Está claro que en Hollywood se han propuesto crear nuevas comedias gamberras femeninas. No es de extrañar, el éxito de 'Y de repente tú', 'Dando la nota' o 'Plan de chicas' evidencia que a un público deseos de ver a mujeres soltándose la melena. Uno de esos ejemplos fue 'Malas madres'. Ahora, llega la secuela, 'El gran desmadre', protagonizada de nuevo por Mila Kunis, Kristen Bell y Kathryn Hahn, esta vez con los fichajes de Christine Baranski, Cheryl Hines y Susan Sarandon.
Aunque más liberadas, Amy, Kiki y Carla se enfrentarán a un nuevo reto como madres y mujeres trabajadoras: la Navidad. Como cualquier otra progenitora, las tres tienen que hacer malabares para que las fiestas salgan lo mejor posible. Si en eso hay mucho estrés, pese que Amy y Kiki cuentan con la ayuda de Jessie y Kent, todo se volverá más complicado con la llegada de sus respectivas madres, que les harán la vida imposible a sus tres sufridoras hijas que, además de lidiar con los problemas de la maternidad, tendrán que soportar la carga de sus propias progenitoras.
Misma fórmula pero sin el mismo resultado
'El gran desmadre (Malas madres 2)' tiene los mismos defectos que la secuela de 'Resacón en Las Vegas', repite los esquemas que su predecesora. Es más, esta segunda aventura de estas madres treintañeras estresadas parece echar por tierra todo el alegato contra la perfección maternal que se pudo ver en 'Malas madres'. De hecho, la cinta da pasos hacia atrás con la llegada de las mamis veteranas, cuyos papeles son excesivamente arquetípicos. A eso hay que añadir que su humor es demasiado obvio y predecible, con demasiadas referencias sexuales, lo que convierte a las situaciones en un acto puramente pueril.
Las actrices están en su salsa, Mila Kunis, Kristen Bell y Kathryn Hahn demuestran que siguen defendiéndose muy bien en la comedia. A las tres madres originales hay que sumarles las tres veteranas, unas estupendas Christine Baranski, Cheryl Hines y Susan Sarandon. Sin embargo, tanta buena actriz no logra tapar lo que es una comedia floja, con situaciones demasiado vulgares y un mensaje de fondo rancio y muy conservador sobre la familia.
Una comedia en la línea de 'Juerga de mamis' y 'Hermanísimas'
Quizás sirva de ejemplo que la comedia gamberra femenina también tiene derecho a crear películas malas y sin gracia. De hecho, su humor estridente y pueril recuerda al desfogue contenido de 'Juerga de mamis' o 'Hermanísimas', películas igual de escatológicas e infantiles con un trasfondo familiar conservador. Parece como si Jon Lucas y Scott Moore hubiesen olvidado el verdadero sentido de 'Malas madres' para ofrecer una secuela igual o más estridente pero que va en contra de esa liberación de las madres que proponía la primera cinta.
'El gran desmadre' demuestra que el cine gamberro malo no entiende de sexos y que un nutrido grupo de buenas actrices no logran salvar algo completamente desastroso, casi al nivel de 'La gran boda'. Sin chispa, sin gracia, quizás Mila Kunis, Kristen Bell y Kathryn Hahn deban llevar la jarana a otra parte.
Nota: 3
Lo mejor: Sus actrices que, pese a estar en una película en la que no se lucen nada, funcionan.
Lo peor: Su humor infantil y absurdo y su mensaje rancio y conservador.