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CRÍTICA

'El día que vendrá': El matrimonio de Rachael M.

Crítica de 'El día que vendrá', drama de época dirigido por James Kent. Basado en la novela homónima de Rhidian Brook. Protagonizada por Jason Clarke, Keira Knightley y Alexander Skarsgard.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 12 de Abril 2019 | 10:45
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Los hechos ocurridos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial siguen ofreciendo diferentes historias en forma de novela, obras de teatro, cine o series de televisión. Basada en el best-seller de Rhidian Brook, James Kent estrena el drama de época 'El día que vendrá', protagonizado por Jason Clarke, Keira Knightley y Alexander Skarsgard, en un tórrido triángulo amoroso.

El día que vendrá

Año 1946 en plena posguerra. Hamburgo es una ciudad destruida y ocupada por los ejércitos de los países aliados. Rachael Morgan acaba de llegar a la zona, en un frío y amargo invierno. Ella no quiere estar ahí pero su marido, Lewis, es coronel de las Fuerzas Armadas Británicas en Alemania y tiene como misión reconstruir una ciudad arrasada. Cuando Rachael llega a la mansión destinada como residencia por su marido, se encuentra con una situación inesperada: Lewis ha decidido que compartan casa con el propietario original de la mansión, Stefan Lubert, ilustre arquitecto alemán que es viudo y tiene una hija adolescente. Pese a los roces, entre Rachael y Stefan surgirá una pasión prohibida.

Un tema completamente desaprovechado

Realmente, el tema que debería narrar tendría que ser interesante, no solo por mostrar una pasión amorosa incómoda, que bien podría servir de símil para una reconciliación una vez pasado el conflicto; sino también para mostrar el difícil camino de reconstrucción, tanto físico como emocional, así como también hacer una autocrítica sobre el comportamiento soberbio de ciertos mandos del ejército británico.

El día que vendrá

Sin duda, la película tenía varios puntos que la hubiesen convertido en una reflexión diferente sobre lo que sucedió después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, al final, se queda un triángulo amoroso, más propio de las novelas de Rosamunde Pilcher o Inga Lindström. Una historia de amor cuyas costuras se ven desde el primer momento y con una clara falta de química, primero entre Jason Clarke y Keira Knightley; después entre la actriz y el sueco Alexander Skarsgard, que aquí interpreta a un viudo alemán.

Un culebrón falto de emoción y carisma

Teniendo en cuenta que el romance de los protagonistas no es creíble, como tampoco el desenlace final, de nada sirve que 'El día que vendrá' tenga un cuidado y elegante diseño de producción, así como también un sobrio diseño de vestuario, propio de la época que narra o que su fotografía y piezas de música, las originales las compuso Martin Phipps, estén hechas con esmero y belleza. Al final, estéticamente recuerda a 'Expiación, más allá de la pasión', 'Largo domingo de noviazgo' o 'Phoenix', pero se queda muy lejos de conmover y dejar huella, algo que las tres películas citadas sí hicieron.

El día que vendrá

'El día que vendrá' acaba siendo una película arquetípica, con ninguna emoción, una trama previsible y una historia de amor carente de sensibilidad. Un melodrama ideal para la sobremesa de la televisión pública a la cuatro de la tarde.

Nota: 5

Lo mejor: La cuidada ambientación de la ciudad de Hamburgo en 1946.

Lo peor: Los protagonistas están acartonados y el triángulo amoroso parece impostado.