar (¿será cosa de haber rodado con una versión 35 del guion según propias declaraciones de Ruiperez y los actores?). La historia, que resulta ser circular, nos presenta con un personaje hablándonos de algo que pasó y es contada en flashbacks, donde con cierta tranquilidad nos van presentando personajes y vínculos.
Y aunque la cinta resulta quizá un tanto larga, su metraje se disfruta tal como se van desarrollando los acontecimientos, en un increscendo que arriesga por mostrar más que contar, sumándole la acción, los giros de guion y sus interesantísimos y destacables secundarios (Francesc Garrido como un señorito pijo pasado de rosca; la fragilidad y personalidad del personaje de Raúl Prieto; el drama de Nesrin Cavadzade o la frivolidad de Ana Torrent), que apoyan el trabajo de unos protagonistas que están igualmente dimensionados: Leonardo Sbaraglia como el hermano soñador y poco afortunado de un Jordi Rebellón muy natural y lleno de matices; Michel Noher como el frustrado hijo del primero y Jan Cornet como su primo, un chaval sensible que lleva demasiado tiempo fuera de casa.
Ópera prima
Nacho Ruiperez, que escribe (junto a Mario Fernández Alonso) y dirige esta cinta, ya había dirigido cortometrajes (trabajando también como director de arte, diseñador de producción o diseñador gráfico). A destacar su corto de terror 'La ropavejera', por el cual recibió varios premios, además de su participación e una de las historias de la película 'Blue Lips'. En 'El desentierro', su ópera prima, mezcla el drama familiar y los secretos con la corrupción, la trata de blancas, la Ruta del Bakalao , la violencia, el miedo pero también el amor y sobre todo la restitución de una memoria ocultada por el tiempo.
Esta película va literalmente sobre su propio nombre: excavar en los recuerdos, en los secretos, en nuestros miedos y en nuestras historias familiares. Y todo gracias a una historia bien cocinada, con un look impecable, llena de referencias cinematográficas utilizadas con gusto y muy exportable dentro de lo local de su historia, que se mueve entre el centro y el extrarradio. No hay que perder la pista a Ruipérez y su equipo que han conseguido realizar una película emocionante y muy bien contada.
Nota: 8
Lo mejor: Su ritmo y su capacidad de contar un thriller interesante, local pero exportable.
Lo peor: Que la historia se hace larga y puedes llegar a perderte en algún dato.
