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CRÍTICA

'El libro de la selva': una delicia visual con una historia muy consistente

La nueva versión del clásico Disney llega a España el 15 de abril, y su director Jon Favreau ha conseguido un tono que funciona sorprendentemente bien mientras da un paso hacia adelante en la técnica digital.

Por Javier Pérez Martín 9 de Abril 2016 | 12:04

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Jon Favreau ha llegado a decir de su nueva versión de 'El libro de la selva' que es su película más artesanal. Viene de dirigir '#Chef' y protagonizarla con Robert Downey Jr., al que conoció cuando se puso al frente de las dos primeras entregas de 'Iron Man'. A su vez, esas dos películas fueron el pistoletazo de salida oficial del ahora asentado universo Marvel que tantas alegrías está dando a Disney, así que no es de extrañar que le hayan confiado la adaptación de uno de sus clásicos más queridos por el público.

'El libro de la selva' 2016

Es curioso que el director de 'Zathura, una aventura espacial' diga eso de una de las superproducciones más ambiciosas técnica y visualmente del estudio de Mickey Mouse. Pero Favreau se ha imbuido tanto en el mundo digital que ha creado para envolver a Mowgli (el debutante Neel Sethi), que en algunas entrevistas de promoción acababa perdiéndose en tecnicismos incomprensibles para el 90% de los seres humanos.

Ha dado sus frutos: la nueva 'El libro de la selva' nos lleva, visualmente, a un nuevo nivel. Las críticas decían algo parecido hace unos meses de 'El viaje de Arlo', pero la jungla que el equipo de Favreau ha creado digitalmente en un estudio de Los Angeles es un mundo tan magnético, vivo, envolvente y lleno de detalles y profundidad que hace que ningún plano sea aburrido. Este efecto puede verse un poco deslucido por el 3D, que oscurece todos los planos, y que en esta película vuelve a ser un complemento totalmente prescindible.

Los árboles, las hojas, el agua, la luz, el escenario en el que se desarrolla la acción vale por sí mismo toda la atención. Pero no es capaz de eclipsar el paso hacia delante, en cuanto a diseño y animación digital, que resultan los animales que acompañan al niño salvaje en su aventura. Warner Bros está preparando otra versión llamada 'Jungle Book: Origins', dirigida por Andy Serkis (sí, Gollum de 'El Señor de los Anillos'), el que asegura que el nivel visual dejará pasmado al mundo. Que desistan, esto se asemeja insuperable, tanto técnicamente como en términos estéticos. Estás viendo, en todo momento, animales hablando, pero sus movimientos y detalles son tan realistas, y su integración con la acción real tan natural, que llega un momento en que te olvidas de ello.

El mayor reto

'El libro de la selva' 2016

Lo más difícil de 'El libro de la selva' era, sin duda, traducir el clásico de 1967 al público infantil actual, y además enmarcar esta nueva película en la corriente de blockbusters familiares que apelan a los niños por el concepto y al resto del público con añadidos como el reparto o el tono, más adulto.

Pero tanto Favreau como el público tiene en mente imágenes de un niño bailando y cantando con un oso y un mono y charlando con una pantera y una serpiente. Por más perfectas que sean las inolvidables 'Busca lo más vital' y 'Quiero ser como tú', convertir la versión Disney del relato de Rudyard Kipling en una película familiar apta para los paladares de 2016 era un reto casi imposible.

Primera sorpresa: el tono funciona, sin chirriar en prácticamente ningún momento. Es una mezcla de escenas ligeras, trágicas, momentos de acción trepidantes y oscuras secuencias que aterrorizarán, durante un breve tiempo, a los más pequeños. Pero el equilibrio está ahí, y después de tenerle miedo al tigre de bengala Shere Khan, sueltas unas carcajadas con unas musarañas, para pasar a apenarte con las desgracias de Mowgli. Se sostiene, dejando claro que Favreau es eficiente consiguiendo en cada secuencia diversos resultados.

Hay un momento que quizá sí desentone, y que comentaré no sin avisar que lo considero un [SPOILER]. Es mejor ver 'El libro de la selva' sin saber si estarán las clásicas canciones o no. El elemento sorpresa es un añadido, y si Disney ha omitido esta información en la promoción por algo será. Pero sí, están, en concreto, los dos momentos musicales que comentábamos antes. El primero está bien integrado, Baloo y Mowgli cantan despreocupadamente 'Busca lo más vital' ('The Bare Necessities' en la original) y no queda mal.

'El libro de la selva' 2016

Pero la secuencia en la que el Rey Louie se arranca a cantar 'I Wanna Be Like You' mientras resulta una presencia amenazadora para Mowgli sí parece una mala decisión en cuanto a tono. No es una mala escena, simplemente te saca de la historia en un momento que, por otra parte, es muy interesante por ser el más extravagante y raro de la cinta. [FIN DEL SPOILER]

En fin, tiene mucho mérito haber conseguido que 'El libro de la selva' recuerde tanto al clásico original animado en algunos momentos, que son directos y claros homenajes (atención a la serpiente Kaa), que harán las delicias de los espectadores no tan pequeños, y a la vez aporte algo nuevo, en gran parte gracias al tono, más crudo y serio.

Un mensaje a lo 'Frozen'

El gran protagonista de la historia es Mowgli, claro, y su viaje y evolución son lo que le dan cuerpo al relato. Pero las estrellas de la película son los demás, un reparto de voces que por otra parte no llegarán a la mayor parte del público español. Una pena que no disfruten del saber hacer cómico de Bill Murray como Baloo, de la profundidad de Ben Kingsley como Bagheera, de la deliciosa voz de Scarlett Johansson como la sibilante Kaa o del mafioso Christopher Walken como el Rey Louie. También se pasean por ahí Lupita Nyong'o como Rasksha, la madre loba de Mowgli (segunda vez que pone voz a un personaje CGI de Disney, tras la Maz Kanata de 'Star Wars: El despertar de la Fuerza'), o el mítico Gus de 'Breaking Bad' Giancarlo Esposito como Akela.

'El libro de la selva' 2016

Pero sin duda el que destaca es Idris Elba, un enorme Shere Khan que aterroriza a cualquiera, tenga la edad que tenga, y que ya dicen muchos que es el villano del año. Por su parte el novato Sethi no cumple del todo como Mowgli. El niño es gracioso y adorable, pero no llegaría a decir que sabe actuar.

Como decíamos, sin embargo, él es el protagonista y su viaje es el tema de la película, que esconde un mensaje de autoaceptación y tolerancia ante la diversidad que hay que agradecer a las últimas apuestas de Disney como 'Frozen: El reino del hielo' o 'Zootrópolis'. En este caso, Mowgli es un niño humano que tiene que afrontar los susurros y miradas de los animales de la jungla, que le temen o le aborrecen por ser diferente. Él empieza la película queriendo ser un lobo, y poco a poco, gracias a los personajes que se va encontrando en su camino, se acepta a sí mismo como lo que es, y aprende a ver las cosas buenas que puede aportar a los demás. Los animalitos que le llaman "rarito" acaban por aprenderse su nombre. Mowgli. Un mensaje muy valioso para tantos y tantos niños hoy en día.

Nota: 8/10

Lo mejor: la aventura visual y lo divertida que es

Lo peor: que el público español no podrá disfrutar de su magnífico reparto original

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