¿Integridad o apariencias? ¿Verdad o mentira? ¿Ser tu mismo o una marioneta? Éstas y más preguntas se las plantea de manera más que efectiva la película 'El escándalo de Ted Kennedy', un interesante thriller político basado en hechos reales sobre el polémico episodio que vivió el único varón vivo de los 4 hermanos Kennedy (Joe, John, Robert y Ted) en el año 69 mientras decidía sobre su carrera presidencial.
Dirigida por John Curran, responsable de films como 'El viaje de tu vida' o 'El velo pintado', este film está escrito a cuatro manos por Taylor Allen (quien además de ser productor ejecutivo está muy ligado al muno de 'Los Simpson' tanto como animador como desde el departamento editorial) y Andrew Logan (quien también produce ejecutivamente esta cinta, y lleva años produciendo un buen puñado de films). Curiosamente para ambos este es su primer guion cinematográfico, en el que se desenvuelven con grandísima soltura entre momentos intensos, reflexiones y diálogos de lo más ágiles y también algunos cómicos en este guion que deja poso. El magnífico diseño de producción corre a cargo de John P. Goldsmith, quien ha sido diseñador de producción en 'El año más violento', director de arte en 'No es país para viejos' y escenógrafo en 'The Master'.
'El escándalo de Ted Kennedy' cuenta con un reparto más que interesante (dando oportunidad a algunos eternos secundarios para brillar en papeles más principales, y cuyos propios secundarios brillan con luz propia en esta historia cargada de controversias). Jason Clarke, a quien acostumbramos ver en todo tipo de cintas con poca suerte, sorprende llevando el peso de la trama como el niño grande que es Ted Kennedy, enfrentado a la carga de su apellido y a su propia mediocridad. Ed Helms es su primo, personaje de gran calado en el film y el cual también sorprende por su capacidad para el drama y llevar tal peso como ser el defensor de la moral en el film. También tenemos a Kate Mara en un papel muy secundario pero de vital importancia y del que no se puede decir más que está correcta. A destacar sobremanera el papel de Bruce Dern como el desvencijado patriarca de los Kennedy, y también el de Clancy Brown como un consejero del diablo sospechosamente docto en limpiar oscuras fechorías.
La maldición de los Kennedy
La película va directa al grano en los primeros 20 minutos de película, centrándose en toda la tensión, la crisis y las contradicciones de este Kennedy de carácter pusilánime, sus miedos e incoherencias, la sombra de su familia (sobre todo por su dura relación paternofilial, pero también por los fantasmas de sus exitosos hermanos). 'El escándalo de Ted Kennedy' nos habla de las historias que nos contamos a nosotros mismos, de la clase de persona que decidimos ser en base a nuestros actos, pero también de los demonios que nos rondan desde arriba, sobre todo si en un mundo de apariencias dejas que otros saquen tajada de ti si no coges las riendas de tu autocompasión y tu victimismo.
Todas estas reflexiones se realizan de manera respetuosa dentro de cómo sus guionistas imaginan que debieron de ser esos días vividos justo la semana en la que el hombre llegó a la luna. No deja bien a Kennedy y a su círculo, pero tampoco mal, sino que resulta un expositor algo satírico de los hechos, caricaturizando a su manera a los Kennedy, a la clase política, a la policía e incluso a la prensa. Mientras que el lado humano, del que somos completamente testigos (cosa que se agradece en este film que enseña más que contar), se va maquillando, enterrando y distorsionando de cara a la opinión pública y al resto de mortales.
En definitiva, una película rodada con muy buen gusto, con una factura impecable, un guion con ritmo, personajes interesantes y toques de todo tipo, que aún tratando muchos y diversos temas de manera satisfactoria, se centra en la disyuntiva entre verdad y poder, además de dejarte con cierta sensación de que la verdadera maldición de esta familia era la ambición desmedida de un restrictivo padre. Es interesante que toda esta historia la vivamos a través de un protagonista humano y mediocre lleno de paradojas; un perdedor torturado por su padre y con un perfil sutilmente autodestructivo. Un niño grande incapaz de gestionar sus errores con solvencia o estar a la altura a la hora de la verdad.
Nota: 9
Lo mejor: Sus guion, sus reflexiones morales y sus interpretaciones.
Lo peor: Que pase desapercibida por carecer de grandes nombres.
