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ESO ES ASÍ

'El mundo es suyo': De lío con los compadres

Alfonso Sánchez y Alberto López se embarcan en la traslación del éxito de YouTube a los cines, ¿con qué resultado?

Por Pablo Alberto Cueto Liñán 22 de Junio 2018 | 10:26

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El retorno de un novel en la dirección siempre es esperado. Y sobre todo si su debut se trataba de una película tan fresca y sorprendente como 'El mundo es nuestro'. Desde aquella película producida a base de crowdfunding han pasado 6 años, y ya de crowdfunding queda poco. La Warner se encuentra detrás de esta producción andaluza, que impregnará de aires de sevillanía los cines españoles este verano. ¿Aguantará 'El mundo es suyo' la comparación con su predecesora?

Conociendo las aventuras de El culebra y El cabesa en la película de 2012, esperábamos impacientes el turno de los personajes más conocidos del dúo sevillano compuesto por Alfonso Sánchez y Alberto López: Los compadres. El Rafi y el Fali protagonizan el segundo largo de Alfonso Sánchez, en un guión que si bien se queda lejos de la brillantez del desarrollo de 'El Mundo es Nuestro', nos ofrece una comedia de enredos alocada entre las calles de Sevilla. Rafi (Sánchez) se ve envuelto de nuevo en un lío y no tiene nadie más a quién acudir que a su compadre Fali (López), que está un poco agobiado con la comunión de su hijo y ya tiene suficiente con tener que ir a por el traje, herencia tradicional de su familia política. Este será el punto de partida para una especie de 'Jo, ¡qué noche!' que recorre numerosos escenarios de la capital hispalense, desde el barrio de Triana hasta una pequeña incursión por las Tres Mil viviendas.

El mundo es suyo

Y es que las comparaciones son inevitables. Donde antes había "marronerío", ahora hay señorío. Donde antes había cadenas de oro, ahora hay pelucos y pulseritas de España. Donde antes había un crowdfunding, ahora hay una major. Warner y Atresmedia han ofrecido al dúo sevillano la oportunidad de hacer algo más grande y lo han hecho. Se nota que esto ya no es una pequeña película sevillana, aunque en espíritu lo siga siendo, ya que las escenas más acertadas del film no son necesariamente aquellas que hayan requerido de un mayor esfuerzo financiero. Sánchez muestra su mano firme para los tiroteos verbales y las imágenes potentes (en una especie de Guy Ritchie de la Alameda de Hércules), aunque lo hace, lamentablemente, de manera más tímida que 'En el mundo es nuestro'. Los momentos en los que la verborrea, el montaje frenético y la acción disparatada se apoderan de la imagen son los más potentes de la película. Algo muy habitual en el debut de Sánchez, y es que 'El mundo es suyo' encuentra sus mejores momentos cuando más se parece a su predecesora, película mucho más redonda que la que nos ocupa.

Los compadres no han podido tener del salto a la gran pantalla que disfrutaron El culebra y El cabesa, ni del guión que ellos desarrollaron. Parece que Sánchez no ha podido sacarle tanto partido a estos dos sevillanos de la alta sociedad, en un guión que no es tan fresco ni tan descarado como el de aquel atraco a un banco sevillano. Incluso hay momentos de humor un poco desfasado, que fastidia incluso más viniendo de alguien que ha demostrado poder sobreponerse al humor fácil y zafio que tantos años hemos arrastrado en las comedias españolas. Sin embargo, el aguijón envenenado del teclado de Sánchez sigue afilado, y no hay escena en lo que no se mande una pulla a la hipocresía que reina tantos ámbitos de la sociedad, lo absurdo de determinadas ideologías y maneras de entender "la tradición" y la posición social de alguien poderoso. Sánchez nos enseña este pequeño rincón de la élite sevillana para que veamos sus costuras y podamos sacar nuestras conclusiones sobre qué y quién son las personas que mandan.

El mundo es suyo

Ejemplo de sevillanía

En el apartado actoral, destaca el provecho que la película sabe sacar de la retahíla de secundarios que desfila por la pantalla. Desde Mar Saura, a Carmen Canivell hasta el regreso de más de una cara conocida de la primera película en fugaces pero estupendas apariciones. Queda por ver cómo recibirá el público general esta cinta tan sevillana, que juega con estereotipos muy extendidos en la sociedad andaluza, pero que como el director y protagonista afirmaba sobre su primera cinta, "estos tópicos se entienden aquí y en Manchester". Es sin duda un humor muy andaluz, que incorpora incluso cameos de famosos chirigoteros gaditanos como son el Selu y El Love, figuras muy reconocidas en el sur, que sorprenderán a más de un andaluz y que pasarán totalmente desapercibidos para el resto de la audiencia (por suerte, pertenezco al primer grupo). Pero esto es a lo que juega Sánchez, a dotar de capas y capas a este enredo sevillano, que juega mucho más con la ciudad y los entornos que nos brinda (el presupuesto también se lo permite) y que gana con esta decisión. Se respira la ciudad y su ambiente y da gusto ver que una producción de este calibre y este recorrido no le tenga miedo a los localismos en los que este tipo de humor pueda incurrir.

El segundo largo de Alfonso Sánchez, no logra volar tan alto como su ópera prima, con un guión que carece de la frescura de la que gozó su debut y que no consigue hacer justicia con unos personajes que arreglaban el mundo desde la mesa del bar, con su cañita y su serranito. Pero mala leche no falta, y la locura que atraviesan el Rafi y el Fali en estas 24 horas de frenético sube y baja son un entretenimiento veraniego estupendo, aunque sea una lástima que no pueda apuntar más alto.

Nota: 6

Lo mejor: Los momentos de comedia más loca, la insuperable elocuencia de los compadres y su sentido del ritmo.

Lo peor: El guión flojea con momentos cómicos algo pasados y escenas donde el más grande todavía, es menos.

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