Cada año surge algún intérprete que es como un huracán comercial en el cine, capaz de hacer de su nombre una marca y de su filmografía un repertorio de continuos éxitos financieros. Kevin Hart se ha convertido en uno de los humoristas más prestigiosos del mundo, y aunque en España todavía no es demasiado conocido, en Estados Unidos su imperio es cada vez más amplio. Uno de sus últimos trabajos es 'El gurú de las bodas', que se mantiene en la senda de la comedia que más puede gustar al público general, el tipo de comedia con la que Hart está haciéndose un nombre en el cine.
El género de la comedia no es homogéneo, ya que hay incontables categorías dentro de esa misma etiqueta, pero básicamente la inteligencia con la que se plantean las situaciones es el factor determinante para acabar convenciendo a un tipo de público o a otro. En el caso de 'El gurú de las bodas', su director y co-guionista, Jeremy Garelick, no esconde la simpleza de su planteamiento, basando el funcionamiento de la película casi exclusivamente en la buena relación entre la pareja protagonista. Las situaciones son de manual, con momentos que pueden generar alguna risa, pero sin gags realmente memorables. En general todo evoluciona sin sorprender y dando la sensación de que ya se ha visto la película antes, pero esa película que ya hemos visto al menos te asegura alguna carcajada, algo de lo que no pueden presumir todos los títulos actualmente.
La combinación Kevin Hart-Josh Gad es la apuesta ganadora de la película, aunque los personajes no se desmarcan de los arquetipos del género, la gran química existente entre los dos los eleva a un nivel superior. Al principio Gad queda un poco desplazado por el carisma de Hart, pero a medida que avanza el metraje ambos se complementan a la perfección. El personaje de Hart puede recordar al de Will Smith en 'Hitch, especialista en ligues', en este caso un padrino por contrato, pero consigue dar forma a algo distintivo gracias a su característica personalidad. Por otro lado, el resto del reparto pierde todo tipo de atención debido a la pareja protagonista, algo que afecta sobre todo a Kaley Cuoco-Sweeting, posiblemente el nombre más reconocido del cartel en nuestro país, cuya participación aquí es muy olvidable. No hay que despreciar al resto de personajes que se convierten en "amigos de toda la vida" de Gad, ya que sirven para dar pie a algunos de los mejores momentos de la película, pero al igual que los vende Hart, solo funcionan como un paquete, ya que individualmente ninguno consigue llamar demasiado la atención.
Para determinados públicos
Si se mira más allá de la química de los protagonistas poco más se va a encontrar en 'El gurú de las bodas'. Es cierto que puede funcionar como comedia sin muchas pretensiones, pero el público más exigente no aguantará ciertas situaciones irreverentes típicas de este tipo de comedia, en las que van ascendiendo las casualidades y los altercados son cada vez más exagerados a medida que avanza la película. Es una buena distracción que supera a otros títulos recientes de Kevin Hart, como el gran éxito 'Ride Along', pero sigue sin ser la gran película que convierta al comediante en algo más que un gran vendedor de entradas de cine.
'El gurú de las bodas' no arriesga ni en su contenido ni en su forma, pero cuando vas al cine a ver una película sobre un hombre que decide contratar a una compañía para su boda porque no tiene amigos, tampoco te puede esperar ver una comedia de Billy Wilder.