El cine argentino es uno de los más diversos que hay dentro del panorama iberoamericano, capaz de traer comedias comerciales, como también dramas profundos y cine con aroma autoral, ahora llega a la cartelera española una interesante ópera prima, 'El invierno', dirigida por Emiliano Torres y que se alzó con el Premio Especial del Jurado y el galardón a la mejor fotografía en el 64º Festival de San Sebastián.
Evans lleva, prácticamente, toda su vida trabajando como capaz en un viejo rancho de la Patagonia, en el que se crían ovejas para producción de lana y consumo de su carne. Tras haber trabajado durante varias décadas, los dueños del rancho optan por despedirle, al haber llegado ya a una edad para jubilarse, y le sustituye Jara, un joven mestizo. Aunque todo parezca diplomático, el conflicto entre Evans y Jara llegará en el momento menos esperado, durante el crudo y frío invierno, momento en el que el rancho se queda aislado y en el que los dos hombres deberán enfrentarse a sus propios conflictos.
Un western en la fría Patagonia
Torres, que escribe también el guion junto con Marcelo Chaparro, narra una historia propia del antiguo western, al mostrar dos protagonistas que se enfrentan por un territorio en medio del campo. Cierto es que ese tono casa muy bien con las imágenes desoladoras y solitarias de la vida en la Patagonia. Aprovechando ese conflicto laboral, el director crea un drama social en el que se muestra una situación deprimente para el trabajador del rancho, al quedarse completamente solo al no poder comunicarse con familia y amigos, como también de la situación económica de las clases más bajas de la Argentina profunda, en la que una persona es capaz de aceptar las condiciones más inhumanas con tal de llevar algo dinero a la familia.
En esa situación de drama social, 'El invierno' se convierte en una película de incómodos silencios con el espacio natural como tercer protagonista en el conflicto. La cinta tiene increíbles vistas de las montañas andinas, también muestra la crudeza de los cambios del tiempo, desde el caluroso verano al despiadado invierno, pasando por la alegría del otoño, en el que los jornaleros logran mayor equilibrio en sus condiciones laborales.
Gélida denuncia social
Y es en medio de esa crítica social, de esos paisajes extremos, de ese espectacular naturalismo, cuando surgen dos protagonistas, como si dos caras de una misma moneda se tratasen. Uno muestra las consecuencias personales de un trabajo tan extremo, al apenas guardar relación con su familia, como también el carecer de lazos de amistad lo suficientemente fuertes al haberse dedicado, en exclusiva, a un trabajo nada agradecido; el otro muestra cómo, pese a haber pasado ya varias décadas en las que los derechos sociales deberían haber aumentado, nada ha cambiado, aceptando un trabajo extremo en el que no podrá ver a su mujer, embarazada de su segundo hijo, como tampoco a su niño de apenas cinco años.
Pese a las duras condiciones, ambos se enfrentarán por ese puesto exigente que agota en todos los sentidos, uno porque se ha convertido en su vida, otro porque necesita el dinero. En esa dura lucha, se muestra inclemente la figura empresarial, a la que todo le da igual.
Con tal crítica social de fondo, 'El invierno' es un sólido debut cinematográfico para un cineasta que podría ser la respuesta sudamericana al cine europeo de los Hermanos Dardenne o Cristian Mungiu. Maravillosa a la par que espeluznante.
Nota: 8
Lo mejor: Su fuerte denuncia social y laboral, así como también una fotografía exquisita con unos paisajes naturales extraordinarios.
Lo peor: Sus incómodos silencios y sus duras pausas no son aptos para los amantes de un cine con mayor acción narrativa.