Uno de los dramaturgos más reconocidos de la escena contemporánea es el francés Florian Zeller. Su séptima obra, 'El padre', segunda entrega de su trilogía sobre la familia, es uno de sus trabajos más aplaudidos, con cuatro Premios Molière y considerada "la obra de nueva creación más aclamada de la última década". Pese a tener ya una adaptación cinematográfica, 'Florida', que protagonizaron Jean Rochefort y Sandrine Kiberlain, Zeller ha querido traer el espíritu original de su pieza teatral, por ello, él mismo ha dirigido y coescrito su segunda adaptación cinematográfica.
De título homónimo, la variación está en que cambia París por Londres -aunque habrá cierto guiño a los orígenes galos de esta adaptación-; rueda en inglés una pieza teatral que no abandona su esencia, pues el escenario del largometraje es, prácticamente, el domicilio donde vive el padre que da nombre a la cinta, y, sobre todo, releva a dos grandes de la interpretación francesa por otros dos del cine británico: Anthony Hopkins y Olivia Colman.
El angustioso camino hacia el ocaso
Y en esa traslación, realizada por el propio dramaturgo, convierte una excelente obra de teatro en un largometraje exquisito, que no reniega de sus orígenes, pues, muy al contrario, basa sus principales virtudes en las interpretaciones de sus dos protagonistas, incidiendo especialmente en el anciano padre, llamado Anthony, pues es su punto de vista el que se plasma en la cinta. Y ahí surge otra virtud del filme; cuyo guion escriben a dos manos Zeller y Christopher Hampton, que tradujo la obra original al inglés y que guionista de 'Las amistades peligrosas', basada en una obra de teatro suya y por la que obtuvo el Oscar, pues dicha virtud es adentrarse de lleno en la mente de un hombre enfermo de Alzheimer.
Aunque Zeller no olvida la mirada de los familiares (mejor dicho, la hija y el yerno del protagonista), el filme siempre tiene la mirada del anciano, lo que implica que lo que se muestra no tiene por qué corresponder a la realidad, provocando desconcierto y angustia en el público, la misma que siente el varón cuando no recuerda las palabras o no reconoce a sus conocidos. Lo interesante, dentro del aspecto dramático que rodea a todo la cinta, es que Zeller opta por llevar esa pérdida de la razón por el camino del thriller, haciendo ese camino más angosto y, por supuesto, más desolador.
Y ese retrato, el componente teatral se vuelve un siniestro cómplice, pues aumenta la sensación de malestar y zozobra, al ser el público testigo de la progresiva degeneración de su protagonista, al estar 'encerrado' en una casa. Y en esa pesadumbre, reside el trabajo de Hopkins. Al actor de 'El hombre elefante', 'El silencio de los corderos' o 'Lo que queda del día' no le hace falta demostrar que es uno de los grandes intérprete del séptimo arte, su nombre forma parte de la historia del cine. Sin embargo, pese que podría vivir de las rentas de antaño, Hopkins demuestra ser un actor de raza, de esos que morirá con las botas puestas y que seguirá regalando interpretaciones magistrales, ya lo hizo el año pasado con 'Los dos papas' y lo vuelve a hacer, a una escala mayor, con 'El padre'.
Extraordinario Hopkins, magnífica Colman
A su lado, una espléndida Olivia Colman, quien mantiene cierto halo regio tras 'La favorita' y 'The Crown'. Si él representa el dolor propio, ella muestra el sufrimiento adquirido, el de Anne, la hija que ve cómo su padre se consume, cómo va perdiendo la razón, cómo acaba convertida en una especie de madre. Su aflicción es mayor, pues es testigo directo de ese proceso. Colman está magnífica, pues ofrece una naturalidad con la que rinde tributo a esas mujeres (porque, efectivamente, en estos trances son ellas las que suelen cargar con el peso familiar) que llegan a su límite, que sacrifican parte de su vida por aquellos que más quieren. En ello, Zeller, de manera extremadamente, sutil, realiza una crítica sobre estas situaciones, al plasmar un retrato nada complaciente con el marido de Anne.
Acercamientos nada indulgentes sobre la pérdida de autonomía de un anciano, a cómo la enfermedad acaba con ese último fulgor de vida, ya se habían visto con otros títulos espléndidos como la despiadada 'Amor' o la desgarradora 'Arrugas'; pero 'El padre' es una mirada interior, dentro de esa mente que se va consumiendo, dándole esa dignidad que parece que también va a ser arrebatada. Un debut extraordinario que, más allá de premios y reconocimientos, será un recuerdo que, afortunadamente, sí perdurará en la memoria.
Nota: 9
Lo mejor: El duelo interpretativo entre Anthony Hopkins y Olivia Colman y también ver a solas a Hopkins.
Lo peor: Al estar enmarcada la película dentro del punto de vista de Hopkins, desconcertará a aquellos que busquen una trama más lineal.