La carrera de Will Smith es una de las más fulgurantes de Hollywood. De ídolo juvenil gracias a 'El príncipe de Bel-Air' a una de las estrellas más taquilleras de la historia y, con el paso de los años, actor respetado, aclamado y nominado a dos Oscar. Aunque no siempre acierta y tiene en su haber más de un sonado batacazo, Smith se ha labrado una trayectoria muy notable y este año podría encumbrarlo a la gloria con su primer premio de la Academia gracias a 'El método Williams'.
Aunque tiene seria competencia, Smith está en muchas quinielas como favorito y podría dar la campanada. Eso sí, gane o no, su tercera nominación la tiene en el bolsillo. Y desde luego, está más que justificado, porque el actor de 'Independence Day' nos regala una de sus interpretaciones más complejas y matizadas en el film sobre Serena y Venus Williams, donde interpreta a su padre y mentor, Richard Williams, el hombre que las llevó a lo más alto.
La película, dirigida por Reinaldo Marcus Green ('Monsters and Men', 'Estados Unidos: la lucha por la libertad'), se construye como un biopic deportivo de corte tradicional, con todos los lugares comunes esperables del género, para bien y para mal, pero es elevada por un excelente apartado actoral que la sitúa como uno de los films mejor interpretados de la temporada.
Amor de padre
'El método Williams' narra los orígenes de dos de las tenistas más famosas de todos los tiempos, Venus y Serena Williams, interpretadas respectivamente por Saniyya Sidney y Demi Singleton. Y lo hace poniendo el foco sobre los métodos poco convencionales de su padre, un hombre de orígenes humildes y espíritu inquebrantable que tenía una visión muy clara para el futuro de sus cinco hijas. Richard les inculcó la pasión por el deporte con la esperanza de que una de ellas se revelase como un prodigio del tenis, y acabó formando no a una, sino a dos campeonas. Así, el feroz patriarca se aseguró de que sus hijas tuvieran una vida mucho más próspera que él, trazando un meticuloso y exigente plan a largo plazo para sacar a la familia de las calles de Compton y llevar a Venus y Serena a lo más alto del deporte.
Smith imprime a su personaje una fuerza que traspasa la pantalla y se convierte en el corazón de la película. Aunque no hay que pasar por alto el trabajo del resto del elenco, con una Aunjanue Ellis llena de garra como la madre de Venus y Serena, y las dos jóvenes promesas que interpretan a las versiones adolescentes de las tenistas, en especial Sidney, que obtiene mayor tiempo en pantalla al centrarse la historia principalmente en el ascenso de Venus, quien logró triunfar en la cancha poco antes que su hermana. Sin olvidar a Jon Bernthal, un actor que siempre saca todo el partido de sus personajes, por muy secundarios que sean, tal y como demuestra aquí encarnando a Rick Macci, el entrenador de las hermanas, con quien Richard choca en sus métodos educativos y en su gestión de la carrera de las chicas.
Es decir, estamos ante uno de esos repartos sin eslabones débiles, en el que todos sacan lo mejor los unos de los otros y cada pieza funciona a la perfección dentro de un engranaje bien calibrado. Si bien la película puede caer a menudo en lo excesivamente convencional, e incluso roza lo obvio y sensiblero en más de una ocasión, es la fuerza de las caracterizaciones y la convicción de los actores dando vida a los personajes lo que al final impide que el film caiga del todo en el terreno del melodrama de sobremesa.
Partido decisivo
Ahora bien, si hay algo que hace que 'El método Williams' no llegue a subirse al Olimpo de los biopics es su miedo a indagar en los aspectos más oscuros de su historia y de su figura central. Las hermanas Williams figuran como productoras del proyecto, que es un claro homenaje y agradecimiento a su padre. Por eso, aunque se exploren las facetas más ásperas de su personalidad, no sorprende que la mayor parte del tiempo la película sea básicamente una hagiografía de Richard Williams que no está interesada en cuestionar a su protagonista, a pesar de que nos da algún que otro motivo para hacerlo.
Por lo demás, 'El método Williams' se desarrolla como un drama deportivo eficaz y accesible que lanza un claro y potente mensaje sobre la familia, la perseverancia, la gestión del futuro y el papel de los padres en el crecimiento de sus hijos. El film también cumple en el apartado técnico, especialmente en los entrenamientos y partidos, impecablemente dirigidos y editados, donde las actrices resultan absolutamente convincentes como profesionales del deporte. Como mandan las normas del género, la película culmina con clímax en forma de emocionante partido decisivo, en este caso el enfrentamiento en el Torneo de Oakland de 1994 entre Venus y Arantxa Sánchez-Vicario (a quien mimetiza la tenista mexicana Marcela Zacarías), convertida aquí en antagonista con pinceladas de villana, donde Venus se jugaba un contrato millonario con Nike. Una escena que cierra la película por todo lo alto.
A pesar de sus trazas de biopic al uso, 'El método Williams' halla su fortaleza en sus actores, que la llevan a buen puerto, así como en el pulso firme y el corazón con el que está contada, resultando en última instancia en una experiencia reconfortantemente cálida y familiar.
Nota: 7
Lo mejor: El poderoso recital interpretativo de Will Smith, sus momentos entrañables y el partido final.
Lo peor: Que no se atreva a explorar todo su potencial dramático, quedándose en el retrato idealizado de su protagonista.