El filósofo alemán Arthur Schopenhauer dijo: "En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad". Para su tercer largometraje, el realizador brasileño Sérgio Machado he querido traer una historia inspirada en hechos reales y que propone ofrecer un rayo de luz en medio de la oscuridad. Se trata de 'El profesor de violín', filme que clausuró la 68ª edición del Festival de Locarno.
Laertes es violinista, posee un gran talento musical y desea entrar en la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo. Sin embargo, los nervios le pueden y es rechazado. Intentando reconducir su carrera hasta una nueva prueba, acepta dar clases de música en una escuela para adolescentes en Heliópolis, una de las favelas más deprimidas de la ciudad. No será fácil, los chicos son rebeldes y han vivido tragedias muy traumáticas. Sin embargo, el poder de la música transformará sus corazones, así como el sentido que tienen de la vida.
La dura vida de Heliópolis
Inspirada en la obtra teatral 'Acorda Brasil', de Antônio Ermírio de Moraes y basada en la verdadera historia de Silvio Baccarelli, un sacerdote que en la década de los 90 logró fundar un instituto de música y que ahora alberga una de las orquestas sinfónicas más importantes del país, este relato sigue las pautas del marcado cine social de Sérgio Machado. Preocupado por la juventud de su país, el director recupera la esencia de su ópera prima, 'Cidade Baixa', que logró el Premio de la Juventud en la 58ª edición del Festival de Cannes, hablando de la infancia, la adolescencia, de las nuevas generaciones que serán el porvenir del país.
En esta ocasión, el realizador opta por hablar de los problemas sociales de Brasil con una historia que se ha visto en multitud de ocasiones, el relato de un profesor que acaba en un lugar con un alumnado complicado y proveniente de un lugar hostil y con el que acabarán aprendiendo valores esenciales para su vida. Sí, se ha podido ver en cantidad de ocasiones en películas como 'Los chicos del coro', 'Mentes peligrosas', 'Profesor Lazhar', 'La profesora de historia' o, recientemente, en 'La clase de esgrima'. Entonces, ¿cómo evitar sentir que se ha visto ya lo que propone el realizador?
Pues Machado lo logra, gracias a unos personajes alejados de la clásica visión positivista de la figura del maestro junto con una visión cruda y directa de lo que se vive en las favelas de Brasil. El cineasta evita caer en sensiblerías, en tópicos, incluso en mensajes excesivamente optimistas. En su lugar, ofrece una propuesta con unos personajes bien ensamblados y una puesta en escena en la que lo que prima son los sonidos, la música, y en la que se evidencia la clara fractura social que existe en la sociedad brasileña.
El poder de la música
En ese sentido, hay que alabar la magnífica labor interpretativa tanto de Lázaro Ramos, con el que Machado ya trabajo en 'Cidade Baixa', como el de los adolescentes. Entremezclando actores profesionales con debutantes delante de la cámara, Machado logra crear esa sensación de crónica social aunque apuesta por una visión idealista de la vida, no por ello menos real. Es posible cambiar las cosas, cierto, pero tampoco se pueden obrar milagros.
'El profesor de violín' es una magnífica propuesta de cine social, su temática es tocada con profundo respeto y mostrando un rayo de esperanza en medio de esa oscura realidad que son las favelas. Melodiosa, llena de alma. Una clara reivindicación a que es esencial no sólo educar a los jóvenes, sino también enseñar las Artes y las Humanidades, esas ramas de la educación que el sistema actual no ve con muy buenos ojos. Un ejercicio divulgativo que el público alabará y que difícilmente se podrá reprochar.
Nota: 8
Lo mejor: La reivindicación por la enseñanza de las artes, Lázaro Ramos y los adolescentes problemáticos de Heliópolis.
Lo peor: Pese a no ser nada sensiblera, los más escépticos verán que es una historia ya contada y la considerarán demasiado académica.